DOMINIO CIENTIFICO PRESENTACIÓN
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DOMINIO CIENTIFICO PRESENTACIÓN La presente guía de estudio para las personas escolarizadas o no que se presentarán a las pruebas Ser Bachiller que aplica INEVAL como requisito de graduación e ingreso a la universidad, corresponde al campo del saber DOMINIO CIENTÍFICO que comprende cuatro grupos temáticos: Ecosistemas, la tierra como nuestro hábitat, sistemas de vida, transferencia entre materia y energía. En cada grupo temático se incluye el desarrollo resumido de los conocimientos acompañados de esquemas, gráficos y pruebas ejemplo. El grupo temáticos “Ecosistemas” tiene los siguientes tópicos: Flujos de energía entre los niveles tróficos, fotosíntesis y respiración celular, niveles de organización de los seres vivos, teorías sobre el origen de la vida, teorías de la evolución de las especies. Los tópicos de “La tierra como nuestro hábitat” son: Conservación de los recursos naturales, mecanismos físico-químicos, origen de la tierra y planes de contingencia. En el grupo temáticos “Sistemas de vida”, se tratan los tópicos: Avances científicos y salud, funciones vitales y sistema inmunológico y procesos metabólicos y homeostáticos. Finalmente, “transferencia entre materia y energía” tiene los tópicos: Cambios de la materia y leyes estequiométricas, efectos de los desechos químicos, interacción entre los cuerpos y ley de la conservación de la materia. 1. GRUPO TEMÁTICO: ECOSISTEMA 1.1. TÓPICO 1: Flujos de energía entre los niveles tróficos Flujo de energía y nutrientes en un ecosistema es el nombre que recibe la totalidad de la cadena trófica, así como el flujo de cualquier fuente aprovechable de energía. La cantidad de nutrientes y energía en la Tierra es muy pequeña, y por eso tiene diferentes ciclos. El ciclo empieza en los productores, los cuales captan la luz solar, y la utilizan en un ciento por ciento. Luego, al ser consumidos por un consumidor del primer orden, el diez por ciento aproximadamente de esa energía pasa a ese ser vivo. Si seguimos con la cadena trófica, nos encontramos con los consumidores de segundo orden que, al alimentarse de los del primer orden, toman también un diez por ciento de su energía, lo que sería un uno por ciento de la original. 1.1.1. Niveles tróficos y cadenas alimentarías Todas las plantas compiten por la luz solar, los minerales del suelo y el agua, pero las necesidades de los animales son más diversas y muchos de ellos dependen de un tipo determinado de alimento. Los animales que se alimentan de vegetales son los consumidores primarios de todas las comunidades; a su vez, ellos sirven de alimento a otros animales, los consumidores secundarios, que también son consumidos por otros; así, en un sistema viviente pueden reconocerse varios niveles de alimentación o niveles tróficos. Los productores son los organismos autótrofos y en especial las plantas verdes, que ocupan el primer nivel trófico; los herbívoros o consumidores primarios ocupan el segundo nivel, y así sucesivamente. La muerte tanto de plantas como de animales, así como los productos de desecho de la digestión, dan la vida a los descomponedores o desintegradores; los animales que se alimentan de materia orgánica muerta o en descomposición procedente de los productores y los consumidores, son principalmente bacterias y hongos, de modo que la energía procedente originariamente del sol pasa a través de una red de alimentación.
1.1.2. Procesos metabólicos Se conoce como metabolismo a todo el conjunto de reacciones químicas responsables de la vida de las células y por tanto, de los seres humanos, así como del funcionamiento normal de su cuerpo. Estas vías inician en un sustrato o compuesto químico y terminan en un producto final debido a la acción de las enzimas, que cambian el sustrato en cada paso de las vías hasta tener un producto diferente. El número de vías metabólicas en un cuerpo humano es sumamente grande, y algunas adquieren una “longitud” considerable. Por otra parte, las enzimas son macromoléculas encargadas de catalizar o aumentar la velocidad de las reacciones químicas. El metabolismo permite que el cuerpo humano mantenga un funcionamiento normal y adecuado, mediante procesos como la regulación de la temperatura y el equilibrio del pH; comprende dos partes: catabolismo y anabolismo. 1.1.3. Catabolismo Consiste en la descomposición de los componentes de los alimentos en sustancias más simples con el propósito de liberar energía, tal como se explicó en el proceso de la digestión. Gracias a esta liberación energética, el organismo puede crecer y repararse. 1.1.4. Anabolismo Es el proceso contrario al catabolismo: las moléculas simples se convierten en moléculas complejas mediante una síntesis. Por ejemplo, cuando los aminoácidos se unen pueden formar proteínas. La fotosíntesis es un tipo de proceso anabólico, puesto que las plantas, al obtener ciertas materias primas o sustancias, sintetizan moléculas de glucosa. El anabolismo precisa energía pero su última fuente proviene de los alimentos, así que no es recomendable consumir más alimentos de los necesarios ya que las sustancias de estos que no se utilizan, son almacenadas en forma de grasa.
1.1.5. ¿Qué es la tasa metabólica? Es la cantidad total de energía gastada en un período de tiempo específico; mientras mayor masa tenga un individuo, mayor es su temperatura basal y viceversa. La tasa metabólica basal es aquella tasa metabólica medida durante períodos de inactividad. 1.1.6. Homeostasis La homeostasis es la propiedad para mantener el normal funcionamiento del cuerpo humano. Para esto, las reacciones del metabolismo tienen que ser reguladas para que la homeostasis se mantenga constante en el interior de las células. El metabolismo permite que el cuerpo humano mantenga un funcionamiento normal, adecuado, mediante procesos como la regulación de la temperatura y el equilibrio del pH. Para ilustrar mentalmente esto, toma el ejemplo de la sangre. La homeostasis de las hormonas en la sangre; es decir, su nivel óptimo, se logra gracias a ciertos mecanismos: si el nivel de hormonas sube o baja en demasía, su producción debe también disminuir o aumentar para no provocar un desequilibrio. 1.2. Tópico 2: Niveles de organización de los seres vivos La materia se organiza en diferentes niveles de complejidad creciente denominados niveles de organización. 1.2.1. Los seres vivos están formados por células El cuerpo de todos los seres vivos está compuestos por células. La célula es la parte más pequeña de la que están formados los seres vivos y es capaz de actuar de manera autónoma, es decir, realizan las funciones de nutrición, relación y reproducción. Algunos seres vivos se componen de una sola célula (unicelulares), pero la mayoría tienen muchas más células (pluricelulares): por ejemplo en nuestro cuerpo, hay al menos unos diez billones de células. Existen diversas clases de células, con formas y tamaños muy diferentes. 1.2.2. Partes de la célula Aunque parezcan muy diferentes, todas las células poseen la misma estructura: La membrana: Es una cubierta que rodea la célula y la separa del exterior. El núcleo: Es la parte que controla el funcionamiento de la célula. Tiene forma redondeada y se encuentra dentro del citoplasma. El citoplasma: Es un material gelatinoso, es la parte que queda entre la membrana y el núcleo. Está formado por agua con numerosas sustancias disueltas. Además en él encontramos diversos orgánulos, que son distintas partes de la célula, cada una con una función.
Las células vegetales poseen, además, una pared dura por fuera de la membrana. Por eso los tallos de algunas plantas son tan duros (ramas y troncos). Son normalmente más grandes que las de los animales y su forma es más regular, prismática. Además las células vegetales poseen unos orgánulos llamados cloroplasto. Las células animales tienen formas muy variadas: Esféricas, cúbicas, estrelladas, y a veces son muy irregulares. 1.2.3. Organización de los seres vivos Todos los seres vivos están formados por células. Los animales y las plantas están formados por un número muy alto de células y reciben el nombre de seres pluricelulares. Otros seres vivos en cambio, están formados por una sola célula. Se llaman seres unicelulares. Su única célula lleva a cabo todas las funciones vitales. Son unicelulares las bacterias y los protozoos, como los paramecios y las amebas. También ciertos hongos, como las levaduras y algunas algas. Los seres pluricelulares, ya sean animales o plantas, están formados por células de muchos tipos diferentes. Estas células se organizan y se unen entre sí de un modo determinado, como las piezas de un puzle. Las células diferenciadas y especializadas pueden organizarse formando: Las células forman tejidos. Los tejidos están formados por células similares que realizan la misma función. Por ejemplo, el tejido muscular se forma por la unión de numerosas células musculares. Estas células son especializadas en producir movimientos. Los tejidos forman órganos. Los órganos están formados por varios tejidos que trabajan conjuntamente para realizar una función. Por ejemplo, los músculos, el corazón y los huesos son órganos. Los órganos forman sistemas. Los sistemas están formados por órganos que realizan la misma función. Por ejemplo el sistema óseo está formado por los huesos. Los sistemas y los órganos forman aparatos. Los aparatos están formados por sistemas y órganos diferentes que realizan coordinadamente una función. Por ejemplo el sistema óseo y el sistema muscular constituyen el aparato locomotor. La unión de los aparatos y sistemas da lugar a un organismo. Un organismo es un ser vivo completo. En resumen, en los seres pluricelulares, las células se agrupan y pueden formar tejidos, órganos, aparatos y sistemas.
1.3. Fotosíntesis y respiración celular 1.3.1. La fotosíntesis Es la transformación de energía lumínica en energía química, proceso mediante el cual se sintetizan compuestos orgánicos partiendo de compuestos inorgánicos, utilizando la luz como fuente de energía y produciendo oxígeno (O) como desecho. Esta función metabólica se lleva a cabo en las plantas pero también en las algas verdiazules y en las bacterias que poseen los pigmentos fotosintéticos localizados en los cloroplastos. El cloroplasto es un orgánulo celular, normalmente de forma discoidal; tiene dos membranas e internamente un fluido llamado estroma que contiene gránulos de almidón, ADN circular, ribosomas y los tilacoides, unas membranas que a veces se presentan como discos apilados llamados grana. En la membrana de los tilacoides se encuentran los pigmentos fotosintéticos responsables de la fase lumínica de la fotosíntesis mientras que en el estroma ocurre la fase oscura que en la actualidad es llamada el ciclo Calvin-Benson. Los pigmentos fotosintéticos son los compuestos que absorben la luz, aquellos que intervienen en la fotosíntesis son verdes porque están constituidos por la clorofila: transforman la energía lumínica en energía química (ATP– adenosín trifosfato). Hay diferentes tipos de clorofila: Clorofila a: se encuentra en las plantas superiores, en los tilacoides de los cloroplastos formando el fotosistema I; Clorofila b: se encuentra en las plantas superiores, en los tilacoides de los cloroplastos formando el fotosistema II, la clorofila a se diferencia de la clorofila b por su estructura molecular y por su forma de absorber la energía solar; Clorofila c: se encuentra en las algas; Clorofila d: se encuentra en las algas; Bacterioclorofila: se encuentra en las bacterias.
Hay también pigmentos accesorios que no participan directamente en la fotosíntesis, pero son capaces de captar la luz solar y pasarla a la clorofila como el beta-caroteno de color rojo o naranja y las xantofilas de color amarillo (carotenoides). La fotosíntesis se divide en dos fases: fase lumínica y ciclo de Calvin-Benson. La fase lumínica a su vez, se divide en dos etapas que son la fotofosforilación y la fotólisis del agua. La fotofosforilación es una fase cíclica: comienza cuando la energía lumínica es absorbida por la clorofila a. Los electrones de la molécula de clorofila a, al ser alcanzados por un fotón aumentan su nivel energético entonces en el fotosistema II se desprende un electrón que viaja a través de una serie de proteínas, cuya función es la del transporte electrónico, luego baja a fotosistema I, liberando energía para producir ATP: el ciclo se completa cuando el electrón regresa a la molécula de clorofila y durante esta fase se forman 2 ATP por cada electrón transferido. La fotólisis del agua es una fase no cíclica: en esta fase se origina el hidrógeno (H) necesario para la elaboración fotosintética de los alimentos. Cuando la molécula de clorofila b absorbe la luz, pasa a un estado de alta energía, libera electrones que no volverán a la molécula de clorofila b, por eso esta fase se define como no es cíclica. La reacción que sigue es que la clorofila actúa sobre la molécula de agua (H₂O) y la rompe separándola en sus dos elementos: Una molécula de oxígeno, que se desprende y sale al exterior por los estomas ya que este gas no es útil en el cloroplasto y Dos moléculas de hidrógeno, que son retenidas por los aceptores o compuestos orgánicos encargados de transportar los elementos químicos de unas reacciones a otras. La fotofosforilación y la fotólisis del agua ocurren simultáneamente y de forma continua, aun cuando pueden ser independientes: en el curso de las reacciones la energía luminosa se convierte en energía eléctrica y esta a su vez en energía química que se almacena en los enlaces NADPH (nicotinamida adenina dinucleótido fosfato – un coenzima) y APT. 1.3.2. Respiración celular Tiene la finalidad de liberar la energía química contenida en la glucosa para que sea utilizada en el organismo y se lleva a cabo en la matriz mitocondrial. Los tipos básicos de respiración celular son la respiración aeróbica y la anaeróbica, siendo la segunda característica de los organismos unicelulares. En los dos tipos de respiración el compuesto a degradar es la glucosa; ambas empiezan con las mismas reacciones químicas en la vía de la glucolisis, después de esta se diferencian. 1.3.3. Respiración aeróbica Comienza con la degradación de la molécula de glucosa con la glucólisis, ya vista y sigue con el ciclo de Krebs y el transporte electrónico. Se pueden diferenciar dos rutas, la ruta del carbono que comprende glucólisis y ciclo de Krebs donde se liberan átomos de carbono en forma de CO₂ y la ruta del hidrógeno que comprende el transporte electrónico donde los átomos de hidrógeno son transferidos hasta el oxígeno formando agua. Después de la glucólisis, el ácido pirúvico es transformado en acetil ~CoA (un compuesto con tres carbonos)
1.4. Teorías sobre el origen de la vida 1.4.1. Creacionismo Atribuye la existencia de la vida a una “fuerza creadora” desconocida. Esta idea surgió quizá del hombre primitivo y se reforzó en las primeras culturas, como la egipcia o la mesopotámica. La teoría creacionista considera que la vida, al igual que todo el Cosmos, se originó por la voluntad creadora de un “ser divino”. 1.4.2. Teoría de la panspermia A principios del siglo XX, el científico llamado Svante Arrhenius propuso que la vida había llegado a la Tierra en forma de bacterias, procedente del espacio exterior, de un planeta en el que ya existían. Aunque a esta teoría se le pueden poner dos objeciones: No explica cómo se originó la vida en el planeta de donde provienen las “bacterias”. Sería imposible que cualquier forma de vida puede atravesar la atmósfera de la Tierra sin quemarse debido a que se ha comprobado que cuando penetran el planeta se alcanzan elevadas temperaturas. 1.4.3. Teoría de la generación espontánea o abiogénesis. “Esta hipótesis plantea la idea de que la materia no viviente puede originar vida por sí misma”. Aristóteles pensaba que algunas porciones de materia contienen un "principio activo" y que
gracias a él y a ciertas condiciones adecuadas podían producir un ser vivo. Este principio activo se compara con el concepto de energía, la cual se considera como una capacidad para la acción. Según Aristóteles, el huevo poseía ese principio activo, el cual dirigir una serie de eventos que podía originar la vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un principio activo que lo convertía en pollo, el huevo de pez lo convertía en pez, y así sucesivamente. También se creyó que la basura o elementos en descomposición podían producir organismos vivos, cuando actualmente se sabe que los gusanos que se desarrollan en la basura son larvas de insectos. 1.4.4. Teoría de Oparin (abiótica o quimiosintética). El soviético A. I. Oparin y el inglés J. B. S. Haldane publicaron (en 1924 y 1929, respectivamente) trabajos independientes acerca del origen de la vida con un enfoque materialista. Sin embargo la obra realizada por Oparin es más conocida y extensa, este autor concibió una atmósfera primitiva de naturaleza química reductora, formada por metano, amoniaco, vapor de agua e hidrógeno que gracias a la acción de los rayos ultravioleta y otras formas de energía, las sustancias nombradas anteriormente dieron lugar a diversos compuestos orgánicos. Tales rayos consiguieron penetrar hasta la superficie de la Tierra porque, con la ausencia de oxígeno en la atmósfera, resultaba imposible la existencia la existencia de una capa de ozono como la que, afortunadamente, protege al planeta desde hace muchos millones de años. Es importante anotar que, en 1952, el estadounidense S. L. Mille demostró experimentalmente que esta de la teoría de Oparin pudo corresponder con lo ocurrido. Para ello, construyó un aparato donde introdujo una mezcla de metano, amónico, vapor de agua e hidrógeno y, después de someterla a descargas eléctricas durante una semana, obtuvo, según lo demostraron los análisis químicos, entre ellos algunos aminoácidos. Experimento de Miller Pero la teoría de Oparin no se detiene en la formación de compuestos orgánicos, sino que propone que posteriormente se formaron amontonamientos o agregados moleculares de constitución química diversa (llamados coacervados), visualizados como una especie de puente entre los compuestos orgánicos y las células.
Coacervados Para Oparin, entre los coacervados más estables se produciría una selección natural que permitiría seguir evolucionando hacia niveles superiores de organización. 1.4.5. Teoría celular La primera aportación a esta teoría se atribuye al inglés Robert Hooke (1635-1703). Fue en el año 1665 cuando este científico realizó cortes muy delgados de tejido de corcho y, mediante observación microscópica se percató de que estaban formados por una gran cantidad de pequeños espacios a los que llamó celdillas o células. De igual manera la idea de la célula como unidad biológica nació en el siglo XVII gracias a las aportaciones de varios científicos, entre ellos el holandés Anton Van Leeuwenhoek (1632-1723) autodidacta y constructor de sus propios microscopios, que lograban amplificar las imágenes unas 300 veces, lo cual contribuyó ampliamente a que pudiera observar células que poseían movimiento en agua, ya fuera en el sarro de sus dietes o en semen. Fina capa de corcho observado al microscopio. Se observan celadas parecidas a los panales de abejas. Posteriormente en 1831 el escocés Robert Brown (1773-1858) describió un corpúsculo constante en todas las células, al que llamó núcleo. Por otra parte, en Inglaterra, Joseph Lister
(1827-1912) creó un microscopio de doble lente, mucho más potente con lo cual pudo ser posible que se realizaran observaciones más precisas en las células. Basándose en los estudios que se sacaban de mencionar los alemanes Matthias Jakob Schleiden (1804 - 1881) y Theodor Schwann (1810 – 1882) propusieron en 1839 los primeros dos principios de la teoría celular. 3. Postulados básicos de la teoría celular. 1. Unidad de estructura. La célula es la unidad anatómica o estructural de los seres vivos, porque se dice que todos los seres vivos están formados por al menos una célula. 2. Unidad de función. La célula es la unidad fisiológica o de función de los seres vivos, porque cada célula lleva a cabo funciones propias de un ser vivo (nutrición, crecimiento, reproducción y muerte) y especificas (las funciones que corresponden a un tejido). 3. Unidad de origen. Toda célula proviene de otra, semejante ya existente. Este postulado puso final a la teoría de la generación espontánea, ya que demostró que cada célula porta en sus genes las características hereditarias de su estirpe. La autoría de este postulado, fue adjudicado durante mucho tiempo al alemán Rudolf Virchow (1821-1902); sin embargo, estudios históricos recientes demuestran que el cinetífico germano-polaco Robert Remark (1815 – 1865). 1.5. Teorías de la evolución de las especies La teoría de la evolución es un conjunto de conocimientos y evidencias científicas que explican un fenómeno: la evolución biológica. Esta explica que los seres vivos no aparecen de la nada y porque sí, sino que tienen un origen y que van cambiando poco a poco. En ocasiones, estos cambios provocan que de un mismo ser vivo, o ancestro, surjan otros dos distintos, dos especies. Estas dos especies son lo suficientemente distintas como para poder reconocerlas por separado y sin lugar a dudas. A los cambios paulatinos se les conoce como evolución, pues el ser vivo cambia hacia algo distinto. La evolución está mediada por algo llamado generalmente "selección natural", aunque este término es muy vago. Un término más correcto es la presión selectiva. La teoría de la evolución explica que los seres vivos no aparecen de la nada y porque sí. Con este nombre se entiende un factor que "presiona" estos cambios en una dirección. Por ejemplo, la sequedad de un desierto presionará a todas las especies para tener una mayor resistencia a la deshidratación, mientras que los menos adaptados morirán y se perderán en la historia. Los cambios evolutivos, como ya podemos deducir, suelen ser adaptativos, grosso modo, lo que implica que adaptan a la especie según la presión selectiva que sufre (o la hace desaparecer para siempre). La teoría de la evolución no es nada sencilla y ha ido creciendo enormemente durante la historia de la biología. Hoy día este corpus es tan grande que se estudian efectos y apartados concretos del mismo; y existen especialistas dedicado exclusivamente a comprender partes muy específicos de la teoría. 2. Grupo temático: sistemas de vida 2.1. Tópico: Avances científicos y salud
2.1.1. Avances en descubrir las causas genéticas de enfermedades comunes Varios grupos de científicos han avanzado considerablemente en la investigación sobre las causas genéticas de siete enfermedades comunes, entre las que se incluyen la diabetes, la artritis y la hipertensión, completando el mayor análisis del genoma humano. Utilizando nuevas técnicas para examinar el ADN de miles de pacientes, los científicos observaron también elementos genéticos comunes en casos de enfermedades coronarias. Sus descubrimientos allanan el camino hacia mejores tratamientos y posibles curas para los millones de personas que desarrollan estas enfermedades cada día. 2.1.2. Identifican nuevos genes del cáncer de mama Ha sido identificado un nuevo grupo de marcadores genéticos comunes del cáncer de mama, lo que constituye el avance más importante de los últimos diez años de cara a la comprensión de esta enfermedad. Los científicos han descubierto que si alguno de estos cuatro genes está defectuoso se pueden incrementar las posibilidades de que se desarrolle un cáncer de mama; estas posibilidades pueden aumentar hasta un 60% si son dos los genes que están defectuosos. Esto explica por qué las mujeres que tienen algún pariente cercano con cáncer de mama tienen el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad y ofrece la esperanza de poder desarrollar un test que detecte estos genes en un futuro próximo. Los científicos esperan también que estas mismas técnicas ayuden a desvelar el origen de otros cánceres. Hasta un 10% de los cánceres de mama tienen un componente genético y los genes descubiertos por los científicos están relacionados con el 25% de ellos. Sin embargo, a nivel global los genes descubiertos equivalen tan solo a un 4%, es decir apenas unos 179 de los 44.000 cánceres de mama diagnosticados cada año. 2.1.3. Vacuna contra Alzheimer Una vacuna de ADN ha reducido con éxito los síntomas del Alzheimer en ratones, pudiendo llegar a constituir el primer tratamiento preventivo y reconstituyente para el Alzheimer sin efectos secundarios importantes. El Alzheimer progresa por una producción excesiva de unas proteínas diminutas, conocidas como péptidos amiloide beta (Ab), formando unas placas en el cerebro que interfieren en su función. Esto da lugar a una pérdida de memoria, seguida de un continuo deterioro mental. Siempre se ha considerado que el mejor modo de hacer frente a este problema sería la obtención de una vacuna que hiciese que el sistema inmunológico eliminase estas placas, pero hasta ahora, los logros habían sido muy limitados. Según los científicos de la materia la nueva vacuna es diferente, porque en vez de utilizar el propio péptido Ab para estimular la producción de anticuerpos, emplea un trozo de ADN que codifica para el péptido Ab. 2.1.4. Avances en tratamiento contra cáncer de pulmón Por primera vez desde hace décadas, los médicos han logrado avances en el tratamiento del cáncer de pulmón al aplicar quimioterapia en unas sesiones posteriores a la cirugía. Desde hace años los médicos han considerado que la quimioterapia no es eficaz contra el cáncer de pulmón. Pero recientes investigaciones parecen demostrar todo lo contrario, y desde hace unos meses en los Estados Unidos la política está cambiando. A pacientes que se encuentran en la primera fase de cáncer de pulmón y se someten a una cirugía para extirpar el tumor, también
se les aplicas sesiones posteriores de quimioterapia, una práctica común en otros tipos de canceres como de pecho o colon. El cambio es fruto de dos investigaciones expuestas durante un congreso sobre cáncer hace dos años. Se demostró que el 69% de los pacientes que habían recibido cirugía y quimioterapia seguían vivos cinco años después de su tratamiento comparado con el 54 % de pacientes que tan solo habían recibido cirugía. En este experimento los pacientes fueron tratados con una combinación de cisplatino y vinorelbina una vez a la semana durante 16 semanas. 2.1.5. Avances en tratamientos contra leucemia Un equipo de científicos de un centro dedicado a la investigación sobre el cáncer ha descubierto que un derivado de una planta es capaz de atacar a las raíces de leucemia. La planta matricaria cuyo nombre científico es Tanacetum parthenium es una planta parecida a las margaritas y es la fuente de un agente, la partenolida, que mata a las células madre de leucemia mejor que ninguna otra terapia según los resultados de las investigaciones de este equipo que aparecen publicados en la edición digital de la revista científica Blood. Se tardarán meses en desarrollar un compuesto farmacéutico a partir de la partenolida, aunque ya están trabajando los autores de esta investigación médica con un equipo de investigadores químicos quienes han identificado una molécula soluble con las mismas propiedades que la partenolida. Según el director de la investigación este proyecto representa un paso muy importante en poner la base para el desarrollo de una nueva terapia para la leucemia. Por primera vez se han logrado pruebas que demuestran que es posible matar las células madre de leucemia con una sustancia (partenolida). Es la primera vez que se identifique una sustancia capaz de actuar contra leucemia myeloid a nivel de células madre. Los tratamientos actuales contra este tipo de cáncer no llegan a las células donde nace un cáncer. En otras palabras, no llegan a la raíz de la enfermedad. 2.1.6. La sangre de cordón umbilical ya ha curado a unas 10.000 personas Más de 40 avances avalan su investigación con fines terapéuticos. En los últimos 5 años, científicos de todo el mundo han demostrado con sus investigaciones que no es necesario destruir embriones. El debate en torno a las dos líneas de investigación con las que se trabaja actualmente para obtener células madre, la que utiliza células adultas, normalmente del propio paciente, y la que destruye embriones para conseguirlas, no tiene ningún fundamento. Las investigaciones hechas con embriones en todo el mundo para obtener células madre no han mostrado ni un solo avance terapéutico válido o aplicable. Pero, los estudios realizados en ese mismo tiempo con células madre adultas o de cordón umbilical han logrado ya más de 40 avances terapéuticos. 2.1.7. Los avances en el sistema renal Un equipo de investigadores estadounidenses están probando el uso de células madre adultas para prevenir y tratar el fracaso renal agudo. Científicos de biotecnología, se han unido para llevar a cabo una nueva técnica que intente evitar el fallo renal agudo que suele aquejar a los pacientes sometidos a cirugía cardiovascular.
El ensayo se va a llevar a cabo con 15 pacientes, utilizando células de adultos sanos de donantes de médula ósea que son inyectadas en el torrente sanguíneo a través de un catéter hasta los riñones. Por otra parte, científicos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona han conseguido crear, a partir de un cabello, células madre con las propiedades de las embrionarias. El método es tan eficaz que funciona incluso con un solo cabello humano y sus células son indistinguibles de las células madre procedentes de embriones en actividad genética, capacidad de crecimiento y versatilidad. Además, como sucede con otras células obtenidas del propio paciente, tienen la ventaja sobre las embrionarias de no provocar rechazo. Esta línea de investigación ya se había realizado durante algún tiempo, pero utilizando la piel como fuente de células madre. Mención especial requieren los éxitos obtenidos en investigaciones que han utilizado sangre del cordón umbilical para extraer células madre. La sangre de cordón umbilical ya ha curado a 10.000 personas. 2.1.8. Gran avance en investigación de células madre La ciencia y los políticos podrían tener un asunto menos del que preocuparse. Investigadores japoneses y estadounidenses informan que han sido capaces de transformar células cutáneas humanas en células madre potenciales, lo cual podría revolucionar la medicina y conducir a curas potenciales a numerosas enfermedades. Sí, todos hemos oído proclamaciones de este tipo anteriormente, pero por diversas razones, esta vez la afirmación podría ser cierta. Si este es el caso, éste descubrimiento podría acabar de forma efectiva con el debate ético relativo a la destrucción de embriones para la extracción de células destinadas a la investigación. Grupos de científicos japoneses y estadounidenses emplearon un virus para que añadiese 4 genes nuevos en cada célula de piel humana. Algunas de ellas mutaron después en células madre pluripotenciales, la clase de células capaz de convertirse en casi cualquier tipo de célula corporal. En estos momentos, los científicos ya han logrado transformar a estas células en tejido cardíaco, cerebral y muscular. 3. Grupo temático: La Tierra como nuestro hábitat 3.1. Tópico: Origen de la tierra La datación radiométrica ha permitido a los científicos calcular la edad de la Tierra en 4.650 millones de años. Aunque las piedras más antiguas de la Tierra datadas de esta forma, no tienen más de 4.000 millones de años, los meteoritos, que se corresponden geológicamente con el núcleo de la Tierra, dan fechas de unos 4.500 millones de años y la cristalización del núcleo y de los cuerpos precursores de los meteoritos, se cree que ha ocurrido al mismo tiempo, unos 150 millones de años después de formarse la Tierra y el Sistema Solar. Después de condensarse a partir del polvo cósmico y del gas mediante la atracción gravitacional, la Tierra habría sido casi homogénea y relativamente fría. En la etapa siguiente de su formación, cuando la Tierra se hizo más caliente, comenzó a fundirse bajo la influencia de la gravedad. Esto produjo la diferenciación entre la corteza, el manto y el núcleo, con los silicatos más ligeros moviéndose hacia arriba para formar la corteza y el manto y los elementos más pesados, sobre todo el hierro y el níquel, sumergiéndose hacia el centro de la Tierra, para formar el núcleo.
Al mismo tiempo, la erupción volcánica, provocó la salida de vapores y gases volátiles y ligeros de manto y corteza. Algunos eran atrapados por la gravedad de la Tierra y formaron la atmósfera primitiva, mientras que el vapor de agua condensado formó los primeros océanos del mundo. 3.1.1. El hombre parte del todo. El ser humano forma parte integral del todo cósmico y orgánico. Carl Sagan, un astrónomo estadounidense señalaba que, habiéndose originado el Universo en una gran explosión que diseminó polvo de estrella por todos los rincones, es muy probable que en el organismo de cada uno de nosotros haya pequeñas partículas estelares. El médico Indo norteamericano Deepak Chopra, al explicar que cada uno de nosotros forma parte de un todo, y que el todo está en cada uno de nosotros, dice que día a día los seres humanos, y todas las cosas de la creación, están cambiando y que en este proceso existe, sin lugar a dudas, un intercambio de partículas. 3.1.2. ¿Dónde estamos? Estamos en el espacio y éste es el marco mayor donde nos desenvolvemos. Allí aprovechamos la luz solar, respiramos, recibimos la influencia de las mareas y se posibilita la comunicación a través de las ondas de radio que están dispersas en él. En este marco, el hombre se ha convertido en un agresor del equilibrio del planeta, pues actúa egoístamente, ubicándose como el amo y señor de la Tierra. En este rol ha generado grandes daños a la naturaleza en general, como son el hoyo en la capa de ozono, la contaminación de los océanos y la desforestación de pulmones terrestres, como la Amazonía, por citar alguno. La Tierra debe considerarse como un ser vivo que sufre con las agresiones, se compensa con los beneficios y se lamenta con los descuidos. Nuestro planeta no está muerto; tiene vida propia y por eso debemos cuidarlo. Su vida, cuya duración no conocemos, debe contener a miles de generaciones por venir. 3.1.3. Paralelos y meridianos Piensa que envuelves un globo o con una hoja cuadriculada. Verás que hay líneas que se reparten alrededor de la esfera de norte a sur y de este a oeste. Las que son verticales, llevan el nombre de meridianos (en la imagen) y parten desde el Meridiano 0, llamado Greenwich, en donde se supone que comienza a medirse la hora.
Cada cierto trecho hay otro meridiano y el espacio que queda entre dos de estas líneas se llama huso, porque tiene la forma de ese instrumento para hilar. Alrededor de la Tierra hay 24 meridianos y cada uno de los husos que hay entre ellos representa una hora del reloj. Las divisiones horizontales se llaman paralelos (en la imagen) y la más larga de ellas está en el medio de la Tierra, en su parte más “gorda”: es lo que conocemos como el Ecuador. Hacia el norte y hacia el sur las líneas van siendo cada vez más cortas, hasta llegar a los llamados círculos polares, que son las circunferencias más pequeñas que hay en la parte de “arriba” y “abajo” del globo terráqueo. 3.1.4. El día y la noche Cuando el sol alumbra es de día, cuando se esconde y llega la oscuridad, es de noche. Las plantas, los animales y en general todas las formas de vida en la Tierra, saben distinguir entre la luz y la sombra; la etapa de la actividad y el reposo. Sin embargo, dividir el día en 24 horas, también es un acuerdo entre los seres humanos. Sí: un acuerdo que fue tomado en concordancia al movimiento del planeta en torno a su propio eje. La duración del día y la noche depende del tiempo que el Sol alumbre determinada superficie. Si un planeta se mueve muy rápido sobre sí mismo, las noches y los días se sucederán con gran rapidez. Por el contrario, si se mueve lentamente, los días serán más duraderos de lo que nosotros conocemos, al igual que las noches. El ser humano está en perfecta simbiosis con su medio. Así el día y la noche, en el mundo que lo rodea, tiene su equivalente interno: el día y la noche que marca el reloj biológico. Ciertas hormonas, como la del crecimiento, sólo se activan durante el sueño; la fijación del calcio en el organismo, tiene que ver directamente con las horas de exposición a la luz. Hay muchos otros ejemplos que tu profesor de biología puede darte o que tú puedes descubrir. 3.1.5. Líquido vital La Tierra es el único planeta del Sistema Solar en el que se ha detectado vida. Esto ocurre porque está a una distancia adecuada del Sol: no tan cerca como para que ardamos, ni tan lejos para que nos congelemos. Aunque en los demás planetas del Sistema Solar existe la misma mezcla de más de un centenar de elementos que, en conjunto, constituyen las rocas, el aire y las células vivas, sólo la Tierra está a una distancia del Sol que permite la existencia de agua en todos sus estados. En forma de ríos y mares (estado líquido) el agua puede erosionar montañas y volverlas a construir a partir de sedimentos. En forma de nubes (estado gaseoso) protege a grades zonas terrestres de los abrasadores rayos del Sol. En forma de hielo (estado sólido) constituye una importante reserva y además, un elemento moderador del clima en todo el planeta. 3.1.6. La Tierra por dentro
En el interior La Tierra es de forma esférica, aunque ligeramente achatada en los polos. Tiene un radio en el ecuador (desde cualquier punto de la línea del ecuador hasta el centro) de 6.358 kilómetros; y un radio polar (desde cualquiera de los polos al centro) de 6.357 kilómetros. Está formada por varias capas, una dentro de otra. Si pudiéramos cortar la Tierra por la mitad, tendría el aspecto de media cebolla, con sus capas en forma de una serie de anillos concéntricos. Cada capa tiene sus propiedades particulares, según sean las rocas que contiene y dependiendo de la profundidad a la que se encuentre. Para su estudio, las capas terrestres pueden dividirse en tres regiones fundamentales. La región exterior, llamada corteza, es la más delgada y podría compararse con la piel de una manzana. Bajo la corteza está el manto y luego el núcleo de la Tierra. 3.1.7. Mares y continentes Existen dos tipos de corteza: continental y oceánica. La primera es menos densa y tiene un grosor de 30 kilómetros. Debajo de las grandes cordilleras, su grosor puede llegar hasta los 60 kilómetros. La corteza superior, en las zonas continentales, recibe el nombre de sial, porque contiene fundamentalmente sílice y aluminio. La corteza oceánica y la que se encuentra debajo del sial en las zonas continentales, recibe el nombre de sima, porque contiene sílice y magnesio. 3.1.8. La capa intermedia
La parte superior del manto está formada por tres capas. La capa superior, delgada y rígida se extiende hasta una profundidad entre los 60 y los 100 kilómetros. Después se encuentra una capa llamada astenósfera que llega hasta unos 200 kilómetros. Debajo de ellas hay una capa basal gruesa que llega hasta una profundidad de unos 70 km. La capa superior del manto y la corteza reciben conjuntamente el nombre de litósfera, la que está dividida en una serie de placas. Entre la litósfera y la astenósfera, la temperatura y la presión son tales que parte de la roca se funde. La roca fundida o magma, forma una capa delgada sobre la que flotan las capas de la litosfera, y sobre las que se desplazan, produciendo la deriva continental. La parte superior del manto está separada de la inferior por otra divisoria. Aquí la densidad de la roca vuelve a aumentar, y el manto está compuesto fundamentalmente de una roca pesada y de color oscuro. El manto inferior contiene también otras rocas aún más pesadas, formadas como resultado de la tremenda presión ejercidas por las rocas que hay por encima de ellas. El manto inferior se extiende hasta una profundidad de 2.900 kilómetros. 3.1.9. El centro de la Tierra El núcleo exterior de la Tierra se compone de roca fundida. A unos 5.000 kilómetros de profundidad comienza el núcleo interior; se cree que es sólido y formado básicamente por hierro y níquel. A pesar de ser sólo el 16 por ciento del volumen de la Tierra, constituye casi un tercio de su masa total. Al girar la Tierra sobre su eje, el metal fundido del núcleo exterior permite que el manto y la corteza giren ligeramente más de prisa que el núcleo interior. Debido a esta diferencia, se genera una corriente eléctrica en el seno del núcleo, de modo similar a la que se genera en la dínamo de una bicicleta al girar la rueda. La corriente eléctrica del núcleo de la Tierra produce un campo magnético.
Los polos magnéticos de la Tierra no coinciden con los extremos de su eje de rotación (polos geográficos). Además, su posición cambia continuamente. Esto se llama deriva polar. 4. Continentes a la deriva Las masas de Tierra del mundo pueden dividirse en cinco regiones fundamentales. Estas son Europa y Asia (llamada a veces Eurasia), América del Norte y América del Sur, África, Australasia y la Antártida. Estas masas de tierra reciben el nombre de continentes. Los geógrafos del siglo XVII se dieron cuenta, que los continentes podían encajarse como piezas de un enorme rompecabezas. Por ejemplo, las costas occidentales de Europa y África por un lado, parecen encajar con la costa este de América del Norte y del Sur. En 1858 Antonio Snider-Pellegrini sugirió que, posiblemente, los continentes hubieran estado unidos en algún momento, y que después se habría separado. Sin embargo, por aquel entonces había pocas evidencias que respaldaran esta idea. A comienzos del siglo XX, un científico y explorador alemán, Alfred Wegener, decidió buscar pruebas más definidas de que los continentes se habían separado. Durante sus viajes se dio cuenta que ciertos fósiles sudafricanos y sudamericanos eran similares. Estos fósiles probablemente fueron de un reptil llamado Mesosaurus que no aparece en ninguna otra parte de la Tierra. Wegener encontró también, fósiles de una hoja llamada glossopteris, en depósitos de la misma edad en Sudáfrica, Sudamérica, India y Australia. Para Wegener, estos ejemplos eran evidencias de que se había producido una deriva continental. Recientemente, los científicos han desarrollado nuevas teorías acerca de poderosas fuerzas que causan la deriva continental. La corteza terrestre está dividida en varias secciones grandes y flexibles de unos 100 kilómetros de grosor, que reciben el nombre de placas tectónicas. Los lechos oceánicos y las masas continentales se encuentran sobre estas placas. Están continuamente en movimiento. La tremenda energía térmica desprendida por el núcleo de la Tierra, calienta los materiales en la profundidad del manto haciéndolos ascender. Esto obliga a las placas a separarse. En otros lugares, el material más frío del manto es arrastrado hacia el núcleo. Esto hace que las placas de la corteza se vean empujadas una contra otra, e incluso arrastradas hacia abajo, al interior del magma. Allí son consumidas por el intenso calor y la presión. El ascenso y descenso de la materia caliente y fría del manto recibe el nombre de ciclo de convección. 3.2. Conservación de los recursos naturales Se denominan recursos naturales a aquellos bienes materiales y servicios que proporciona la naturaleza sin alteración por parte del hombre; y que son valiosos para las sociedades humanas por contribuir a su bienestar y desarrollo de manera directa (materias primas, minerales,
alimentos) o indirecta (servicios ecológicos indispensables para la continuidad de la vida en el planeta). Los economistas entienden que todos los medios son siempre escasos frente a la amplitud y diversidad de los deseos humanos, que es como explican las necesidades; definiéndose precisamente la economía como la ciencia que estudia las leyes que rigen la distribución de esos recursos entre los distintos fines posibles. Bajo esta óptica, los recursos naturales se refieren a los factores de producción proporcionados por la naturaleza sin modificación previa realizada por el hombre; y se diferencian de los recursos culturales y humanos en que no son generados por el hombre (como los bienes transformados, el trabajo o la tecnología). El uso de cualquier recurso natural acarrea dos conceptos a tener en cuenta: resistencia, que debe vencerse para lograr la explotación, e interdependencia. Algunos recursos naturales pueden presentar un carácter de fondo, mientras otros se consideran más como flujos. Los primeros son inherentemente agotables, mientras que los segundos sólo se agotarán si son empleados o extraídos a una tasa superior a la de su renovación. Los fondos que proporciona la naturaleza, como son los recursos mineros, pueden ser consumidos rápidamente o ahorrados para prolongar su disponibilidad. La imposibilidad de las generaciones futuras de participar en el mercado actual, interviniendo en esta decisión, constituye uno de los temas más importantes de la Economía. De acuerdo a la disponibilidad en el tiempo, tasa de generación (o regeneración) y ritmo de uso o consumo se clasifican en renovables y no renovables. Los recursos naturales renovables hacen referencia a recursos bióticos, recursos con ciclos de regeneración por encima de su extracción, el uso excesivo del mismo lo puede convertir en un recurso extinto (bosques, pesquerías, etc.) o no limitados (luz solar, mareas, vientos, etc.); mientras que los recursos naturales no renovables son generalmente depósitos limitados o con ciclos de regeneración muy por debajo de los ritmos de extracción o explotación (minería, hidrocarburos, etc.). En ocasiones es el uso abusivo y sin control lo que los convierte en agotados, como por ejemplo en el caso de la extinción de especies. Otro fenómeno puede ser que el recurso exista, pero que no pueda utilizarse, como sucede con el agua contaminada. 3.2.1. Uso y manejo de los recursos naturales Conservación de especies, comunidades y ecosistemas Ecosistemas y especies amenazados Restauración ecológica Evaluación y diagnóstico del estado de la biodiversidad (Ecología de poblaciones, Ecología de comunidades) Aprovechamiento de recursos naturales Ecología del paisaje (Planes de Ordenamiento territorial, Ordenamiento participativo del territorio, zonificación ) Rehabilitación de especies Agroecología 3.3. Mecanismos físico-químicos En la Tierra actúan simultáneamente dos tipos de procesos: los procesos endógenos: diastrofismo y vulcanismo, los cuales intervienen desde el interior de la tierra creando relieve. Por otra parte a través de los procesos exógenos que integran la Gradación, se trata de nivelar
o allanar el relieve de la tierra. Estos procesos comprenden la meteorización, la erosión y la remoción en masa. El relieve que se observa en la tierra constituye entonces el resultado del trabajo conjunto y antagónico de fuerzas que crean relieve y fuerzas quo lo modelan. Debido a la meteorización las primeras rocas que se formaron por endurecimiento de la corteza primitiva, (primeras rocas de origen magmático), se desintegraron y se descompusieron al quedar en contacto con la atmósfera. Los materiales sueltos y débiles que resultaron de este proceso dieron origen a otros tipos de rocas y diferentes tipos de suelos. 3.4. Origen de la Tierra La Tierra que conocemos tiene un aspecto muy distinto del que tenía poco después de su nacimiento, hace unos 4.470 millones de años. Entonces era un amasijo de rocas conglomeradas cuyo interior se calentó y fundió todo el planeta. Con el tiempo la corteza se secó y se volvió sólida. En las partes más bajas se acumuló el agua mientras que, por encima de la corteza terrestre, se formaba una capa de gases, la atmósfera.
Agua, tierra y aire empezaron a interactuar de forma bastante violenta ya que, mientras tanto, la lava manaba en abundancia por múltiples grietas de la corteza, que se enriquecía y transformaba gracias a toda esta actividad. 3.4.1. Formación del Sol y los planetas. Según los científicos, hace unos 13.800 millones de años se produjo una gran explosión, el Big Bang. La fuerza desencadenada impulsó la materia, extraordinariamente densa, en todas direcciones, a una velocidad próxima a la de la luz. Con el tiempo, y a medida que se alejaban del centro y reducían su velocidad, masas de esta materia se quedaron más próximas para formar, más tarde, las galaxias. No sabemos qué ocurrió en el lugar que ahora ocupamos durante los primeros 10.000 millones de años, si hubo otros soles, otros planetas, espacio vacio o, simplemente, nada. Hacia la mitad de este periodo, o quizás antes, debió formarse una galaxia.
Cerca del límite de esta galaxia, que hoy llamamos Vía Láctea, una porción de materia se condensó en una nube más densa hace unos 5.000 millones de años. Esto ocurría en muchas partes, pero esta nos interesa especialmente. Las fuerzas gravitatorias hicieron que la mayor parte de esta masa formase una esfera central y, a su alrededor, quedasen girando masas mucho más pequeñas. La masa central se convirtió en una esfera incandescente, una estrella, nuestro Sol. Las masas pequeñas también se condensaron mientras describían órbitas alrededor del Sol, formando los planetas y algunos de sus satélites. Entre ellos, uno quedó a la distancia justa y con el tamaño adecuado para tener agua en estado líquido y retener una importante envoltura gaseosa. Naturalmente, este planeta es la Tierra. 3.4.2. Sólido, líquido y gaseoso Después de un periodo inicial en que la Tierra era una masa incandescente, las capas exteriores empezaron a solidificarse, pero el calor procedente del interior las fundía de nuevo. Finalmente, la temperatura bajó lo suficiente como para permitir la formación de una corteza terrestre estable. Al principio no tenía atmósfera, y recibía muchos impactos de meteoritos. La actividad volcánica era intensa, lo que motivaba que grandes masas de lava candente saliesen al exterior y aumentasen, gradualmente, el espesor de la corteza al enfriarse y solidificarse. Esta actividad de los volcanes generó una gran cantidad de gases que acabaron formando una capa sobre la corteza. Su composición era muy distinta de la actual, pero fue la primera capa protectora y permitió la aparición del agua líquida. Algunos autores la llaman "Atmósfera I". En las erupciones, a partir del oxígeno y del hidrógeno se generaba vapor de agua, que al ascender por la atmósfera se condensaba, dando origen a las primeras lluvias. Al cabo del tiempo, con la corteza más fría, el agua de las precipitaciones se pudo mantener líquida en las zonas más profundas de la corteza, formando mares y océanos, es decir, la hidrosfera.
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