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ANTHROPOS 109.2014: 583 – 598 El relato folclórico del ánima del cura y la misa no celebrada en vida Versiones comparadas del dominio de Oïl Joan Mahiques Climent Abstract. – This article provides a table of twenty-four variants pre cuando un cristiano viviente hace de acólito o of a folktale that agree on the fact that present an unanticipated simplemente está presente en la misa de ultratumba encounter between the ghost of the priest and the visionary, in a church or chapel, with a mass of the other world. Although y responde de manera oportuna a las palabras del from a geographical point of view all the stories refer to the cura. El propósito de este artículo es ofrecer, a tra- branch of Oïl languages and to the states of the France, Belgium vés de una tabla, un muestrario ordenado de diver- or Canada, most of them are also inserted in the culture of oth- sos testimonios que responden a las variantes más er language communities, such as Breton or Occitan. [France, típicas del relato al que nos estamos refiriendo, to- Belgium, Canada, ethnography, purgatory, apparitions, mass, negligence, acolyte] mando como ámbito de análisis los lugares en los que se hablan las diferentes lenguas de Oïl, aunque Joan Mahiques Climent, licenciado en las Filologías Catalana e incluimos algunas muestras que se han transmiti- Hispánica por la Universitat de Barcelona, donde se ha doctora- do en otras modalidades lingüísticas, como supo- do en 2009. – Desde 2010 y durante dos años ha completado su nemos que sucede en el conjunto de las narraciones formación en el Institut National d’Histoire de l’Art, de París, y actualmente es profesor de Filología Románica en la Universitat que forman parte del folclore bretón. Por otra parte, de Barcelona. – Una de sus líneas de investigación preferentes se hemos incorporado algunos ejemplos oitánicos que refiere al estudio histórico, cultural y literario de las apariciones geográficamente pertenecen a la Romania Nueva: es de difuntos y las representaciones de ultratumba, especialmente el caso de algunas versiones canadienses y francó- en el ámbito geográfico de la antigua Corona de Aragón, y aten- fonas que añadimos a nuestro estudio. Aparte de los diendo de manera más particular al análisis de fuentes manuscri- tas o impresas de origen catalán, algunas de ellas inéditas o des- criterios lingüísticos y geográficos que acabamos de conocidas. Véase la bibliografía. establecer, los elementos esenciales para limitar y ordenar nuestro corpus se fundamentan básicamente en la distinción de diversos motivos temáticos y su distribución y significación en la trama argumental Introducción del relato. Todas las versiones que estudiaremos en este artículo contextualizan el momento de la apari- Dentro del conjunto de relatos folclóricos de apare- ción y de la misa dentro del templo. Solamente una cidos circunscritos a diferentes zonas monolingües de ellas se produce de día, a diferencia de todas las o plurilingües del área galo-románica destaca la his- demás, que sitúan la medianoche como el momen- toria tantas veces reiterada del cura difunto conde- to crucial para marcar el inicio de la visión de ul- nado a volver a una determinada iglesia u a otro lu- tratumba. gar con la intención de decir una misa cobrada y no Como tendremos ocasión de ver más adelante celebrada en vida. La condena se cumple casi siem- con cierto detalle, unas veces los visionarios per- https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
584 Joan Mahiques Climent noctan dentro de una iglesia, consciente o incons- oficio divino gracias a la ayuda de un cristiano no cientemente; otras, perciben el prodigio desde fuera difunto, el cura suele confesar el motivo de su apari- del recinto sagrado a través de una insólita e intem- ción. Aunque podemos suponer que casi siempre se pestiva iluminación, o simplemente acuden a des- trata de una misa negligida en vida, la falta no se es- hora a la iglesia al escuchar unas campanadas, cre- pecifica en una gran parte de los relatos (cf. núm. 2, yendo que se trata de un anuncio inminente de la 3, 4, 5, 8, 9, 13, 15, 18, 22 y 24).2 Y tampoco faltan celebración cotidiana del oficio divino. Todas estas excepciones en las que el pecado cometido es otro situaciones concuerdan en el hecho de presentar a directamente relacionado con las obligaciones pro- un visionario que, inicialmente, desconoce el pro- pias del clero, como por ejemplo no llevar el viático digio de la misa – truncada si no hay respuesta o, a un moribundo o tener un comportamiento ligero y en caso contrario, plenamente realizada – que está distraído en el altar (cf. núm. 16 y 23). a punto de acontecer. Podríamos decir que, en apa- Ese mismo momento en el cual el difunto apro- riencia, la misa compartida por el cura ya difunto y vecha para entablar un breve diálogo con el buen el asistente todavía vivo es fruto de la mera casua- cristiano que le ha respondido a la misa también nos lidad, ya que ninguno de los dos toma la iniciativa introduce en el tema de la reversibilidad de favores, de buscar al otro: simplemente se encuentran y, en- pues el cura suele aprovechar la ocasión para agra- tonces, cada uno actúa de acuerdo con su papel. La decer y premiar al asistente por la ayuda prestada. distinción que acabamos de establecer es una condi- De todos modos, no pocos visionarios reciben en- ción que se cumple en todas las versiones que anali- tonces la triste noticia de su muerte no lejana, dulci- zaremos en este artículo.1 ficada con la buena nueva de su entrada próxima en la Gloria celestial. De hecho, tal como sentencia el último verso de una leyenda, “Un revenant est pré- Personajes y situaciones sage de mort” (núm. 6; cf. núm. 7, 13 y 16). Es ver- dad que los curas difuntos de algunas versiones con- Quisiéramos esbozar algunos de los rasgos funda- ceden otros galardones más diversos a sus acólitos, mentales que pueden extraerse a partir del corpus como la noticia de cincuenta años más de vida, o representado en los veinticuatro ejemplos de la ta- bien la considerable suma de 30.000 francos de oro, bla de este artículo. No cabe duda que el personaje o bien la bendición no solo para el sujeto premiado del cura es uno de los pilares más estables en la sino también para toda su familia hasta la séptima construcción de este relato, pues, a pesar de diferen- generación (cf. núm. 2, 14 y 20). cias puntuales que podamos señalar de una versión De las veinticuatro historias que forman nuestro a otra, suele aparecer con los mismos ornamentos pequeño corpus, la que caracteriza de manera más sacerdotales, mostrando su rostro descarnado y ho- atípica al personaje del cura es quizás el núm. 17. El rrendo, reiterando hasta tres veces la demanda de espectro comienza la misa e intenta beber del cáliz, ayuda para decir la misa, casi siempre con las mis- pero todo es en vano. Está condenado al Infierno por mas palabras. Y una vez acabada la celebración del el incumplimiento del voto a Nuestra Señora, más concretamente una misa. De manera reiterada inten- ta cumplir su promesa diciendo él mismo la misa, 1 Así pues, reseñaremos en este artículo las versiones en las que, sin que nadie sospechase previamente la existencia de revestido de los ornamentos sacerdotales aunque el ningún prodigio o misterio, en la misa se encuentran visiona- relato parece sugerir que en realidad sea un seglar, rio y aparecido inesperadamente. Los otros casos serán estu- pues confiesa tener un hijo. diados en Mahiques (2015), donde abordamos el análisis de Aunque se deduce que el lugar de ultratumba otras modalidades en las que el visionario conoce la existen- que inicialmente correspondería al cura difunto es cia de un prodigio persistente y no resuelto que mantiene en vilo a toda una comunidad local. Este esquema responde al el Purgatorio, este receptáculo a penas es aludido en paradigma del héroe que debe superar una prueba para que siete casos y no siempre en relación con su destino el pueblo vuelva a vivir en paz y con toda normalidad. Si en personal tras la muerte (cf. núm. 2, 3, 6, 7, 14, 22 estos casos el visionario toma la iniciativa, en otros el difunto y 23). Uno de los elementos que quizás más clara- se aparece personalmente al visionario, generalmente en su mente podríamos relacionar con el culto de las áni- habitación o en un espacio abierto, para advertirle que debe asistir a la misa de ultratumba. Otras historias o leyendas re- mas del Purgatorio es la idea de la solidaridad de presentan algunos encuentros fortuitos del visionario con el los vivos con los difuntos. En efecto, cuando el asis- cura difunto no ya en la iglesia o la sacristía sino en otros lu- gares, como los caminos. Esta pluralidad de manifestaciones nos permitiría indagar en el tema de las relaciones, confluen- 2 Como hemos hecho en esta ocasión, a partir de ahora marca- cias y mutaciones que pueden establecerse entre el paradig- remos en negrita los números que se refieren a los veinticua- ma argumental del ciclo narrativo del cura difunto y otros re- tro ejemplos de la tabla descrita y reproducida en el apartado latos folklóricos de aparecidos. siguiente. Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
El relato folclórico del ánima del cura y la misa no celebrada en vida 585 tente accede a responder a la misa, muchas veces se pone en relieve hasta qué punto acaba pesando, más que el temor de enfrentarse a lo deconocido, el piadoso deseo de ayudar a aquellos que, todavía manchados por el pecado, no han comparecido en presencia de Dios (cf. núm. 9 y 22). También puede percibirse de manera bastante evidente la importan- cia que adquiere la mediación clerical, porque, de hecho, muchas de las narraciones que reseñaremos no solamente nos hablan del cura difunto sino tam- bién del sacerdote que interpreta el quid de la cues- tión, que aconseja al visionario que vuelva otra no- che a la misa de ultratumba, y que incluso es capaz de conjurar al espíritu del difunto o cumplir con los sufragios demandados por este. Casi la mitad de los veinticuatro relatos de este corpus establecen la di- cotomía entre la aparición del cura difunto y la in- tervención de un clérigo que en ocasiones es capaz de consultar los archivos parroquiales no solamente para descrifrar la identidad del aparecido sino tam- bién para notificar la existencia de alguna misa pen- diente de celebrarse (cf. núm. 4, 5, 7, 10, 11, 12, 13, Mapa: Distribución del cuento sobre apariciones de un cura di- 20, 21, 23 y 24). funto. La personalidad del visionario es muy diversa según la pieza que tomemos como punto de refe- de esta breve introducción, nos centraremos ahora rencia. Aunque con mucha frecuencia sacristanes y en la presentación de la tabla y de la metodología chantres están involucrados en la trama argumental, que hemos seguido al confeccionarla. nuestro corpus solamente cuenta con tres sacrista- nes que realmente tengan la ocasión de responder al cura difunto (cf. núm. 17, 21 y 24).3 Otros visio- Una tabla con veinticuatro versiones narios, que a pesar del miedo que pasan, reconocen explícitamente su aptitud para servir al altar de la Como podemos observar en el mapa anterior, la ma- misa, son un conde que de pequeño había sido niño yor parte de los testimonios reseñados en la tabla de del coro y un muchacho del seminario menor que en las veinticuatro versiones del relato remiten a algu- futuro llegaría a ser sacerdote jesuita (núm. 2 y 23). nos departamentos noroccidentales de Francia que Todas las versiones también concuerdan en preferir corresponden a las actuales regiones administrati- que el acólito sea varón y no hembra, ya que en los vas de Países del Loira (núm. 1, 11 y 20), Bretaña dos únicos casos que una mujer acude al templo, en (núm. 3, 4, 7, 8, 9, 10, 13 y 16), Baja Normandía lugar de ayudar ella misma a la misa de ultratum- (núm. 15, 19 y 21) y Alta Normandía (núm. 17). ba, tiene que avisar a su hijo o a su nieto para que la Aparte de estos casos, se circunscriben a la geogra- acompañen y hagan de monaguillos (núm. 13 y 14). fía francesa una leyenda del Franco Condado, un En relación a estos dos últimos ejemplos, hay otra relato localizado en la isla de Córcega y otras dos historia en la que los visionarios no son madre e hijo muestras de la región Auvernia (respectivamente, o abuela y nieto, sino un hombre y un niño del coro los núm. 14, 6, 2 y 18). (núm. 18). En estas tres narraciones en las que inter- Más allá de los límites de la República Francesa, viene una persona adulta y un niño, este último des- hemos localizado dos versiones valonas en Bélgica conoce inicialmente que el cura es un difunto y, aun- (núm. 12 y 22) y tres relatos más en el área francó que lo sospecha al contemplar su figura descarnada, fona de Canadá, uno de ellos en la isla del Cabo el acompañante adulto intenta disuadirlo. Después Bretón y los otros dos en el Québec (núm. 5, 23 y 24). Continuaremos con la explicación de algunos 3 Esta breve lista se alargaría si a los veinticuatro relatos rese- criterios relativos a la jerarquización y exposición ñados en este artículo añadiésemos otros a los que nos refe- de los materiales incorporados en la tabla. riremos en Mahiques (2015), donde se analizará, por ejem- plo, una interesante narración publicada primero por Sourdon Aunque en las páginas precedentes ya hemos se- (1834) y después por Bosquet (1845: 270–273), cuyos visio- ñalado muchos aspectos que ahora allanan nuestra narios son un chantre, un sacristán y un sacerdote. explicación, sí que quisiéramos reincidir en el hecho Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
586 Joan Mahiques Climent de que nuestro corpus se ciñe a unas variantes argu- pecto advertimos que muchas de las noticias en esta mentales bastante definidas que nos permiten indi- ocasión eludidas serán motivo de estudio en Mahi- viduar sin excesivas dificultades los relatos suscep- ques (2015). También somos conscientes de que es tibles de ser repertoriados. Todos ellos concuerdan casi imposible controlar la totalidad de las fuentes en el hecho de presentar un encuentro no previsto galo-románicas que podrían remitirnos a la narra- entre el cura difunto y el visionario, con la consi- ción del cura difunto y la misa no celebrada en vida, guiente misa de ultratumba, truncada unas veces por debido a su gran popularidad y a la dispersión de las la inhibición del asistente y acabada otras veces por fuentes que lo relatan. Por eso, pedimos disculpas su activa colaboración. Las veinticuatro piezas que al lector por cualquier omisión en que hayamos po- constituyen la tabla se dividen en cinco grandes gru- dido incurrir, y esperamos que nuestra contribución pos, de acuerdo con la siguiente casuística: pueda ser un estímulo para completar y, si es nece- sario, rectificar nuestro análisis e inventario de las Sin sospechar el inminente prodigio de una misa de ul- veinticuatro versiones. tratumba, los visionarios … De las cuatro columnas que constituyen la tabla, (núm. 1–6) pernoctan dentro del templo por propia ini- la primera incorpora la información necesaria que ciativa, o bien para evitar la inclemencia del tiempo o la facilita la identificación y clasificación de cada re- noche a la intemperie, o bien para confesarse al día si- lato, al cual se le asigna un número. Como podrá guiente sin necesidad de guardar una larga cola, o bien observarse a través de la bibliografía citada, la ma- para cumplir una penitencia tras la confesión o ante la yor parte de las fuentes consultadas se inscriben en inminencia de la muerte; el ámbito de la investigación etnográfica, pero tam- (núm. 7–13) con una devota intención entran en la igle- bién incorporamos la referencia de algunas obras de sia poco antes de la hora de cierre, pero se duermen in- carácter cultural o local y de índole divulgativa, o conscientemente o, en todo caso, no se dan cuenta de algunas reelaboraciones literarias como sucede cla- que han cerrado las puertas con llave y, por tanto, tienen ramente en los núm. 6 y 23, escritos en verso por que pasar la noche dentro del templo; Auguste Dusillet y por Pierre-Joseph-Olivier Cha- (núm. 14–17) oyen a medianoche o a la una de la ma- veau. Las otras tres columnas corresponden a los drugada las campanadas y, advirtiendo explícitamente tres bloques en los que hemos dividido el conteni- (en la mayor parte de los testimonios) la creencia de que do narrativo de cada una de las veinticuatro piezas son las campanadas de la primera misa, deciden asistir, reseñadas. Exponemos en el siguiente recuadro los de modo que se dirigen hacia la iglesia y la encuentran elementos más destacados de cada una de estas tres con las puertas abiertas; columnas: (núm. 18–23) van de camino cuando está atardeciendo y, al pasar al lado de una iglesia o capilla, observan sor- Antes y después de las apariciones: Cuando las ver- prendidos que está iluminada. Se acercan y miran por siones lo indican, señalamos la fecha, el lugar y la hora la ventana, si no es que acceden directamente desde la del suceso, así como los ingredientes que configuran la puerta al interior del recinto sagrado. trama inicial previa a la visión de ultratumba, ponien- (núm. 24) Única versión sucedida de día, en que el sa- do especial énfasis en algunos factores como la repre- cristán pasa por la sacristía y la iglesia, donde encuentra sentación del espacio o la metereología. No eludimos al cura difunto. la información contextual intradiegética o extradiegéti- ca, como sucede en algunas alusiones al pasado de los Hemos intentado que este corpus sea lo más com- personajes, o también en alguna historia en la que el na- pleto posible. Con este propósito hemos revisado rrador nos indica cuánto tiempo hace que sucedió. De hecho, destacamos la presencia de algunos relatos en los una considerable cantidad de materiales que, sin que sobresale la personalidad del narrador en una escena duda, sobrepasa en número a las referencias que in- introductoria con clara función de marco narrativo, don- dicamos en el listado de la bibliografía.4 En este as- de se suelen indicar algunas relaciones de ascendencia o amistad que permitirían ubicar a los protagonistas de la 4 Hemos excluido, por ejemplo, una narración compilada en historia en un determinado contexto local eventualmen- Saint-Lormel y publicada con un título que podría desorien- te conocido para el auditorio que la escucha. Después de tarnos: “La légende du prêtre qui revient dire sa messe à mi- nuit” (Lucie de V.-H. 1905). Esta historia comparte con los la aparición, diversos casos refieren cómo el visionario núm. 17–22 de la tabla el tópico de la iglesia prodigiosamen- explica todo lo sucedido a algún amigo, familiar o sobre te iluminada. Sin embargo, el espectro se aparece no dentro todo al sacerdote, de quien suele recibir la recomenda- del templo sino en el cementerio, y tampoco se identifica ción de volver otra noche para cerciorarse de la natura- explícitamente con un cura difunto condenado por misas no leza de la aparición o para responder a la misa. celebradas en vida. Más bien se trata de un difunto que, al ser conjurado según las reglas clericales, pide como sufragio Penitencia y apariciones del cura: Se indican cuántas oraciones y una misa. apariciones se suceden a lo largo del relato en cuestión Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
El relato folclórico del ánima del cura y la misa no celebrada en vida 587 y, si se da el caso, en qué se diferencian unas de otras. pues algunos se sobreponen a esta primera reacción, Asimismo, se describen las circunstancias más notables mientras que otros encajan el golpe desde el inicio hasta de la visión de ultratumba, no solamente considerando el final con una sorprendente y cordial valentía. A veces la fisionomía, la indumentaria, las acciones y las pala- la experiencia de lo sobrenatural deja una impronta en bras del cura difunto desde que se aparece hasta que se la psicología del visionario (que generalmente se vuelve desvanece, sino también teniendo en cuenta otros sig- más serio y más triste) si no es que anticipa y anuncia su nos que forman parte del prodigio, como podrían ser al- muerte próxima. gunos efectos cromáticos o acústicos, el valor simbóli- co de algunos objetos o componentes arquitectónicos o decorativos, o la presencia o no de asistentes difuntos a La distribución de los contenidos en columnas la misa. En cambio, eludimos la información relativa a es un instrumento que facilita la ordenación de los las reacciones de los visionarios, que centrarán nuestra materiales, permitiendo de este modo la fácil loca- atención en la columna siguiente. lización y comparación de un determinado motivo Reacciones de los visionarios ante las apariciones: En en diversos relatos, pero, con el fin de facilitar una la medida en que cada narración lo refiere explícitamen- correcta secuenciación de los motivos argumentales te, advertimos las diferentes actitudes de los visionarios en cada uno de ellos hemos numerado sus fragmen- y su evolución a lo largo de las apariciones que pueden tos distribuidos en el espacio de las tres columnas. sucederse en el tiempo. Unas veces, quedan aturdidos al La lectura de estos fragmentos según el orden esta- contemplar la macabra escena del cura difunto y, ante su blecido por el factor numérico nos permite proyec- demanda tres veces reiterada, permanecen sin responder tar una representación lineal y global del relato en o lo hacen tras el último intento. No siempre son cons- su conjunto, que también hemos intentado facilitar cientes de estar en medio de una escena de ultratumba, a través de unas pocas remisiones en las que se cru- y a veces pasan la mayor parte de la misa sin apercibir- se de ello. Cuando se cercioran o tienen fundadas sos- za la información de diferentes columnas. Pasemos pechas sobre la naturaleza del caso, entonces pueden ahora a la tabla propiamente dicha. quedar amedrentados o aterrorizados, aunque no todos, Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha 1. “Une messe, la [1] Entre el 1 y el 2 de no- [2] Los cirios se encendie- [3] En un primer momento, el nuit de Toussaint” viembre de 1804, en una no- ron solos. Había un altar de campesino quedó aterrorizado (Charpentier 1900: che de tempestad, un cam- negro a donde se dirigió el y sin comprender lo que estaba 10–15; cf. Sébil- pesino se dirigía hacia la cura difunto, revestido de sus viendo, pero después, recor- lot 1901;1907: parroquia de Saint-André- ornamentos sacerdotales, y dando que había sido niño de 177). Contado a Goule d’Oie para asistir al pronunció tres veces el inicio coro en aquella misma abadía, Charpentier por su cura que diría la misa de di- de la misa: “Introibo ad al- respondió a la última de las abuela, en Vendée. funtos. A mitad de camino, tare Dei ”. [4] Al escuchar la tres veces que el cura pronun- se refugió en las ruinas de la respuesta, su triste semblante ció el inicio de la misa. Le pa- abadía de Chaudrion, donde se tranformó de alegría. Aca- recía estar asistiendo a la misa consiguió dormir, hasta que bada la celebración, recono- de un ángel y no de un simple lo despertó el sonido de una ció que hacía 10 años que se mortal. campana y contempló la vi- aparecía cada noche en aquel sión de ultratumba. lugar para celebrar una misa olvidada. Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
588 Joan Mahiques Climent Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha 2. “Le comte [1] El conde Robert fue de [2] Antes de la medianoche se [3] El conde Robert dedujo que Robert” (Pourrat caza un domingo con unos abrió la puerta de la sacristía el aparecido era una alma del 1989: 361–363). amigos, faltando al precepto y salió un cura cuya figura era Purgatorio que buscaba a al- Sor Isidorine: en el de la misa. Al final, él se que- escuálida y descarnada como guien que le sirviese la misa y, hospicio de Am- dó solo y, debido a una tem- un esqueleto. Miró entorno y, aunque él sabía hacerlo porque bert, 13 de octubre pestad, se refugió en una igle- al no encontrar a nadie, vol- de pequeño había sido niño de 1936. sia solitaria, donde sucedería vió atrás, y fue repitiendo esta del coro, hasta la medianoche la extraña visión. [6] Como maniobra varias veces, cada no se decidió a ayudarle como todavía viviría 50 años, el vez más dolido. [4] Cuando acólito. [5] Como premio por conde decidió dedicar los pri- se ofreció el conde Robert, el el servicio prestado, el conde meros 25 a disfrutar y los de- cura confesó agradecido que pidió al cura que le dijese el más a hacer penitencia, pero hacía más de un siglo que vol- día de su muerte, para poder pasados los 25 años, pospuso vía de noche a aquella iglesia hacerlo en estado de gracia: le reiteradamente la fecha de la sin encontrar ayuda de nadie. quedaban 50 años de vida. conversión, hasta llegar al día Y acabada la misa, preguntó a de su muerte, en que no lo- su ayudante qué recompensa gró encontrar sacerdote que le deseaba. confesase. 3. “La légende du [1] Al anochecer, tres borra- [2] A medianoche, se abrió [3] El borracho, temeroso, solo prêtre qui revient chos pasaron al lado de una la puerta, la iglesia se ilumi- respondió afirmativamente a dire la messe à iglesia, y uno de ellos decidió nó, entró una muchedumbre la última de las tres ocasiones minuit” (Sébillot entrar y quedarse a dormir. de espectros y subió al altar en que el cura reiteró la misma 1898). Emma Ri- Al día siguiente, explicó a un cura que repitió tres veces, pregunta. hen: en Brest. sus dos camaradas el extra- cada vez más dolido: “Qui ño caso. est-ce qui veut répondre à ma messe? ”. [4] Al terminar la misa, dijo que eran ánimas del Purgatorio condenadas cada medianoche a ir a aquella iglesia hasta que algún vivo respondiese a la misa. Cum- plida la pena, irían a la Gloria. Entonces la puerta de la igle- sia se abrió y salieron todos los espectros. 4. Veillées bre- [1] En una velada de noviem- [2] Justo a medianoche, Pas- [3] Durante la misa de ultra- tonnes (Luzel bre en la casa de Coat-Tug quiou vio cómo un cura se tumba, justo en el momento de 1879: 4–10, nº II). dual, la gente se había reunido acercaba para confesarlo y, sin la comunión, Pasquiou se dio En Lannion. para escuchar la historia que notar nada extraordinario, se cuenta de que estaba rodea- el viejo Gorvel contaba de confesó, recibió la absolución do de difuntos, pero continuó un compañero suyo de traba- y, a instancias del confesor, en el servicio de la misa sin jo llamado Ewenn Pasquiou. le ayudó como acólito para la dejarse vencer por el miedo. Hacía unos cuarenta años, en misa. Los cirios se iluminaron Cuando la visión se desvane- época de un gran jubileo, Gor- y la iglesia se llenó de gente, ció, se encontró confundido y vel y Pasquiou fueron a confe- aunque reinaba un absoluto si- aturdido, casi sin poder pensar. sarse a la iglesia de Plouaret: lencio. El cura ofició la misa, Se puso a dormir en un confe- había tanta afluencia de gente con casulla, estola y cáliz, sionario y se consoló pensando que Pasquiou decidió dormir pero totalmente descarnado que había contribuído a salvar dentro de la iglesia para ser el y con las cuencas de los ojos algunas ánimas en pena. En primero en confesarse por la vacías. Al final, aseguró que él cambio, al día siguiente, Pas- mañana, mientras que Gorvel y toda aquella gente entrarían quiou estaba pálido, triste y Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
El relato folclórico del ánima del cura y la misa no celebrada en vida 589 Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha (4. contin.) se marchó y volvería al día en la Gloria. Hacía 100 años turbado, y solamente recobra- siguiente. Mientras Pasquiou que volvía cada noche prepa- ría la calma y la tranquilidad dormía dentro de un confesio- rado para la misa, sin encon- después de explicar lo sucedi- nario, un sobresalto lo desve- trar a ningún vivo que hiciese do a un sacerdote. ló. [4] Después de aquella no- de acólito y comulgase. Des- che, al encontrarse ambos de pués, entró en la sacristía. Los nuevo, el visionario explicó el demás asistentes desaparecie- caso a su amigo, que a su vez ron, y los cirios se apagaron. le aconsejó que lo contase al sacerdote [→ 3]. Este confir- mó su buena actuación. 5. “La messe du [1] El caso sucedió un año [3] A medianoche, la puer- [4] Al escuchar la demanda del revenant” (Bour- después de la muerte de las ta de la sacristía se abrió y aparecido, Léon se desmayó geois 1991). personas (entre ellas el cura) apareció un grupo de gente de miedo en la primera noche, Charles Bourgeois que se aparecieron a Léon, con un cura vestido para de- pero en la segunda responde- (Cheticamp, 1871– sorprendidas por una tempes- cir misa, que preguntaba: “Ici, ría afirmativamente. [7] Des- 1959). Transcrito tad de viaje hacia Albaloma, par la grâce de Dieu, y au- pués, durante el oficio divino, por Fr. Anselme donde viven los esquimales. rait-il pas personne pour ser- lo sucedido le causó tal impre- Chiasson en 1957. [2] Léon, un vagabundo, deci- vir ma messe? ”. [6] La noche sión que llegó a preguntarse si dió ir a confesarse por haber- siguiente a la misma hora se estaba soñando. Al terminar la se acostado con una monja. repitió la escena, pero con una misa, entabló un diálogo con el Como penitencia se le impuso respuesta afirmativa y la con- cura difunto, con ciertas notas la obligación de ir a orar a la siguiente misa. [8] Acabada de ironía escabrosa, sobre todo iglesia, donde permaneció de la misa, el cura confesó que a la hora de referir el pecado noche. [5] Al día siguiente, para que todos aquellos di- cometido con la monja. informó de lo sucedido al pá- funtos y él mismo entrasen en rroco, que le hizo volver a la el paraíso necesitaba que al- noche siguiente para servir la guien le ayudase a decir misa. misa de ultratumba. Como premio, aseguró el cie- lo a Léon. 6. “La messe du [1] Casi a los cien años de [2] Se abrió la losa de una [3] Ante la demanda del fraile, revenant. Légende edad y sintiendo cerca el mo- tumba, de donde salió Fray el conde calló primero, pero franc-comtoise” mento de la muerte (tal como Clément, con casulla, estola, respondió afirmativamente a la (Dusillet 1860: sucedería de hecho [→ 6]), el alba y cáliz. Se identificó y segunda vez, sin dejar de con- 56–59) conde Gauthier de Montfé- pidió dos veces si alguien le jurar al espíritu con una fórmu- rand se retiró a un conven- ayudaba a decir misa. [4] El la de discernimiento: “Si c’est to para meditar y aparejarse conde encendió el cirio. Se d’Enfer … qui t’envoie, / je a recibir la salvación eterna. apagó solo al acabar la misa. t’appendrai qu’on ne redoute Coincidiendo con la festividad Clément desapareció, y la losa rien / Sous le pavois de mon de San Clemente, se durmió volvió a su posición inicial. ange gardien”. Desvanecida prosternado en el coro, pero [5] Desvanecida la visión, se la visión, dudando de lo que un ruido lo despertó justo a escuchó desde el sagrario la había visto, el conde recibió medianoche. Aparecido y vi- voz de Clément, explicando nuevos signos que confirma- sionario ya se conocían antes cómo se cumplían sus 20 años ban que su percepción era real de que muriese el primero. de Purgatorio por haber ol- [→ 5]. [6] Clément anunció vidado una de las cien misas que el conde moriría aquella que debía decir en sufragio de mañana y subiría como él a la un pecador difunto. También Gloria. Como dicen los versos predijo la muerte del conde. segundo y último: “Un reve- nant est présage de mort ”. Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
590 Joan Mahiques Climent Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha 7. “La messe du [1] Cuando la iglesia de Saint- [2] Mientras el vicario soña- [3] Una vez desvanecida la vi- revenant” (Cerny Jean-du-Doigt dependía de la ba, le pareció oir un estrépi- sión, el joven vicario se pre- 1899: 500–503, parroquia de Plougasnou y los to y cómo alguien iba y ve- guntó si estaba soñando o no; nº IX; cf. Markale párrocos debían viajar de un nía y abría los armarios de la pero concluyó que no soñaba 1995: 41–45). En sitio a otro, emprendió el ca- sacristía. Al despertarse, vio y que la visión no había sido Plougasnou alre- mino para administrar los sa- que se abría la puerta y apa- el resultado de la imaginación dedor de 1880. cramentos a un moribundo un recía un cura de ojos pálidos ni de alucinaciones causadas joven vicario recién llegado y voz lúgubre y metálica, que por el hambre. Convencido al lugar, a finales de octubre. repitió tres veces: “Y a-t-il, de la realidad de lo que había Cuando volvió, ya muy tarde, ici, quelqu’un pour répondre visto, decidió entrar en la sa- entró en la iglesia, se puso a ma messe? ”. Y sin recibir cristía para ver quién era, pero orar y, después, se dio cuen- respuesta, se marchó a la sa- no había nadie más ni en la sa- ta de que el sacristán había cristía, se apagaron los cirios cristía ni dentro de la iglesia. cerrado las puertas. Decidi- y todo volvió a sumirse en el El vicario estaba sorprendido, do a pasar la noche allí, entró silencio. [5] El joven vicario no sabía explicarse lo que ha- en el coro y rezó el rosario pasó una segunda noche en la bía sucedido. Sus reacciones hasta dormirse. [4] Al día si- iglesia. Justo al sonar las doce contrastan claramente con la guiente, explicó lo sucedido campanadas, oyó cómo se actitud incrédula del resto de a los demás sacerdotes, que abría la puerta y un cura ves- sacerdotes de la parroquia de se pusieron a reir a pesar del tido con ornamentos negros Plougasnou [→ 4, 7, 9]. [6] Ni aplomo con que él asegura- hacía lo mismo que durante en la primera ni en la segunda ba que no estaba loco y que la noche anterior. [8] A la ter- noche el joven vicario respon- todo era verdad. Ante las re- cera noche, vicario y rector dió a la demanda del cura tres servas expresadas por el rec- contemplaron la visión. A la veces reiterada. tor, respondió que volvería a primera demanda del apare- la iglesia aquella noche, que cido, el vicario se levantó y, no dormiría y que, si no veía arrodillándose ante el altar, se nada, aceptaría los reparos de ofreció a servir la misa, que sus compañeros. [7] Como fue de difuntos. Al acabar, el tras la segunda noche el vica- cura confesó ser en aquella rio reiteró el mismo relato y el misma iglesia el vicario de rector una reprensión todavía hacía trescientos años. En- más dura, ambos decidieron contrarían su nombre en los pasar la noche siguiente en la registros parroquiales. Había iglesia, y así el rector podría cobrado una misa no celebra- cerciorarse personalmente. da en vida y, como peniten- [9] Tras la tercera noche, el cia, volvía al altar ocho días joven vicario volvió a repetir seguidos por aquella época la historia a sus compañeros, del año, hasta que alguien res- que continuaron tomándolo pondiese. El resto del tiempo todo a burla, hasta que el rec- lo pasaba en el Purgatorio, tor cortó los estallidos de risa pero por fin se había cumplido al decir que era testimonio la pena. También advirtió que presencial. Buscaron y encon- el vicario moriría y se verían traron el nombre del difunto en la Gloria antes de acabar el en los registros parroquiales: año: “qui répond la messe à tiempo atrás, fue su primer un mort, le suit peu de temps vicario. après ”. Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
El relato folclórico del ánima del cura y la misa no celebrada en vida 591 Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha 8. “La légende du [1] Caso real de un obrero de [2] El obrero se despertó y [3] Ante la pregunta del cura prêtre qui revient Lamballe que decía que se vio cómo salía de la sacristía difunto, el obrero, estupefac- dire la messe a quedó dormido dentro de la un cura de descarnadas meji- to y tembloroso, se levantó y minuit. I” (La Val- iglesia y se despertó cuando llas, con hábito sacerdotal y avanzó dando a entender una lée 1794: 37–39; sonó la campana de la una de llevando un cirio en la mano: respuesta afirmativa. [5] El 1796: 75–77; Sé- la noche, que el autor del re- “Au nom du Dieu vivant, dit- narrador atribuye la visión al billot 1895: 584; lato desacredita: “Quelques il, d’une voix sépulcrale, si sueño o a la impostura, y con- 1900: 49 s.; 1907: dévotes la croient encore. On quelqu’être respire dans cette jetura que el obrero visionario 176). En Lam- devine aisément comment a église, qu’il s’approche et debía ser “un homme par état balle. pu s’opérer ce prétendu pro- vienne m’aider au sacrifice ”. même peu instruit, imbu de dige ”. Al reproducir esta ver- [4] Acabada la misa, dio las préjugés, et dont l’ame timo- sión, advierte Sébillot (1900: gracias al acólito por abrirle rée est en conséquence ouverte 50): “J’ai supprimé les ré- las puertas del Cielo, y con- à toutes les illusions fantas- flexions qui accompagnent et fesó haber esperado durante tiques ”. parfois coupent ce récit, écrit 20 años cada noche a la mis- par un sceptique, qui le rap- ma hora intentando celebrar la porte en disant que c’est une misa en aquella iglesia. Dicho comédie organisée par les esto, la aparición se desva- prêtres ”. neció. 9. “La messe du [1] Antes de la Gran Revolu- [2] Una viva luz apareció. Los [3] El visionario tuvo tres re- fantôme” (Sébil- ción, cuando Bretaña era un cirios se iluminaron solos. Un acciones diferentes ante la pre- lot 1880: 277–279, reino independiente, en una cura con ornamentos sacerdo- gunta del cura: la primera vez nº XLIII). Émile tarde lluviosa de marzo un tales y cáliz en mano dijo en pensó que estaba soñando; la Frostin: en Mati- cristiano se quedó dormido tres ocasiones, cada vez más segunda, acertó al suponer que gnon, 1861. dentro de la iglesia de Saint- bajo y triste: “Est-il quelqu’un se trataba del alma en pena de Sébastien. Ya despierto tras la qui veuille répondre ma un sacerdote; la tercera vez, se última campanada de media- messe? ”. [4] Por una falta co- decidió a responder afirmativa- noche, contempló la visión de metida hacía 10 años, cada mente y ayudar de este modo a ultratumba. noche volvía a la iglesia y re- decir la misa, tal como sucede- petía la pregunta tres veces. Al ría al final del relato. final, se desvanecieron él y las luces. La puerta del templo se abrió sola. El visionario salió. 10. “La cathé- [1] En invierno, habiéndo- [2] Un cura con una casu- [3] Aunque el cura no había drale” (Fouquet se dormido en la catedral de lla negra que tenía una cruz preguntado si había alguien 1857: 106–111; Vannes, un guantero se des- blanca estaba preparado para para responder a la misa, el cf. Sébillot 1907: pertó de frío a medianoche y, la misa en un altar negro sal- guantero se adelantó él mismo, 176 s.). En Vannes. pasmado de encontrarse allí, picado de blanco, con dos postrándose de rodillas ante él, presenció la aparición. [4] De- candelas ornadas con huesos pero cayó desmayado de terror bido a las constantes altera- en aspa y cabezas de muer- al observar que era un esquele- ciones anímicas sufridas tras tos. [5] La segunda mediano- to de huesos sin carne con las la visión, el guantero decidió che, justo al primer toque, se cuencas vacías. Los trastornos explicarlo todo a su sacerdote encendieron solos dos cirios, que la primera visión provocó y director espiritual. Este, des- el altar se cubrió de negro y en el guantero se prolongaron pués de enseñarle cómo con- se acercó un esqueleto vestido en el tiempo. [6] En la segunda jurar al espíritu distinguiendo con casulla de duelo. [7] Re- aparición, el guantero dialogó si era un error de los sentidos conoció que su pecado (una con el espíritu tomando la ini- o si era cosa del demonio o de misa encargada y no celebra- ciativa y conjurándolo según la Dios, le animó a que volviese da) había cerrado las puertas siguiente fórmula estereotipa- a la catedral a la misma hora del Cielo a él y al difunto por da: “Si tu viens au nom de Sa- para que resolviese el misterio quien debía decir la misa. Co- tan, … fuis de ce temple saint; y sobre todo para que tornase menzó a celebrarla y, tras el mais si tu viens au nom du Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
592 Joan Mahiques Climent Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha (10. contin.) a estar sereno y en calma, tal “Requiescat in pace ”, desapa- Dieu tout puissant, dis … que como sucedería de hecho al fi- reció. Dos rastros de luz su- veux-tu? ”. nal del relato. bían hacia el cielo. 11. “Le gantier de [1] Después de haber visita- [2] A medianoche, el guan- [3] El guantero se desmayó la rue Baudrière” do a un moribundo, un guan- tero vio la calavera del cura aterrorizado al contemplar la (Soland 1858; cf. tero de la calle Baudrière se con una casulla negra que te- macabra visión y darse cuenta Sébillot 1907: detuvo en la catedral para nía una cruz blanca, prepa- de que el cura era un esqueleto. 176 s.; Augereau orar. Era tarde y estaba fati- rado para la misa en un altar [6] Durante la segunda noche, 2002: 34 s.). En gado. Se durmió tan profun- negro salpicado de blanco el visionario se sentía fuerte Angers. damente que ni notó el toque con dos palmatorias en forma en la fe, pero débil en la carne. del ángelus ni el tragín de las de cabezas de muerto. [5] A Conjuró al espíritu de acuerdo llaves del sacristán al cerrar la medianoche de la segun- con las instrucciones de su sa- las puertas. Las campanadas da aparición, el cura respon- cerdote y guía espiritual [→ 4]: de medianoche lo desvelaron. dió cristianamente al conju- “Si tu viens au nom de Satan, Tenía frío y estaba sorpren- ro del guantero y confesó su ‘s’écria le gantier d’une voix dido de hallarse en tal lugar. pecado (olvidarse de decir una émue’, retire-toi, fuis ce temple Entonces contempló la visión. misa en sufragio de un difun- saint; mais si tu viens au nom [4] Tras la visión, el guantero to) y su castigo (volver cada de Dieu Tout-Puissant, dis! se volvió sombrío y taciturno. noche a aquel altar hasta que .., que veux-tu? ”. Resuelto el Era menos afable con su fami- encontrase una alma caritativa caso y desvanecida esta última lia. Apenas dormía y, cuan- que le respondiese a la misa). aparición, el guantero recobró do lo hacía, tenía pesadillas. Bendijo al guantero por ser la calma. Volvió a casa con una Acudió a su sacerdote y guía instrumento de la salvación de sonrisa en sus labios. espiritual, que le comentó que dos almas. Después, apareci- debería distinguir si se trataba do y visionario se arrodilla- de un error de los sentidos o ron al pie del altar, y comenzó si era cosa del demonio o de la misa. El cura desapareció Dios, y le animó a volver a la al pronunciar “Reciescat in catedral a la misma hora para pace ”. Dos formas blancas conjurar a la aparición [→ 6]. y luminosas subían hacia el cielo. 12. “Li messe di [1] Versión valona en la que [2] De la sacristía salió un [3] Cuando François vio que mînute” (Hens el narrador explica que, cin- cura de pelo blanco y encen- estaba solo en la iglesia a me- 1895). En Vielsam. cuenta años antes, muchos co- dió los cirios del altar. Volvió dianoche, no sabía qué hacer. merciantes ambulantes de la a la sacristía y salió vestido Al día siguiente, cuando el pá- región de Ardenas viajaban a para decir misa. Se acercó al rroco abrió la puerta del tem- Alemania o Francia. Uno de altar y dijo tres veces: “Introi- plo, encontró al visionario más estos, el viejo François, llegó bo ad altare Dei! ”. Luego se muerto que vivo, y este le con- al atardecer a un pueblo situa- arrodilló, rezó un poco y, fi- tó su aventura. [5] El párroco do más allá de Colonia. En el nalmente, recogió el cáliz y (que decidió pasar la noche si- hostal le informaron de había las aceiteras, apagó los cirios guiente en la iglesia para con- muchos confesores, pues por y desapareció. [4] El párro- templar la aparición) no habría aquellas fechas caía la Pascua. co se encerró en la iglesia a la cumplido más de treinta años, Cuando François llegó a la noche siguiente y respondió a pero tenía el pelo blanco al día iglesia, ya no confesaban. Se la misa que oficiaba el difun- siguiente de su experiencia de puso a rezar y, cansado por el to. Al terminar, este contó que ultratumba. viaje, se durmió. Al sonar las hacía casi cien años que cada doce en el reloj, se despertó noche esperaba quien le ayu- y dijo: “doze heure dè l’nute, dase a decir una misa que en l’heure des dam’zelle et des vida había prometido celebrar riv’nant! ”. Al día siguiente, a las doce de la noche en ho- lo explicaría todo al párroco nor a un santo. Dio las gracias [→ 3]. y desapareció. Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
El relato folclórico del ánima del cura y la misa no celebrada en vida 593 Número, título, Antes y después de las apa- Penitencia y apariciones del Reacciones de los visionarios bibliografía, in- riciones cura ante las apariciones formante, lugar y fecha 13. “La messe du [1] Una mujer se durmió en [2] Los cirios se encendie- [3] En la primera noche la mu- fantôme” (Sébillot la noche de Todos los Santos ron solos a medianoche. El jer, temerosa, no respondió a la 1881: 192–194). en la iglesia de Plévenon y, cura, vestido para decir misa, pregunta tres veces reiterada. Scolastique Du- al despertarse, se sorprendió preguntó tres veces: “Y a-t- [5] En la noche siguiente, la rand: en Plévenon, de encontrarse allí, y contem- il quelqu’un qui veuille ré- mujer volvió con su hijo, que 1879. pló la prodigiosa visión a me- pondre ma messe? ” y, a falta sirvió la misa. Después, cuan- dianoche. [4] Al día siguien- de respuesta, se retiró. Enton- do el muchacho pidió el Cielo te, ella lo explicó todo a su ces los cirios se apagaron so- como recompensa, el apareci- párroco, que la instó a volver los. [6] Al muchacho que le do respondió que en tres días aquella misma noche con su había servido en la misa a la estaría allí [→ 4]. hijo de menos de 10 años, a medianoche siguiente, le con- quien recomendó pedir el Cie- fesó que hacía 25 años que se lo como premio, tal como se aparecía cada noche vestido cumpliría al final con trágica y preparado para el oficio di- ironía [→ 5]. vino. 14. “La légende du [1] Entre la medianoche y la [2] Las dos primeras noches [4] Las dos primeras noches la prêtre qui revient una de la madrugada, una vie- salió de la sacristía un cura mujer no respondió al cura y, dire la messe à mi- ja oyó las campanadas de la preparado para la misa. Pidió a la tercera, volvió con su nie- nuit. VII” (Filippi primera misa, que general- si había alguien que sirviese to para que él sirviese la misa. 1907). En Cór- mente sonaban a las cinco. la misa y, sin encontrar res- Este sospechaba que el ofician- cega. Ella fue y encontró abierta la puesta, se marchó. [5] A partir te era un difunto, pues no tenía puerta de la iglesia. Durante de la tercera noche, y durante nariz ni ojos, sino agujeros en dos noches se repitió esta es- siete noches más, celebró la su lugar, pero su abuela lo ne- cena. [3] A la tercera noche, misa con la ayuda del nieto gaba diciendo que estaría en- la vieja fue acompañada de su que acompañaba a la vieja, y fermo, que era un buen cura y nieto, de trece o catorce años. la última noche confesó estar que no tuviese miedo. Pasado Después de aquella ocasión, en el Purgatorio por misas pa- todo y descubierta la verdad, la vieja y su nieto todavía vol- gadas y no celebradas. Premió el niño confesó no tener más vieron durante siete noches el favor de los visionarios re- miedo, porque el difunto ya es- consecutivas a la misa de ul- velándoles dónde había escon- taba en el Cielo y no volvería tratumba [→ 4, 5]. dido 30.000 francos de oro. nunca más. 15. “La messe [1] Durante tres noches, a la [2] Las puertas se abrie- [4] Jacques se ofreció en se- d’une heure” (Sau- una de la madrugada, Jacques ron solas. Brillaban en el al- guida a servir la misa y lo hizo vage 1869: 109– F. oyó cómo sonaba la campa- tar las candelas. Apareció el con toda normalidad. Después 111, nº XXI). En na de la misa en la iglesia de cura y preguntó a Jacques si de una corta oración mental, se Mortain. Mortain y, aunque todavía era sabía servir la misa, que ce- dispuso a salir de la iglesia. muy temprano y todo estaba lebraron entonces. A la una en silencio, decidió asistir a de la madrugada el espec- la celebración del oficio divi- tro se despidió: “A demain! no. [3] Pasada aquella prime- … à demain! ”. Las luces se ra noche, Jacques explicó lo iban apagando poco a poco sucedido a su esposa. Al día y las puertas se cerraron so- siguiente y al otro, al volver las. [5] Al acabar la misa de a sonar la campana, Jacques la tercera noche, los ornamen- dudó si ir a la iglesia o no, tos sacerdotales cayeron a los pero al final se decidió a cum- pies del cura y, volviéndose plir la voluntad del difunto. vaporosa su figura, se disipó sobre el altar y subió hacia el cielo mientras decía: “Merci! Merci! – Je suis sauvé ”. Anthropos 109.2014 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2014-2-583 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 02.02.2022, 23:20:35. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
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