Exploración de la cadera y de la extensibilidad de la musculatura isquiosural

Página creada Isabel Cervera
 
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Exploración de la cadera y de la extensibilidad de la musculatura isquiosural
F. Santonja Medina DL: MU 2063-2010
 Exploración
   cadera e
isquiosurales

                        Exploración de la cadera y de la
                        extensibilidad de la musculatura
                                   isquiosural

                                                           Nº DEPÓSITO LEGAL - D.L: MU 2063-2010

                                       Prof. F. Santonja Medina

                Exploración de la cadera
                IMPORTANCIA
                       La exploración de la cadera es más compleja que otras articulaciones
                por su difícil accesibilidad, al ser muy profunda, existiendo un general
                desconocimiento.
                       Las coxalgias son relativamente frecuentes y cuando se presentan su
                diagnóstico etiológico no es fácil y está muy influenciado por la edad.
                       Un coxalgia en la infancia se buscará si existe una enfermedad luxante
                de cadera o cuando es muy dolorosa una artritis piógena o séptica de la
                cadera; cuando la coxalgia debuta en la edad escolar, debemos pensar en el
                Perthes; cuando lo hace en la pubertad, nuestra sospecha será el Perthes o la
                epifisiólisis; si debuta en un adulto joven, hay que descartar la necrosis de la
                cabeza femoral o las secuelas dolorosas de enfermedades de la infancia como
                subluxación congénita de la cadera o displasias de caderas no diagnosticadas;
                y según avanza la edad, lo causa que suele ser responsable de la
                sintomatología en la mayoría de las ocasiones es la coxartrosis, secundaria a
                anomalías de la cadera (adultos de edad media) o primaria en adultos de
                mayor edad.
                       Existen otras causas que van tomando más relevancia y que se han
                puesto de moda por el auge la artroscopia de la cadera, como son los
                conflictos acetábulo-femorales (de cuello o “CAM” y/o del cotilo o
                “PINCER”) y las lesiones del labrum.

                SISTEMÁTICA PARA SU VALORACIÓN.
                       Es la misma que se realiza en el resto de articulaciones. Se ha de iniciar
                con la anamnesis.
                       Hay que interrogar sobre donde localiza el dolor. En la cadera suele ser
                variable. Hay pacientes que se señalan la ingle, otros la cara externa
                (trocánter mayor o tendones de los glúteos) y otros el centro de la nalga (cara

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Exploración de la cadera y de la extensibilidad de la musculatura isquiosural
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales
                posterior de la articulación coxo-femoral o musculatura rotadora externa de la
                cadera).
                       Es frecuente que noten dolor en la zona central del muslo (refieren
                como si “fuese por el hueso del muslo”): otras veces lo señalan con la mano
                sobre la cadera que se conoce como “signo de la “C” de Byrd que es muy
                típico de los trastornos articulares de la cadera y consiste en que el paciente
                apoya su mano en la cara externa de la cadera con el pulgar en el reborde
                posterior del trocánter y la punta de los dedos trifalángicos en la región
                inguinal Byrd, Mella.
                       Hay que interrogar desde cuando duele (tiempo aproximado); cómo se
                iniciaron los síntomas (agudo tras un trauma, bruscamente pero sin
                mecanismo lesional conocido, de forma progresiva, con intermitencia…);
                también es de gran interés interrogar sobre con qué movimientos se agrava el
                dolor y con cuales mejora. Se consideran síntomas característicos de la
                cadera: el dolor inguinal, dolor en la cadera al caminar, al sentarse, al entrar o
                salir de un coche y la dificultad para calzarse (indica limitación de las
                rotaciones) Byrd.
                       En ocasiones refieren dolor cuando andando giran sobre la cadera
                afecta (más cuando transporta peso) Byrd.
                       Con frecuencia los pacientes con trastornos mecánicos se quejan de
                clic doloroso o sensación de atrapamiento cuando mueven la cadera de
                flexión hacia la extensión y en ocasiones “bloqueo” impredecible de la
                articulación. Incluso los pacientes con cadera en resorte refieren que “sienten
                que la articulación entra y sale”, con un dolor sobre el trocánter mayor que se
                irradia por la cara externa del muslo Busconi y Owens, Mesa.
                       Hay que pensar en trastornos de etiología inflamatoria, cuando el dolor
                es mayor en reposo y tenga dolor en otras articulaciones.
                       En el interesante libro de Cleland (2006), existe un cuadro de hipótesis
                iniciales basado en los hallazgos de la historia clínica. Destaca que el dolor
                exacerbado en la cara lateral del muslo al pasar de sentado a de pie hay que
                sospechar una bursitis del trocánter mayor; los chasquidos y bloqueos en la
                cadera, así como el dolor intenso por la flexión o extensión completa, habrá
                que sospechar una lesión del labrum; o que el dolor en la cara posterior de la
                cadera con irradiación ocasional a muslo y pantorrilla, se deberá sospechar un
                síndrome del piriforme o una bursitis isquiática.
                       La inspección debe prestar atención si la postura es normal o
                presenta una actitud de defensa, como el flexo de cadera (figura 1). La actitud
                de la cadera cuando existe una sinovitis es en flexión, abducción y rotación
                externa.
                       Puede existir depresiones como en la fibrosis glútea Mesa o atrofias
                musculares por etiología neurógena (lesión de una rama nerviosa por
                compresión o de una raíz) o iatrógena (como en la figura 2).

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                       Casi es imposible descubrir a la inspección la tumefacción
                intraarticular, bursitis o tumefacción de partes blandas. Hay que fijarse en la
                coloración, así como si existen bultos o tumoraciones en su vecindad.
                       Hay que observar el tronco, la pelvis y la disposición de los miembros
                inferiores en bipedestación.
                       En la inspección lateral podemos observar una anteversión e
                hiperlordosis lumbar, debido a una contractura en flexión de la cadera. En la
                inspección de frente, puede existir una dismetría aparente por una contractura
                de la cadera en abducción o en aducción Buckup.
                       Hay que realizar la prueba de Trendelenburg-Duchenne estando
                parado. Los pacientes con buena función de los abductores de la cadera,
                mantendrán la pelvis horizontal con el apoyo monopodal McCarthy y cols; se
                considera que esta prueba es positiva cuando existe una inclinación de la
                pelvis hacia el lado sano cuando se carga sobre la pierna afecta Buckup.
                       Es interesante observar el patrón de marcha. Muchos trastornos
                intraarticulares de la cadera presentan una marcha en “Trendelenburg”. Debe
                examinarse la marcha con el paciente desvestido (sólo con ropa interior).

                                                               Figura 2.- Depresión en la cara póstero-externa
                                                               de la cadera por atrofia muscular, tras la
                Figura 1.- Flexo de ambas caderas y de ambas   implantación de una artroplastia de cadera en
                rodillas que dificulta mucho la marcha.        el lado derecho.

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                       A continuación ha de realizarse la palpación. Dada la profundidad de
                la articulación, podemos acceder al trocánter mayor y a los músculos
                superficiales que la rodean, estando la articulación coxo-femoral más
                profunda en la cara posterior que en la anterior.
                       En la parte anterior, podremos palpar a los aductores (más fáciles de
                palpar con el muslo en abducción y flexión), psoas-iliaco, sartorio, recto
                anterior del cuádriceps y al tensor de la fascia lata; en la cara externa al glúteo
                medio; y en la posterior al glúteo mayor Cleland, Netter.
                       En el centro de la ingle (por fuera del latido de la arteria femoral), pude
                palparse la cara anterior de la coxo-femoral. Un poco más distal y medial
                puede localizarse el trocánter menor, para lo que es preciso hacer una
                rotación externa del muslo.
                       Bajo el glúteo mayor podemos intuir que palpamos los rotadores
                externos de la cadera y a más profundidad, la cara posterior de la articulación
                coxo-femoral. Un poco más distal y medial se palpa con facilidad la
                tuberosidad isquiática y los músculos que se originan en ella (isquiosurales y
                aductor mayor).

                Movilidad
                       Los movimientos que debemos explorar se realizan en decúbito
                supino y en prono. En supino exploramos la flexión, abducción y la
                aducción. Las rotaciones de cadera pueden evaluarse en decúbito supino (es
                más imprecisa la medición y están relajados los ligamentos ileofemorales y
                pubofemorales Kapandji) o en decúbito prono (es más fácil y más precisa la
                medición), en la que se valora también la extensión de la cadera.
                       Si la movilidad pasiva es normal (amplitud completa y ausencia de
                dolor), indica correcto funcionamiento articular y descarta la existencia de
                topes óseos, así como que la cápsula esté adherida o acortada.
                       Para estudiar la flexión se lleva el muslo hacia el tronco (al
                máximo, pero sin que bascule la pelvis ya que cuando se inicie la
                retroversión de la pelvis se ha de detener el movimiento). Puede utilizarse
                un soporte lumbar para una mayor precisión. El goniómetro ha de ser de
                brazos largos o utilizar goniómetro con brazo telescópico
                (isquiogoniómetro) o con brazos extensibles y referencias de la
                horizontalidad/verticalidad.
                       La amplitud normal se considera entre 120-140º Buckup, Kapandji, Magee

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                Figura 3a.- Cuantificación de la flexión de la cadera en un adulto. Medición con goniómetro
                “Precisant”. Tiene 105º. Al igual que con el EPR, debemos evitar la basculación de la pelvis
                (retroversión).

                Figura 3b.- Cuantificación de la flexión de la cadera, utilizando el isquiogoniómetro y el soporte
                “Lumbosant” para evitar la basculación de la pelvis. Tiene 115º.

                       La abducción puede medirse con la cadera en posición neutra (el
                miembro inferior sobre la camilla) en el que no es fácil el control de la
                pelvis, ya que bascula ascendiendo la pelvis hacia el muslo explorado. Es
                mucho más fácil de realizar con la cadera en flexión de 90º (Figura 4),
                indicando al familiar que se apoye con las manos sobre la pelvis
                contralateral. Una rama del goniómetro se colocará en la bisectriz del

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                muslo y la otra vertical (ideal con referencia de verticalidad como una
                burbuja de nivel).

                Figura 4.- Cuantificación de la abducción y aducción de la cadera en flexión de 90º. Una rama se pone
                siguiendo el eje del muslo y la otra vertical. Es importante que un familiar sujete la pelvis. Para la
                abducción se fija la contralateral y para la aducción la homolateral.

                      La aducción puede medirse con la cadera en posición neutra, para
                lo que se precisa flexionarla un poco para salvar el muslo, siendo difícil su
                cuantificación. Es también más fácil realizarla con la cadera en flexión de
                90º, indicando al familiar que apoye una mano sobre la pelvis del lado
                explorado para evitar su basculación (Fig. 4); las ramas del goniómetro se
                coloca igual que para la abducción. Woods y Macnicol, valoraron el test de
                flexión-adducción como signo precoz de patología de la cadera y
                encontraron que la rodilla debe aducir hasta la perpendicular del mulo
                contrario que denominan zona 1 (Figura 4 derecha), pero que en patología
                de la cadera sólo alcanzan la zona 2 o la zona 3 (muslo vertical sin poder
                aducir).

                       Las rotaciones pueden medirse de varias formas. Probablemente las
                dos más usuales son en decúbito supino con la cadera y rodilla flexionadas
                a 90º, colocando una rama del goniómetro siguiendo la bisectriz de la
                pierna (figura 5a) y la otra siguiendo el eje longitudinal del cuerpo (es
                conveniente colocar al cuerpo paralelo al eje mayor de la camilla), la
                medición será más precisa utilizando una brújula en el brazo de referencia.
                McRae considera normal una amplitud de 45º para la rotación interna y
                para la externa.
                       En mi experiencia, la externa suele ser mayor (30-45º la interna y 45-60º la externa).
                Sólo cuando exista una antetorsión femoral la interna será claramente mayor que la externa.

                                                                                                                         6
Exploración de la cadera y de la extensibilidad de la musculatura isquiosural
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 Exploración
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                      También puede medirse en decúbito supino con las caderas en
                posición neutra (acostado) y las rodillas flexionadas dejando las piernas
                colgando (los ligamentos anteriores se mantendrán tensos), pero esta
                postura es más incómoda para el explorador.

                Figura 5a.- Cuantificación de la rotación externa
                de de la cadera en decúbito supino. Una rama se
                pone siguiendo el eje de la pierna y la otra el del   Figura 5b.- Cuantificación de la rotación externa
                cuerpo (la camilla).                                  de de la cadera estando sentado (flexión de cadera
                                                                      y rodilla). Una rama se pone siguiendo el eje de la
                                                                      pierna y la otra vertical.

                      La postura más fácil de valorar las rotaciones es en decúbito prono.
                En esta posición es fácil imprimir el movimiento y resulta muy fácil el
                control de la pelvis para evitar la rotación de la pelvis. Una rama del
                goniómetro se coloca en la bisectriz de la pierna y la otra vertical (figura
                5c). Si utilizamos un inclinómetro precisaremos un prolongador para
                colocarlo siguiendo el eje de la pierna.
                      Se considera normal una amplitud de 30 a 40º para la interna y hasta
                60º para la externa Kapandji. Buckup la cifra en30-45º la interna y 40-50º la
                externa tanto en decúbito supino como en prono.

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 Exploración
   cadera e
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                Figura 5c.- Cuantificación de la rotación interna de de la cadera en decúbito prono. Una rama se pone
                siguiendo el eje de la pierna y la otra vertical. Es importante que un familiar sujete la pelvis
                contralateral para que no se eleve y falsee la medición. Esta escolar tiene una antetorsión femoral
                porque su rotación interna es de 70º y la externa de 40º.

                         Figura 5d.- Cuantificación de las rotaciones de de la cadera en decúbito prono con
                inclinómetro. La barra prolongadora se pone siguiendo el eje de la pierna y el inclinómetro medirá
                directamente el grado de rotación. Previamente se habrá puesto a cero grados en la vertical. Esta mujer
                tiene una antetorsión femoral porque su rotación interna es de 60º y la externa de 30º.

                      La extensión de la cadera se realiza en prono (Figura 6) y se hace
                elevando el muslo y sujetando la pelvis para que no se eleve. Su rango
                normal se cifra ente 5-20º (McRae). Magee de 0-15º y Kapandji lo cifra
                hasta 30º.

                                                                                                                          8
Exploración de la cadera y de la extensibilidad de la musculatura isquiosural
F. Santonja Medina DL: MU 2063-2010
 Exploración
   cadera e
isquiosurales

                                    Figura 6.- Extensión de la cadera en decúbito prono.

                       Para determinar si el dolor es de etiología músculo-tendinoso y para
                valorar su funcionamiento, es preciso valorar la movilidad activa de la
                cadera. La sistemática es similar que en la pasiva y cuando exista
                limitación habrá que cuantificarla de igual forma.
                       Cuando exista limitación en un movimiento activo que sea normal en
                el pasivo, debemos pensar que se trata de una lesión músculo-tendinosa o
                nerviosa.
                       La movilidad contra-resistencia la realizamos para explorar la fuerza
                de los grupos musculares y cuando esta es normal, sirve para testar
                selectivamente cada músculo que participa en la movilidad de la cadera y si
                el movimiento resistido provoca dolor.

                                      MANIOBRAS ESPECIALES
                MANIOBRA DEL RODAMIENTO
                Es conocida como “maniobra de rodar un tronco” y está considerado por
                Byrd como la prueba más específica de enfermedad intraarticular. Se
                realiza en decúbito supino y se imprime una rotación interna del miembro
                inferior seguido de una rotación externa. En esta prueba la superficie
                articular de la cabeza femoral gira en el acetábulo pero no se sobrecarga
                ninguna de las superficies extraarticulares vecinas.
                TEST DE FABER
                El test de FABER (Figura 7) es el acrónimo inglés que significa Flexión +
                Abducción + Rotación Externa. También conocido como test de Patrick
                Buckup, Magee
                              . Nos informa de la limitación de la abducción y la rotación externa
                que se produce con frecuencia en el conflicto acetábulo-femoral. Consiste
                en colocar la pierna de estudio con el pie encima de la rodilla opuesta. Se

                                                                                                                    9
Exploración de la cadera y de la extensibilidad de la musculatura isquiosural
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales
                considera normal cuando la rodilla alcanza la camilla o la pierna se dispone
                horizontal. Se considera la prueba positiva cuando la rodilla está
                claramente por encima de la pierna opuesta Magee. Se ha de medir la distancia
                entre la cara externa de la rodilla y el plano de la camilla Buckup. Esta prueba
                también es positiva en los niños con enfermedad de Perthes y en la fase sintomática
                provocará dolor en esta postura y habrá contractura de los aductores Buckup.

                Figura 7.- Test de FABER de ambas caderas. En la izquierda se aprecia una notable limitación de la
                movilidad. La derecha estaría en el límite de la normalidad.

                MANIOBRA DEL LABRUM y/o DEL CONFLICTO ACETÁBULO-
                FEMORAL ANTERIOR. Consiste en comprimir el labrum entre el borde
                anterior del cotilo y el cuello femoral, para lo que realizamos una flexión +
                aducción y en esta postura realizamos rotación interna de la cadera Elkousy y Stocks.
                La flexión y aducción aproximan las zonas de roce anormal del cuello y el
                reborde acetabular, reproduciendo el dolor cuando hay lesión condral Parvizi et al.

                        Figura 8.- Maniobra para comprimir el labrum. Cuando aparece dolor se sospecha su desgarro.

                                                                                                                            10
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales
                         En mi experiencia, habitualmente encuentro dolor en rotación neutra que se intensifica
                en rotación interna (Figura 8) y disminuye (con frecuencia incluso desaparece) en rotación
                externa.
                MANIOBRA           DEL      CONFLICTO           ACETÁBULO-FEMORAL
                POSTERO-INFERIOR. Consiste en comprimir la zona posterior del
                cuello al realizar una extensión máxima de la cadera. El dolor inguinal
                profundo aparecerá al realizar la rotación externa Parvizi et al.

                   Figura 8b.- Maniobra para comprimir el labrum posterior. Cuando aparece dolor se sospecha su desgarro.
                MANIOBRA DE McCARTHY. Es una variación de la prueba de Thomas
                y consiste en flexionar ambas caderas llevando los muslos hacia el pecho
                (estando en decúbito supino) y entonces se extiende el muslo doloroso en
                rotación externa y después en rotación interna. La provocación de un clic
                doloroso constituye un signo de McCarthy positivo que indica lesión del
                labrum. Este signo es como el meniscal de McMurray Elkousy y Stocks.

                CHASQUIDOS EN LA CADERA
                       Existen varias causas que los pueden ocasionar. Los más frecuentes
                son los de localización lateral, que se producen entre la cintilla iliotibial y
                el trocánter mayor Mesa.
                       También hay que distinguir la “coxa interna en resorte” o “cadera
                dolorosa en gatillo”. Se diagnostica al reproducir el resorte (clonk) al pasar
                la cadera de una flexión + abducción y rotación externa a la extensión con
                rotación neutra. Se produce una tensión sobre el tendón del psoasiliaco
                sobre la eminencia ileopectínea que con frecuencia puede acompañarse de
                dolor Elkousy y Stocks.

                                                                                                                             11
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales
                MANIOBRAS DE EXTENSIBILIDAD
                Maniobra de Thomas
                       Se realiza en decúbito supino y se flexiona al máximo una cadera;
                cuando se produce la flexión de la cadera contralateral nos hace sospechar
                una cortedad del psoas o una pérdida de extensión de la cadera. Cuando
                exista una retracción del psoas, provocará una hiperlordosis lumbar, por lo
                que es aconsejable al hacer esta prueba que coloquemos una mano bajo la
                zona lumbar (entre esta y la camilla) Buckup. Al realizar la flexión progresiva
                de la cadera se provoca una basculación de la pelvis (retroversión pélvica)
                que se compensará con la extensión de la cadera por lo que el muslo se
                mantendrá apoyado sobre la camilla en un individuo normal; si tiene
                cortedad del psoas, contractura en flexión o problema articular que conlleve
                una limitación de la extensión, el muslo se despegará de la camilla y
                formará un ángulo que puede cuantificarse colocando una rama del
                goniómetro siguiendo el eje del muslo y la otra horizontal Buckup.

                Figura 9.- Maniobra de Thomas positiva. A la izquierda flexión de la cadera (95º) antes de bascular la pelvis y
                aplanar la lordosis lumbar.

                Prueba de Ober
                       Puede ser interesante estudiar la extensibilidad de la cintilla
                iliotibial, porque algunas trocanteris (también la rodilla del corredor y
                varios problemas fémoro-patelares) pueden deberse a su cortedad Elkousy y Stocks.
                Esta maniobra se realiza en decúbito lateral con el cuerpo del paciente bien
                estabilizado, con la rodilla del lado no explorado flexionada. Sujetaremos
                con una mano la pierna a valorar y con la otra la pelvis (con firmeza para
                evitar su basculación), llevaremos hacia atrás el muslo y lo soltaremos;
                cuando el tobillo no alcanza el plano de la camilla, indica cortedad de esta
                estructura Buckup. El test de Ober original es con la rodilla flexionada, pero
                con la rodilla extendida la tensión de la cintilla es mayor (al ser una
                estructura biarticular), por lo que clásicamente el test de Ober modificado
                es el que se utiliza en la clínica. Reese y Bandy, cuantifican esta prueba con
                inclinómetro, determinando su fiabilidad intraexaminador entre 0,90 y
                0,91.

                                                                                                                                  12
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales
                        Yo comienzo con la rodilla extendida y a continuación lo repito con ella flexionada
                unos 90º ya que en esta posición me informa más de la extensibilidad del glúteo medio. En mi
                experiencia, se consideran como normales muchas cortedades de la cintilla iliotibial (falsos
                negativos), por no fijar con firmeza la pelvis permitiendo que bascule, interpretando la “caída”
                del miembro inferior como una aducción de la cadera, cuando en verdad se trata de una
                basculación de la pelvis.

                Figura 10a.- Test de OBER positivo. Indica cortedad de la cintilla iliotibial, siempre que la aducción con la rodilla
                                    flexionada no esté limitada, sino habrá que pensar un problema articular.

                                                                                       También he observado que
                                                                               dependiendo de las fibras del tensor de la
                                                                               fascia lata que estén afectadas, puede dar
                                                                               una extensibilidad normal en posición
                                                                               neutra (sin extensión de la cadera) y cuando
                                                                               lo repetimos con ligera extensión puede dar
                                                                               positiva esta prueba.

                                                                               Figura 10b.- Imposibilidad de cruzar un muslo sobre
                                                                               el otro que nos debe hacer sospechar una fibrosis
                                                                               glútea y/o cortedad de la cintilla iliotibial.

                Extensibilidad del recto anterior del cuádriceps
                       Otro músculo que puede estar acortado y que provoca dolor en la
                cara anterior del muslo al explorar la cadera en decúbito prono, es el recto
                anterior del cuádriceps, aunque su cortedad suele afectar a la articulación
                fémoro-patelar.

                                                                                                                                        13
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales

                Figura 11.- Medición de la extensibilidad del Recto anterior del cuádriceps. Lo normal es el contacto del talón sobre
                 la nalga. Hay que evitar que se produzca la flexión de la cadera por la flexión de la rodilla (como se ilustra en esta
                                                                         foto).

                       Se valora en prono y se realiza una flexión máxima de la rodilla
                intentado que el talón alcance la nalga. Cuando no la alcanza se considera
                cortedad y no conozco que estén publicados los límites de normalidad ni
                cortedad marcada (yo considero normal hasta 5 cm). Hay que tener cuidado
                que no compense con una flexión de la cadera, si lo hiciese un
                acompañante ha de presionar sobre la nalga para evitarlo.
                       Otras prueba que pone de manifiesto esta cortedad, es una variación
                de la maniobra de Thomas, pero con la pierna colgando fuera de la camilla,
                por lo que estará con una flexión entre los 70 a 80º Kendall y McCreary. Cuando
                exista cortedad de este músculo, se producirá una menor flexión de la
                rodilla, pero el muslo se mantendrá apoyado sobre la camilla. A mayor
                cortedad del recto anterior menor flexión de la rodilla.
                       Yo cuantifico el ángulo de flexión de la rodilla antes de la prueba y
                al realizarla (en máxima flexión de la cadera contraria). Si varía más de
                10º considero que existe cortedad y además me da el grado de cortedad.

                                                                                                                                          14
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 Exploración
   cadera e
isquiosurales

                  Extensibilidad musculatura isquiosural
                IMPORTANCIA
                          Descrito por primera vez en 1934 por Lambrinudi. La frecuencia de la
                cortedad isquiosural varía dependiendo de la edad, el sexo, el método de
                exploración de la población estudiada, el instrumental utilizado, el grado de
                entrenamiento de los exploradores y de los valores de normalidad usados.
                        El término “Síndrome de isquiosurales cortos” Santonja y cols, 1994; Ferrer y cols, 1994;
                Anglés y cols, 1997
                                    o “Cortedad isquiosural” Santonja y col, 1995; Andújar y cols, 1996; Ferrer, 1998, parece
                el más apropiado, al pensarse que existe una cortedad funcional que limita la
                flexión de la pelvis con las rodillas extendidas.
                        Es preciso diferenciar la sola restricción de la flexión de la cadera y/o de
                la pelvis debida a una menor extensibilidad de los músculos posteriores del
                muslo, del síndrome de los isquiosurales cortos (SIC) en el que existen
                repercusiones Santonja y col, 1995; Ferrer, 1998; Santonja y Ferrer, 2007.
                       La cortedad isquiosural se ha asociado con patología lumbar. Lambrinudi en 1934 lo
                relacionó con la cifosis dorsolumbar del adolescente. Bado et al, en 1964, Fisk y Baigent (1981) o
                Espiga (1993), con el "dorso curvo". También con rectificaciones e inversiones de la lordosis en
                bipedestación (Jordá, 1971; Milne y Mierau, 1979), en sedentación (Stokes y Abery, 1980;
                McCarthy y Betz, 2000) y en posición dinámica (Garcia de la Rubia et al, 1996; Ferrer, 1998,
                Sainz de Baranda, 2002), mayor predisposición de lumbalgias (Biering-Sorensen, 1984; Hellsin,
                1988; Józwiak et al, 1997), aparición de discopatías secundarias (Bado et al, 1964; Somhegyi y
                Ratko, 1993), inversiones de espacios discales y acuñamientos vertebrales en niños (Ferrer, 1998),
                mayor frecuencia de enfermedad de Scheuermann (Hosman 2003) y alteraciones vertebrales en
                forma de espondilólisis y listesis (Phalen y Dickson, 1961; Bado, 1970; Jordá, 1971, Cacayorin et
                al, 1987; Standaert y Herring, 2000; McGill, 2002).

                     Pueden distinguirse dos grados de cortedad. El grado I es una cortedad
                leve que sólo precisa estiramientos, mientras que en el grado II hay una
                marcada restricción que suele ocasionar repercusiones en el raquis,
                requiriendo tratamiento. Bado y cols (1960), fueron los primeros autores que
                establecieron los dos grados de cortedad isquiosural pero no indicaron los
                límites entre uno y otro grado. Santonja (1991) en un estudio con más de 700
                universitarios estableció el límite entre la normalidad y el grado I en 75º y
                entre el grado I y grado II en 60º. Espiga (1993) describe un grado I (50-60º),
                un grado II (30-49º) y un grado III (< 29º).

                     Lo más importante no es la limitación de la extensibilidad de la
                   musculatura, sino las posibles repercusiones que pueda causar dicha
                                                limitación.

                                                                                                                                15
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isquiosurales
                OBJETIVOS.-
                      1º. Que lleven a la práctica aquellos conocimientos que
                          previamente se les ha facilitado en las clases teóricas respecto
                          a la valoración de la extensibilidad de la musculatura
                          isquiosural y la cadera, para que conozcan las exploraciones
                          que se suelen realizar en la práctica clínica.
                      2º. Diferenciar entre la extensibilidad isquiosural normal de la
                          cortedad leve y la marcada.
                      3º. Saber explorar la extensibilidad isquiosural con maniobras
                          lineales y angulares.
                      4º. Identificar las repercusiones de la cortedad isquiosural.
                      5º. Familiarizarse con su sistemática de exploración, sus
                          instrumentos de medición y la interpretación de las mediciones
                          con las diferentes maniobras.
                      6º. Por último, que conozcan aquellos errores más frecuentes que
                          se cometen al realizar estas maniobras de exploración.

                REQUISITOS
                · Ha de realizarse siempre en ropa interior. Debe poder inspeccionarse
                  todo el tronco, la pelvis y los miembros inferiores.

                MATERIAL
                Se va a utilizar el siguiente material:
                   o Cajón medidor de la flexibilidad. Puede ser uno de madera o tener
                      alguno de los dispositivos que ya existen en el mercado. Lo
                      recomendable es que la regla permita medir 30 cm de antes de la
                      planta de los pies y otros 30 cm al sobrepasarlas.
                   o Camilla estándar.
                   o Goniómetro. Es recomendable que sea de plástico transparente y
                      duro y que lleve una burbuja de nivel para la referencia de la
                      horizontalidad y otra para la de la verticalidad.
                   o Lumbosant. Soporte lumbar para impedir la adopción de cifosis
                      lumbar al realizar el test de Elevación de la Pierna Recta (EPR) o el
                      del poplíteo.
                   o Goniómetro de brazos largos: Es necesario para medir con
                      precisión el test de Elevación de la Pierna Recta (EPR), para lo que
                      debe tener brazos extensibles o telescópicos. En su defecto puede
                      usarse el inclinómetro con un prolongador telescópico en su base.

                SISTEMÁTICA
                      La exploración clínica de la musculatura isquiosural es origen de
                controversia por las maniobras utilizadas y por los límites entre la
                normalidad y el grado de cortedad. Existen diferentes maniobras para

                                                                                                       16
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 Exploración
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isquiosurales
                valorar la extensibilidad de la musculatura isquiosural, que se encuentran
                agrupadas en las basados en medidas longitudinales (Distancia Dedos-
                Suelo “DD-S “y Distancia Dedos-Planta “DD-P”), las llamadas de
                recorrido angular (Elevación de Pierna Recta “EPR” y Ángulo Poplíteo) y
                las maniobras angulares que valoran la flexión de la pelvis y de la zona
                caudal del raquis lumbar al realizar la máxima flexión del tronco (L-H fx y
                L-V).
                         Biering-Sorensen (1984), Reade y cols (1984) y Espiga (1993), destacan que el test de
                ángulo poplíteo es más fiable que el EPR. Por el contrario, Milne y Mierau (1979), Ekstrand y
                cols (1982), Hellsing (1988), Santonja (1993) y Ferrer (1998) se muestran a favor del empleo
                del test EPR.

                TEST DE VALORACION DE LA EXTENSIBILIDAD DE
                LA MUSCULATURA ISQUIOSURAL

                Distancia Dedos-Planta (DD-P)
                      Este test suele ser el más usado en la valoración de la musculatura
                isquiosural en la práctica clínica diaria. Evalúa la flexión del tronco y la
                extensibilidad del citado grupo muscular Bado y Barros, 1966; Bado, 1977; Biering-Sorensen, 1984;
                Cosentino, 1992; Dyment, 1986; Espiga, 1993; Fieldman, 1967; Fisk y Baigent, 1984; Kapandji, 1983; Kippers y Parker, 1987; McRae, 1984;

                Santonja, 1993; Stokes y Abery, 1980; Tchadjian, 1972; Santonja y Ferrer, 2007
                                                         .
                       Es de fácil realización. El DD-P Se realiza con el paciente sentado
                con las rodillas extendidas y los pies juntos con 90º de flexión (planta
                perpendicular al suelo y en contacto con el cajón de medición). Se invita a
                que realice la máxima flexión del tronco con las piernas y los brazos
                extendidos. Las palmas de las manos se deslizarán sobre la regla, situada en
                la cara superior del cajón de medición, hasta el máximo alcance,

                               Figura 12.- Medición del test Distancia Dedos-Planta y ángulo lumbo-horizontal en flexión.

                                                                                                                                                          17
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   cadera e
isquiosurales

                manteniendo dicha posición durante 2 a 3 segundos. Consideramos
                positivos aquellos valores que sobrepasen la planta de los pies (cero de la
                regla) y negativos los que no lleguen. La medición se realiza en
                centímetros.
                       La clasificación de la extensibilidad isquiosural en grupos puede
                realizarse según los valores propuestos por Santonja et al (1995) que
                considera como normales en adolescentes y adultos valores de > -5 cm,
                cortedad moderada entre -6 y -15 cm y cortedad marcada los < a -15 cm.
                       Sus inconvenientes son que tienen muchas palancas implicadas
                (longitud de miembros inferiores y superiores; disposición de la curva
                dorsal y lumbar, extensibilidad de glúteos y tríceps sural, y la movilidad de
                las escápulo-torácicas).
                       Tienen muchos Falsos NEGATIVOS (-) al poder compensarse la
                cortedad por la hipercifosis dorsal y/o la actitud cifótica lumbar (ambas
                muy frecuentes); pero también puede dar Falsos Positivos (+) cuando exista
                un segmento rígido en el raquis.
                       En el estudio que realizamos de reproducibilidad, encontramos un
                valor r = 0,92, lo que indica que es buena.

                Test de Distancia Dedos- Suelo (DD-S)
                       El test se efectúa con el paciente en bipedestación, sobre un cajón
                con rodillas extendidas y pies ligeramente separados como máximo a la
                anchura de las caderas. Se invita a que flexione el tronco al máximo para
                alcanzar o sobrepasar el suelo con los dedos de la mano (sin flexionar las
                rodillas y con los brazos y palmas de las manos extendidas sobre la regla
                del cajón)Fieldman, 1967; Biering-Sorensn, 1984; Kippers y Parker, 1987, cuantificando la distancia.
                La medición se realiza en centímetros, considerando 0 el nivel del suelo.
                Serán valores positivos todos aquellos que sobrepasen la línea de la planta
                de los pies y negativos todos los que no alcancen (figura 2).
                       Santonja y cols (1995) consideran que en adolescentes y adultos son
                normales los valores ≥ -5 cm, cortedad moderada entre -6 cm y -15 cm y
                cortedad marcada los < a -15cm.

                ELEVACIÓN DE LA PIERNA RECTA
                          Es el más referido en la literatura médica. Diferentes investigadores
                avalan que dicho test es el más aconsejable para estudiar la extensibilidad
                de la musculatura isquiosural Fisk, 1979; Ekstrand y cols., 1982; Biering-Sorensen, 1984; Göeken y Hof,
                1991; Hyytiäinen y cols, 1991; Santonja y cols, 1995 a; Ferrer, 1998
                                                                                     .
                          Este test se realiza elevando el miembro inferior extendido hasta la
                máxima tensión.
                           Empleamos como criterio diagnóstico de cortedad isquiosural los de
                Santonja, 1992. Se considera normal los valor superiores o iguales a 75º,

                                                                                                                          18
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                cortedad moderada cuando están comprendidos entre 61 y 75º y cortedad
                severa cuando < 60º.
                      Se precisa una camilla y un goniómetro. Una de las ramas del
                goniómetro se colocará horizontal (se le puede añadir una burbuja de nivel
                en una de sus ramas) y la otra siguiendo el eje del miembro explorado, para
                lo que es preciso utilizar un goniómetro de brazos largos.

                          Figura 13.- Medición del test Elevación de la Pierna Recta con isquiogoniómetro 80º.

                      La retroversión de la pelvis es un problema difícil de solventar al
                aplicar este test Liemohn y cols, 1994. Bohannon (1992), en un estudio con
                mediciones cinematográficas, determina que es importante establecer
                sistemas de control que limiten la retroversión de la pelvis al efectuarlo.
                Hyytiäinen y cols, (1991) destacan que es difícil fijar la pelvis siempre en
                el mismo sitio. Es preciso eliminar la abducción y la rotación de la pierna
                examinada y la flexión de la rodilla. Bohannon y cols, (1985), concluyeron
                que la rotación de la pelvis se inicia a los 9º del levantamiento pasivo de la
                pierna.

                                                                                                                            19
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                                                                             El uso de goniómetros específicos
                                                                             facilita la exploración y permite
                                                                             mejorar la precisión de las
                                                                             mediciones.        Es      necesario
                                                                             controlar la flexión del raquis
                                                                             lumbar,      para    lo   que     es
                                                                             conveniente el uso de algún
                                                                             soporte      lumbar     como      el
                                                                             “Lumbosant” que evite             la
                                                                             basculación de la pelvis (Santonja
                                                                             y Ferrer, 2007).
                                                                                     Santonja (1994) diseñó un
                                                                             goniómetro       con    un    brazo
                                                                             telescópico, regulable en altura
                                                                             que puede desplazarse sobre un
                                                                             riel adosado a la camilla,
                                                                             permitiendo una mayor facilidad y
                                                                             precisión (isquiogoniómetro).
                    Fig. 14.- Isquiogoniómetro y Lumbosant
                         En decúbito supino sobre la camilla, una mano del explorador agarra
                el tobillo y la otra mano presiona sobre la cara anterior de la rodilla para
                evitar su flexión. Se realiza una elevación pasiva del miembro de forma
                lenta y progresiva, hasta que el explorador note que la rodilla comienza a
                flexionarse Ekstrand y cols, 1982; Mierau y cols, 1989, bascula la pelvis, se flexione la
                cadera contralateral Troup y cols, 1961; Sheumour y Sharrard, 1968; Fisk, 1979; Mink y cols, 1979; Hisier y cols,
                1983; Pope y cols, 1985; Mierau y cols, 1989
                                                             o el explorado manifieste dolor en la región
                                                  Troup y cols, 1961; Hyytyäinen y cols, 1991
                posterior de la rodilla                                                       . Se mide en grados el
                ángulo entre la pierna elevada y la horizontal (Figura).
                     En un estudio que realizamos sobre la reproducibilidad de las seis
                maniobras de extensibilidad de la musculatura isquiosural en Albacete con
                el Dr. Vicente Ferrer, encontramos que tiene un bajo coeficiente de
                reproducibilidad (r = 0,85) y tiene MUCHOS FALSOS NEGATIVOS (-).

                       Esta maniobra es aparentemente fácil pero habitualmente se
                       producen movimientos de la pelvis, difíciles de controlar. Se
                       suele producir una basculación en retroversión de la pelvis y
                       una rotación horaria o antihoraria que han de evitarse.

                      El error más frecuente al realizar esta maniobra es que midamos de
                más o de menos. Se mide mayor valor cuando:

                                                                                                                                    20
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isquiosural
                 - - Traccionamos en exceso de la pierna explorada, produciendo una
                   basculación de la pelvis en retroversión y flexión de la cadera
                   contralateral.
                   - También puede producirse una basculación de la pelvis siguiendo
                   su eje longitudinal (cuando exploramos la derecha es una rotación
                   antihoraria y al explorar la izquierda es horaria). Estos grados de
                   rotación serán los que mediremos de más.

              Se mide menor valor angular cuando:
                   - Se ejerce menos tracción y no estiramos la musculatura al máximo.
                   - Si existe una lesión de la musculatura posterior del muslo o de sus
                   fascias que provoque dolor al estirarlas y nos confunda con una falsa
                   cortedad.

               Figura 15.- Cortedad isquiosural grado-I. El EPR es de 63º. Medición con el Isquiogoniómetro y utilización del
                                    soporte “Lumbosant”, para evitar la inversión de la curva lumbar.

                                                                                                                                21
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              Figura 16.- Varón de 40 años con marcada cortedad isquiosural. El EPR es de 35º. La tensión que nota el paciente
              es máxima y si se continúa con la elevación del muslo, se provocaría una inversión de la curva lumbar.

                      El otro gran error en esta maniobra, es en la colocación del goniómetro (porque
              una rama no siga el eje del miembro inferior o la otra rama no esté horizontal),
              pudiendo medir de más o de menos dependiendo de su colocación. Como lo habitual es
              medir con un goniómetro estándar (de bolsillo) cuyas ramas tienen unos 20 centímetros,
              el colocar la rama siguiendo la bisectriz de todo el miembro inferior es más o menos
              subjetivo, dependiendo de cada explorador, representando una fuente importante de
              error. La utilización de goniómetros de ramas largas y el uso de una burbuja de nivel en
              una de las ramas, minimizan esta posibilidad.

              Ángulo Poplíteo
                       Es un test de recorrido angular basado en la extensión de la rodilla
              con la cadera flexionada 90º Bado y cols, 1964; Gajdosik y Lusin, 1993; Anderson y Burke, 1991;
              Wehrenberg y Costello, 1993
                                          .
                       Se precisa una camilla de exploración y un goniómetro. El
              goniómetro se puede colocar un brazo a lo largo de la bisectriz del muslo y
              el otro brazo con el de la pierna Reade y cols, 1984, o una rama orientada según la
              bisectriz de la pierna y la otra vertical. Se restará de 180º el ángulo
              obtenido. En mi experiencia, es más fácil de la última forma, debido a que
              nos permite sujetar la rama del goniómetro con la mano que sujeta el
              tobillo y la otra mano se encarga de ajustar que una rama del goniómetro
              esté dispuesta en la bisectriz de la pierna y la otra vertical

                                                                                                                                 22
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                                                                        También puede colocarse la
                                                                 rama del goniómetro en la
                                                                 bisectriz de la pierna y la otra
                                                                 vertical, obteniéndose el que falta
                                                                 para la extensión. Es una
                                                                 variación más fácil por lo que
                                                                 parece que permite una mayor
                                                                 precisión.
                                                                        Se efectúa una extensión
                                                                 lenta de la rodilla, manteniéndose
                                                                 flexionada la cadera a 90º,
                                                                 evitando la basculación de la
                                                                 pelvis, hasta conseguir la máxima
                                                                 extensión posible que dependerá
                                                                 de la sensación de dolor, malestar
                                                                 o tirantez que sienta el explorado.
                                                                        Se mide en grados el
                                                                 ángulo que falta para extender
              Figura 17.- Medición directa del ángulo poplíteo   completamente la rodilla.

                                                                        Consideramos      normales
                                                                 valores hasta 15-20º y grado II >
                                                                 30-35º
                                                                        Gajdosik y Lusin (1983), le
                                                                 atribuyen a este ángulo una menor
                                                                 basculación de la pelvis al
                                                                 considerar que la movilidad
                                                                 pélvica, es menor que durante el
                                                                 test EPR, aunque para Santonja y
                                                                 cols     (1995)    las    ventajas,
                                                                 inconvenientes y dificultades de
                                                                 medición del test EPR son
                                                                 trasladables al del Poplíteo, pero
                                                                 tiene la dificultad añadida de la
                                                                 dificultad        de       colocar
                                                                 correctamente el goniómetro.

                  Figura 18.- Medición del ángulo poplíteo
                              complementario

                                                                                                               23
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              ÁNGULO LUMBO-HORIZONTAL
                   Descrito por Santonja en 1992 Santonja y Genovés.1992; Santonja y Martínez, 1992 valora
              la disposición de la pelvis y región sacra, por lo que nos informa de las
              posibles repercusiones de la cortedad isquiosural sobre la pelvis. Se
              determina el ángulo de apertura anterior que forma la horizontal con una
              línea paralela al área más caudal de la región lumbosacra.
                   En función de cómo se encuentre el paciente en el momento de la
              valoración, Santonja y cols (1994) distinguen:
                  Ø Ángulo Lumbo-Horizontal en sedentación asténica (L-H SA). El
                     paciente se encuentra sentado en su posición habitual con caderas y
                     rodillas flexionadas a 90º.
                  Ø Ángulo Lumbo-Horizontal en flexión (LH fx). La medición se efectúa
                     mientras el sujeto realiza la maniobra distancia dedos-planta.
                  Ø Ángulo Lumbo-Horizontal en sedentación tónica II. Sujeto sentado
                     con rodillas extendidas, flexión máxima del tronco y máxima lordosis
                     lumbar. Esta posición es la que se mantiene en el estudio radiográfico
                     que denominaron tónica II Santonja y Genovés, 1992.

                   El Ángulo Lumbo-Horizontal
              en flexión (LH fx) mide el ángulo
              de flexión del tronco respecto a los
              muslos (ángulo de apertura
              anterior). Para una mayor precisión,
              reproducibilidad y comodidad se
              mide el ángulo suplementario, por
              lo que se apoyará una rama del
              goniómetro sobre las espinosas de
              L5-S1 y la otra se dispondrá
              horizontal, resultando más fácil,
              rápido y preciso si se utiliza una
              burbuja de nivel adosada en al
              goniómetro Santonja y Andújar, 1994.             Figura 19.- Medición del ángulo Lumbo-Horizontal en
                                                               flexión. Ál medirse el suplementario que son 60º, su
                                                               ángulo L-H fx es 120º.
                   A 180º se le resta el valor obtenido. Se acepta como normalidad hasta
              100º Santonja et al, 1995, entendiéndose que existe una marcada retroversión cuando
              este ángulo sea igual o esté por encima de 115º.

                                                                                                                      24
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              Figura 20.- Esquema de la medición del ángulo Lumbo-horizontal en flexión, en el que se muestra la “Teoría
              Patogénica de la Cortedad Isquiosural” (Santonja, 1995). La falta de extensibilidad de esta musculatura, provoca
              una limitación de la flexión de la pelvis que ocasiona una mayor flexión del raquis lumbar (actitud cifótica lumbar),
              tóraco-lumbar (actitud cifótica tóraco-lumbar) o del raquis dorsal (actitud cifótica dorsal).Tomado de F. Santonja,
              Plaza Titularidad de Universidad, 1992.

                     MORFOTIPO RAQUIS                         GRUPO CONTROL                          CORTEDAD
                                                                  (n= 19)                            MARCADA
                                                                                                      (n = 27)
                                                              CASOS               %            CASOS                %
                   RAQUIS                  Normal                19+            100,0             17-              63,0
                   DORSAL
                                           Cifosis                 0-               0             10+              37,0
                  RAQUIS                   Normal                14+             73,7              7-              25,9
                  LUMBAR
                                           Actitud                 5-            26,3             20+              74,1
                                           cifótica
              Tabla I.- Morfotipo del raquis dorsal y lumbar en personas sin y con cortedad isquiosural marcada.
              Apréciese la tendencia a presentar hipercifosis dorsal y Actitud cifótica lumbar en flexión del tronco.
              Tomado de V Ferrer, Tesis Doctoral, 1998.

                   Se considera de gran interés el ángulo L-H, ya que traduce la dificultad
              de la pelvis para mantener su verticalidad en sedentación, cuantificándose así
              su retroversión y el efecto de la musculatura isquiosural sobre la pelvis.

                                                                                                                                      25
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              Cuando la musculatura isquiosural esté corta genera una retroversión de la
              pelvis y un desequilibrando la columna lumbar Santonja et al, 1995.
                   Este ángulo es el que tiene MEJOR coeficiente reproducibilidad
              (r=0,96) y además EVITA los FALSOS negativos (-) y los falsos positivos
              (+) al no influenciar ni la longitud de los miembros, ni la disposición de la
              espalda.

                      Test del Ángulo Lumbo–Vertical (L-V)
                     Santonja y cols (1994) describen el ángulo Lumbo-Vertical (L-V) que
              valora la flexión de la pelvis y región lumbo-sacra mientras se efectúa la
              prueba distancia dedos-suelo. Su reproductividad es igualmente alta (r=0,91-
              0,92) Ferrer, 1998; Sainz de Baranda, 2002.

                                                               Figura 22.- Adolescente con cortedad isquiosural con
                                                               ángulo Lumbo-Vertical (55º).

                                                                  Se realiza una flexión máxima
              Figura 21.- Medición del ángulo Lumbo-Vertical   del tronco sin flexionar las rodillas,
              (100º) y del test D-D Planta (+8 cm).
                                                               midiéndose el ángulo entre la
                  El sujeto se sitúa de pie sobre
                                                               vertical y la línea más caudal de la
              un cajón con las rodillas extendidas
                                                               región lumbosacra Santonja y cols, 1994.
              y los pies separados como máximo
                                                               Santonja y cols (1995 a) destacan
              a la anchura de las caderas (igual
                                                               que la normalidad se encuentra en
              que en la prueba de Distancia-
                                                               valores ≥ 65º.
              Dedos Suelo).
                 En la actualidad no tenemos descrito el límite entre grado-I y el II, pero
              paree que está sobre los 50º.

                                                                                                                      26
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  Extensi-
  bilidad
isquiosural
                    Exploración en flexión del tronco
                     Tras haber marcado en bipedestación la transición entre el segmento
              dorsal y lumbar, cuando el paciente realiza la flexión del tronco (distancia
              dedos-planta), no situamos lateral al paciente y valoramos sus curvaturas
              sagitales en flexión del tronco. En primer lugar determinaremos su
              morfotipo y a continuación lo cuantificaremos.

                     Figura 23.- Adulto de 30 años con marcada cifosis lumbar. El test D-D Suelo es normal (-3 cm), pero el
                                        ángulo L-V es de 48ºlo que indica cortedad isquiosural.

                     Para medir la curvatura dorsal y lumbar en flexión del tronco (7,8), se
              apoya el inclinómetro sobre el inicio (zona craneal) de la cifosis (la pata
              superior del inclinómetro no debe sobrepasar cranealmente a la espinosa de
              D1), se pone el dispositivo a cero grados y se desplaza hasta el límite caudal
              de la cifosis (T12-L1), con lo que podremos leer directamente el grado de
              cifosis dorsal. En esta localización lo volvemos a poner a 0º y lo
              desplazamos nuevamente caudalmente hasta donde se mida la máxima
              cifosis lumbar sin sobrepasar el nivel de las EIPS. La medida ha de
              repetirse tres veces buscando que coincidan al menos en dos ocasiones.

                                                                                                                              27
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  bilidad
isquiosural
                    Lo normal es un suave incremento de la cifosis dorsal fisiológica en
              bipedestación (40-67º) y una leve inversión (convexidad) del raquis lumbar
              (10-25º).

                                            Recuerde...

                      Inspeccione en primer lugar la postura del raquis
                 determinando su morfotipo para la curva dorsal y lumbar; a
                 continuación mida los grado de cifosis dorsal y el de la curvatura
                 lumbar.

              DIAGNÓSTICO:
                    Habitualmente el diagnóstico sólo se realiza teniendo en cuenta los
              hallazgos en bipedestación (clínico y/o radiográfico). Al explorar las tres
              posturas nos podemos encontrar con concordancia entre las tres posturas
              (tranquilizador), discrepancia entre la disposición del raquis en
              bipedestación con la de flexión y/o sedentación, lo que deberá modificar
              nuestro diagnóstico.

                        PRUEBAS         EXTENSIBILIDAD ISQUIOSURAL
                  EPR    POPLITEO          L-Hfx          D-D P       DIAGNÓSTICO
                 >75º       < 15º        < 100º          > -5 cm     NORMALIDAD
                 61-74º    16-30º        101-115º     -6 a -14 cm    GRADO-I
                  < 60º   >30-35º        >115º          < - 15 cm    GRADO-II

              EN RESUMEN:
                     La extensibilidad de la musculatura isquiosural hay que valorarla
              porque su restricción ocasiona con frecuencia repercusiones sobre la
              columna vertebral, fundamentalmente inversión de la columna lumbar
              (actitud cifótica lumbar).
                     Existen varias maniobras para valorarla. Las más utilizadas son las
              que se mide la distancia entre la punta de los dedos y la planta del pie,
              aunque es el método con mayor número de palancas implicadas y por tanto
              sujetas a mayor imprecisión diagnóstica (tienen muchos falsos negativos).
                     Las maniobras en las que se mide el cambio en el ángulo de flexión
              de la cadera con la rodilla extendida (Test de Elevación de la Pierna Recta)
              o la de la extensión de la rodilla partiendo de una flexión de la cadera
              (Ángulo Poplíteo), son aparentemente fáciles, pero es difícil evitar su
              frecuente compensación por la basculación de la pelvis, siendo muy
              frecuentes los falsos negativos.

                                                                                                     28
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  Extensi-
  bilidad
isquiosural
                    El tercer grupo de maniobras que se utilizan en la clínica es la
              medición del ángulo de flexión de la pelvis con las rodillas extendidas
              (ángulos Lumbo-Horizontal en Flexión y Lumbo-Vertical); en ellos no
              existen compensaciones con el tronco, ni nos puede engañar las
              compensaciones de la pelvis, siendo fáciles y rápidos de medir.
                    Siempre que se valore la extensibilidad isquiosural, hay que explorar
              el morfotipo del raquis (en flexión del tronco, en su postura sentada y en
              bipedestación). Los morfotipos se han de cuantificar con inclinómetro
                    El diagnóstico de Síndrome de Isquiosurales Cortos, se realizará
              cuando exista una cortedad isquiosural con repercusiones sobre el raquis
              (dinámicas y/o estáticas).

                                                             IMPORTANTE:

                      La cortedad de la musculatura isquiosural es muy frecuente
                   durante el crecimiento, por lo que debe evaluarse su
                   extensibilidad durante el crecimiento.
                      Hay que completar esta exploración valorando el morfotipo
                   del tronco en flexión, en su postura sedente y en bipedestación.
                   Algunas restricciones de la extensibilidad isquiosural, no
                   presentan repercusiones por lo que sólo precisan estiramientos y
                   observación, pero las que ocasionen repercusiones (SIC)
                   precisarán el tratamiento médico oportuno

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                                                                                                                                       29
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