Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones
←
→
Transcripción del contenido de la página
Si su navegador no muestra la página correctamente, lea el contenido de la página a continuación
ARTÍCULOS Emiliano Sánchez Narvarte Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones Venezuelan communication intellectuals in view of chavismo: dilemas, repositioning and discussions · Emiliano Sánchez Narvarte Universidad Nacional de Córdoba y Universidad Provincial de Córdoba, Argentina Fecha de recepción: 16 de diciembre de 2020 DOI: http://dx.doi.org/10.15304/ricd.3.14.7340 Fecha de aprobación: 2 de febrero de 2021 NOTAS BIOGRÁFICAS Emiliano Sánchez Narvarte es doctor en Comunicación por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Miembro del Instituto de Investigaciones Aníbal Ford (UNLP). Becario de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Profesor Adjunto de la materia “Modernidades, medios y poder” en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP). Contacto: emiliano.sanchez@perio.unlp.edu.ar Resumen Este artículo analiza los debates y las conceptualizaciones que surgieron al interior del campo académico venezolano en torno a la relación entre Estado, política y comunicación, a partir de la reconstrucción del itinerario intelectual y la obra de Antonio Pasquali entre mediados de los años noventa del siglo pasado y los primeros años del XXI. Pasquali representó al sector de la academia vinculada a la comunicación que participó activamente de los debates sobre la organización de un servicio público de radiotelevisión desde mediados de los años setenta hasta finales de los años noventa. Dada esa importante historia de participación de la intelectualidad en el campo cultural y político local, en este trabajo partimos de la hipótesis que se produjo una reconfiguración en las modalidades de intervención intelectual en Venezuela con el triunfo de Hugo Chávez. Ello implicó no solo una transformación de las relaciones entre la intelectualidad y el Estado, en un marco de tensiones crecientes entre el campo político y el campo empresarial de las telecomunicaciones, sino también de problematización de los sentidos atribuidos al accionar estatal, a la relación entre saber y política, la noción de servicio público de la comunicación y la dirección que debían tomar las políticas culturales. Abstract This article analyses the debates and conceptualizations that emerged in the interior of the Venezuelan academic field around the relation between State, politics and communication, starting from the reconstruction of Antonio Pasquali’s intellectual itinerary and work between the mid- nineties of the last century and the first years of the 21st. Pasquali represented the academic sector linked to communication that actively participated in the debates on the organization of a public service of radio and television from the mid-sixties to the late nineties. Given that important history 88 © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730
ARTÍCULOS Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones of participation of the intellectuals in the local cultural and political field, in this work we start off the hypothesis that there was a reconfiguration in the modalities of intellectual intervention in Venezuela with Hugo Chavez triumph. It implied not only a transformation of the relations between the intellectuals and the State, in a frame of growing tensions between the political field and the telecommunication’s business field, but also the problematization of the meanings attributed to state action, to the relation between knowledge and politics, the notion of public service of communication and the direction that cultural policies should take. Palabras clave Antonio Pasquali, Teoría de la comunicación, Políticas de comunicación, Campo intelectual, Venezuela. Keywords Antonio Pasquali, Communication theory, Communication policies, Intellectual field, Venezuela. Sumario 1. Introducción 2. Repensar el servicio público. Desmonopolizar y desgubernamentalizar 3. Reconfiguración del campo político y dilemas emergentes 4. Después del golpe. Políticas estatales y reposicionamientos intelectuales 5. La intelectualidad frente a la ley resorte 6. Palabras finales Summary 1. Introduction 2. Rethink public service. Demonopolize and degovernmentalize 3. Reconfiguration of the political field and emerging dilemmas 4. After the coup. State policies and intellectual repositioning 5. The intelligentsia against the resorte law 6. Closing remarks © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730 89
ARTÍCULOS Emiliano Sánchez Narvarte ciones estatales para desarrollar el sector de las 1. INTRODUCCIÓN telecomunicaciones. Pensar sus intervenciones en estos dos planos, habilitará a poner en pers- Antonio Pasquali (1929-2019) es considerado pectiva sus posicionamientos críticos que si bien uno de los teóricos e intelectuales más destaca- cobraron mayor visibilidad durante el gobierno de dos de los estudios en comunicación en América Chávez, se pueden inscribir varios años antes, Latina (Pineda de Alcázar, 2014; Safar, 2014; cuando fundó y dirigió en 1992 la Asociación Civil Aguirre y Hernández Díaz, 2018; Hernández, Comité por una Radiotelevisión de Servicio Públi- 2019). Además de constituirse en una referencia co (RTSP). En un contexto de gobiernos neoli- académica para las escuelas y facultades de berales, el RTSP promovía el desarrollo de una comunicación de la región1, entre la década del regulación estatal que comprendiera a los me- setenta y finales de los años ochenta, Antonio dios de comunicación como un servicio público, Pasquali ocupó distintos cargos de gestión en la independiente de los intereses coyunturales del Organización de las Naciones Unidas para la poder político y de la lógica mercantil del campo Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). privado de las telecomunicaciones. Durante la dirección general de Amadou-Mahtar M'Bow en la UNESCO, entre 1978 y 1983 fue Sub- director General Adjunto del sector de la Cultura y Comunicación, en 1984 ocupó la Sub- 2. REPENSAR EL SERVICIO PÚBLICO. dirección General del Sector de las Comunica- DESMONOPOLIZAR Y ciones y, finalmente, entre 1986 y 1989 fue Coor- DESGUBERNAMENTALIZAR dinador Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe, y Director del Centro Regional Luego de una intensa actividad en la UNESCO, de Educación Superior para América Latina y el Pasquali tuvo una destacada actuación en los Caribe (CRESALC) con sede en Caracas. debates latinoamericanos ‒pero fundamental- Dada su notable trayectoria en el campo de la mente venezolanos‒ a lo largo de la década del comunicación, en este artículo, a diferencia de noventa. Sus trabajos de esos años se despla- importantes e ineludibles estudios que han abor- zaron de la pregunta por la producción cultural dado las múltiples facetas de su trayectoria aca- en un sentido más estricto, es decir, en el marco démica (Fuentes Navarro, 1991; Aguirre, 1996; de las industrias culturales, hacia las condi- Varela, 2010; Bisbal y Cañizález, 2014; Torrico ciones materiales de las telecomunicaciones. La Villanueva, 2016), nos proponemos reconstruir pregunta que se comenzó a formular fue cuáles su itinerario intelectual y sus principales concep- eran las condiciones de acceso y participación tualizaciones en torno a la relación entre comuni- de la sociedad venezolana en la producción eco- cación, Estado y política, en un tiempo que va nómica, cultural y educativa. Puntualmente con- desde principios de los años noventa hasta los sideró a las telecomunicaciones como dimen- primeros años del siglo XXI, durante el gobierno siones centrales en los procesos de democratiza- de Hugo Chávez. La reconstrucción y análisis de ción, modernización e integración regional (Pas- la obra de Pasquali se presenta como un mirador quali, 1990). Para este análisis se ocupó del privilegiado para observar los dilemas que repre- correo, el turismo, la producción editorial, la sentaron para los/as “intelectuales de la comuni- telefonía, la prensa, la radio y la televisión. El cación” (Zarowsky, 2017)2 las políticas promovi- objetivo de analizar las dimensiones antes indi- das por el gobierno de Chávez al principio de los cadas, según Pasquali, se vinculaba con la idea años dos mil, en contextos de profundización de de dar cuenta de los mecanismos que consti- antagonismos entre el campo político y el campo tuían el entramado cultural y que imposibilita- empresarial vinculado al sector de las telecomu- ban la integración y el desarrollo regional. nicaciones. Al respecto, sostuvo que la cultura no Esta periodización nos va a permitir poner de debía entenderse como una dimensión super- relieve, sincrónicamente, las actividades y los estructural, sino como componente de la “es- movimientos culturales desde los cuales Pasquali tructura” (Pasquali, 1990, p. 25): es decir, la intervino en los debates acerca del rol que debía formación y las prácticas culturales histórica- asumir el Estado en la formulación de políticas de mente producidas se volvían, en términos políti- comunicación. En clave diacrónica, se podrán cos, instancias que dificultaban los proyectos de trazar no sólo las continuidades en sus preocupa- integración, porque los países de la región si ciones y teorizaciones, sino también los desplaza- bien establecían acuerdos comerciales no consi- mientos y las reconfiguraciones teóricas del fi- deraban el entramado cultural. La cultura tam- lósofo venezolano en sus propuestas de regula- bién debía ser pensada no solo como producto, 90 © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730
ARTÍCULOS Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones sino a sí misma como modo de producción de cieros como el del banquero Orlando Castro4, en ideas, saberes y prácticas que desafiaban los asociación con el histórico Grupo Cisneros. En proyectos de integración económica. Era el ca- este punto, sostiene Capriles, las políticas de rácter dependiente de la industria cultural y de regulación llevadas adelante por Pérez desequili- las telecomunicaciones lo que había producido braban el “reparto tradicional” y siempre conflic- históricamente tales desigualdades culturales en tivo del negocio de la difusión audiovisual entre el el interior de América Latina. Era una dependen- Grupo 1BC, formado por la familia Phelps- cia que se había transformado en un proceso Granier, y el Grupo Cisneros (p. 194). En materia de concentración horizontal y vertical de las de regulación de medios de comunicación, el comunicaciones en el marco regional de priva- gobierno de Pérez decidió cerrar TVN-5, la pri- tización de los servicios públicos (Pasquali, mera señal de televisión pública venezolana 1991). (Bisbal, 2005). La TVN-5 o el Canal 5 ‒al igual que el Canal 8‒ era considerado para una franja de la Estas propuestas conceptuales deben inscri- intelectualidad como un servicio público que birse en la trama específica venezolana, cons- hacía de “contrapeso” a quienes ya controlaban tituida por las tensiones emergentes entre el el mercado de medios a nivel nacional. La ope- campo de las políticas estatales, el campo em- ración del gobierno era entendida como una presarial y el campo intelectual. A finales de los “entrega de bienes y servicios vitales del sector ochenta había ascendido al poder Carlos Andrés de las comunicaciones” (Safar y Pasquali, 1992, Pérez (1989-1993), con un programa de trans- p. 7). Puntualmente, la operación de TVN-5, se- formación denominado gran viraje, que se carac- gún Capriles (1996), era una estrategia del poder terizó por reestructurar el sector público, con presidencial para cederlo a entidades culturales procesos de privatización de empresas públicas, como la Fundación Teresa Carreño, presidida por reforma fiscal y tributaria y desregulación de la Beatrice Rangel, ex ministra del presidente Pérez política comercial. En este sentido, significó un e integrante del Grupo Cisneros (p. 202). proceso más amplio de “redefinición de las priori- dades, mecanismos y reglas de la acción estatal” En un contexto de transnacionalización de la (Kornblith, 1996, p. 9)3. cultura y de “cosmopolitismo” de la televisión, ¿el Estado tenía que flexibilizar las regulaciones La participación y militancia de Pasquali en sobre el campo de la producción cultural? Según espacios de discusión sobre las regulaciones Safar y Pasquali (1992), la función del Estado vinculadas a la producción cultural y comunica- estaba lejos de agotarse en un país en el cual la cional fue intensa a lo largo de los años noventa. clase empresarial no se inquietaba por el Hacia marzo de 1992, fundó junto a intelectuales desarrollo nacional. Por el contrario, sostenían, y académicos/as venezolanos/as ‒como Eliza- había sido el Estado el que había “levantado beth Safar, Mirnelia Castillo, Luis Aníbal Gómez, hoteles y autopistas, puertos y telecomunica- Liliane Blaser y Eduardo Pozo, entre otros‒ la ciones”. Desde una perspectiva opuesta al gran Asociación Civil Comité por una Radiotelevisión viraje neoliberal del gobierno de Pérez, de lo que de Servicio Público (RTSP). El Comité fue un se trataba era de profundizar la democracia en ámbito crítico de los procesos de privatización términos de construir políticas culturales que llevados adelante por Pérez. La estructura orga- contuvieran las necesidades de las mayorías nizativa del RTSP como “sociedad civil” era venezolanas, e iniciar un proceso “de redistri- considerada como un espacio táctico para el bución de la riqueza con equidad” (p. 5). Las grupo de intelectuales y académicos/as que lo “periferias subdesarrolladas” de los grandes componían, porque así podían establecerse diálo- imperios económico-políticos, seguían Safar y gos y tender puentes entre distintos agentes Pasquali, debían oponer alguna resistencia a las sociales, vinculados a la producción cultural más “globalizaciones” que aplanarían las diversi- allá de las filiaciones políticas. En este punto, dades, identidades y soberanías (p. 7). podía articular, en función de movimientos y demandas específicas, a una heterogeneidad de Se pueden observar una serie de desplaza- instituciones y a una multiplicidad de sectores mientos conceptuales y políticos que debemos sociales. poner de relieve en esta interpelación de los/as intelectuales de la comunicación venezolanos/as El Comité dirigido por Pasquali surgía en un en relación con las históricas demandas que se contexto de reconfiguración del mercado de la habían realizado al Estado desde las academias radiodifusión en Venezuela que, hacia 1992, y otras instituciones culturales y educativas. involucraba a nuevos actores empresariales. Cuando la intelectualidad vinculada a la investi- Según la investigación de Capriles (1996), se gación en comunicación y cultura se incorporó a vincularon al sector audiovisual grupos finan- los debates políticos de mediados de los años © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730 91
ARTÍCULOS Emiliano Sánchez Narvarte setenta, la demanda de gestión estatal tenía una emisión, comercialización y publicidad (Capriles, dirección bastante diferente de la que ahora se 1996; Sánchez Narvarte e Komissarov, 2019). proponía. Durante el primer gobierno de Carlos A diferencia de lo postulado en los tiempos Andrés Pérez (1974-1979), se diagramaron políti- del Proyecto Ratelve a mediados de los años cas vinculadas a la democratización de la pro- setenta, ahora las medidas orientadas a la regu- ducción cultural y comunicacional. En este lación del mercado de la radiodifusión hacían contexto, desde el Poder Ejecutivo se organizó un mayor énfasis en la “independencia” y en la Comité de Radio y Televisión, presidido por “pluralización” del servicio público, concebido Pasquali, para redactar el proyecto de una radio- con autonomía tanto del poder político como del difusión y televisión del Estado venezolano, que económico (Pasquali, 1991, p. 152). Financiado se denominó Proyecto Ratelve. por el erario público, debía responder a las La orientación general de la propuesta del necesidades de la sociedad y se debía promover equipo liderado por Pasquali5 entendía a la la presencia “activa y concreta del usuario y de comunicación en estrecha relación con la forma sus libres asociaciones en la gestión de las política de la organización social. El Estado debía empresas de radiodifusión” (p. 153). Se trataba convertirse en el rector de la comunidad para de revisar y trazar con mayor claridad las dis- defender y promover la libertad, la igualdad, el tancias entre Estado y gobierno. Los supuestos desarrollo y la independencia del pueblo. La clave objetivos de una “televisora” en manos del pasaba por entender a la radiodifusión como un Estado debían quedar fijados a las metas y servicio público definido como aquel que, con- necesidades nacionales. Las políticas de gobier- trolado o administrado directamente por el no, en cambio, respondían a “la interpretación del Estado, debía servir exclusivamente a intereses interés del Estado” administrado bajo un perfil colectivos, “armonizando el uso de la radio y la ideológico determinado (Safar y Pasquali, 1992, televisión con los objetivos de desarrollo na- p. 78). cional” (AAVV , 1977, p. 41). Para ser un “autén- Teniendo este horizonte teórico y político, tico servicio público”, la radiodifusión debía adap- los/as intelectuales nucleados/as en el Comité tarse a las necesidades sociales y culturales por una Radiotelevisión de Servicio Público, junto “reales” de la comunidad venezolana (p. 43). La al emergente Movimiento por el Rescate del Ca- necesidad fundamental, según el proyecto, era nal 5, organizaron mesas de diálogo y debates a que todos/as los/as ciudadanos/as tuvieran nivel nacional para producir un manifiesto y un acceso al uso de la radiodifusión como un proyecto de ley orgánica de radiotelevisión. Entre derecho otorgado por el Estado con fines educa- el centenar de referentes de la producción cul- tivos, informativos y entretenimiento, orientado a tural y académica, el Movimiento articulaba a la integración nacional y cultural del país (p. 44). miembros del Comité, como Safar; dirigentes Sobre esta base, el Estado venezolano debía políticos, como Teodoro Petkoff y Eduardo Pozo, diseñar su política de radiodifusión en cuatro del Movimiento al Socialismo; decanos univer- dimensiones principales: 1) la maximización de la sitarios; los/as cineastas Mario Handler y Alida cobertura en el territorio, incluyendo áreas no Ávila; los directivos del Consejo Nacional de rentables para la explotación de capital privado; Cultura (CONAC), Manuel Reverón y Joaquín 2) producción y diversificación de contenido para López Mujica; los intelectuales Alfredo Roffé y satisfacer las necesidades sociales; 3) dirección Héctor Silva Michelena. En las primeras decla- global del sistema de medios para armonizar el raciones del Movimiento a El Diario de Caracas el sistema público con el privado; 4) proporcionar el 5 de octubre de 1991, se afirmaba que el espacio financiamiento necesario para el desarrollo del público en el que se deliberaban las reglas de la servicio público. Para lograr los objetivos del democracia se había transformado, y una “verda- Proyecto, fue necesario discutir el régimen de dera democracia cultural” no podía ignorar a los propiedad de los medios de comunicación. La medios masivos de comunicación como territorio propuesta del informe osciló entre un sistema de en el cual se producían encuentros y discusiones, “nacionalización total de la radiodifusión” y un al tiempo que era una plataforma de amplia orden mixto (p. 59). La dirección tenía que ser llegada al pueblo venezolano. Al respecto, el planificada por el sector público sobre el conte- grupo de intelectuales y académicos/as sostenía nido de todos los mensajes transmitidos, incluso que se debía crear un “ente autónomo multi- cuando la participación pública fuese parcial. Se sectorial” que trabajara en la formulación de trazó una estructura pública de propiedad de los políticas comunicacionales capaces de “proponer instrumentos de producción, y coordinación gene- alternativas que satisfagan” las necesidades que ral de las instancias de producción, conservación, no cumplía la televisión privada ni la pública. Se aseguraba, además, que el Estado no debía 92 © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730
ARTÍCULOS Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones ceder ninguna señal de televisión “porque estaría servicio público de comunicación estuviera en renunciando a un importante componente del una situación “de abandono”. El Comité, en este desarrollo como son las comunicaciones” (Zam- punto, proponía la creación de una Comisión de brano, 1991). Medios del Poder Legislativo que garantizara “objetividad, calidad y utilidad social”. Esta comi- En este contexto de búsqueda de mayor sión sería el resultado del proceso de des- consenso entre la intelectualidad, el Comité lanzó gubernamentalización de los servicios públicos entonces la propuesta de una ley orgánica de de radio y televisión. Estos servicios públicos, radiotelevisión. En el proyecto se pueden leer seguía el documento, debían transferirse a un algunos elementos referentes a la necesidad de “ente autónomo” administrado por un ministerio desmonopolizar y de desgubernamentalizar el con las competencias para asumir la respon- mercado de las telecomunicaciones. En el docu- sabilidad de respetar la autonomía de la Comi- mento que el Comité envió al Poder Legislativo sión de Medios (AA. VV., 1992, p. 121). nacional, se planteaba a la relación entre comu- nicación y democracia como un nudo central de En las semanas posteriores a la presentación la sociedad contemporánea. Sin libre acceso y de la propuesta, en abril de 1992, Pasquali escri- participación en los procesos comunicacionales bió una serie de artículos en el diario El Nacional no se podía hablar de “auténtica” democratiza- acerca de la relación entre democracia y comuni- ción. En este sentido, se consideraba que el caciones, en los cuales buscaba profundizar en mercado de la radio y la televisión manifestaba algunos puntos del texto producido por el Comité. un alto nivel de autoritarismo y concentración: se Puntualmente, consideraba que era “imperativo” condensaba fundamentalmente en zonas urba- iniciar un proceso de “redistribución del poder de nas, sometidas a los intereses de anunciantes comunicar” (Pasquali, 1992a). Esta “redistribu- publicitarios y propietarios, con una acentuada ción” contenía una dimensión política clara: si “tendencia oligopólica”. Era una metáfora clara, existía una relación directa entre cantidad de se afirmaba, de que la democracia comunica- licencias y disposición de espacio que se ocu- cional estaba “confiscada” en unos pocos agen- paba en el espectro radioeléctrico, la empresa tes financieros. En la televisión, el pluralismo que disponía de mayor cantidad de licencias quedaba distorsionado por las empresas que ocupaba un espacio correlativamente mayor. Por acaparaban el 70 % del mercado, haciendo lo tanto, se trataba de redistribuir el espacio que referencia ‒sin nombrarlos‒ al Grupo 1CB y al ocupaban las grandes empresas en el espectro Grupo Cisneros (AA. VV., 1992, p. 120). radioeléctrico que poseía cada grupo empresarial para que ingresaran otras instituciones no guber- El Comité liderado por Pasquali sugería medi- namentales y sin fines de lucro. En este sentido, das que procuraban transformar el mercado de afirmaba Pasquali (1992b), la “real participación” las telecomunicaciones. En principio se solicitaba de la sociedad solo se daría si se generaban las la “democratización y la descomercialización” de condiciones de tener un lugar “en su órgano la concesión de frecuencias radiales y televisivas, deliberante”. sujetas a acuerdos por lo general opacos entre el poder político y el empresarial. En ese punto, se Todo este movimiento cultural e intelectual demandaba el otorgamiento de frecuencias a los iniciado en marzo de 1992, que articuló a una diversos partidos políticos, a las universidades y diversidad de agentes de distintos campos, no asociaciones civiles que eran, según el Comité, impidió el avance de las políticas de privatización. las instituciones que representaban a la sociedad A pesar de la activa participación en foros, mesas venezolana. Seguidamente, el documento daba de diálogo y eventos públicos que resultaban en un paso más y sugería “erradicar de urgencia”, comunicados y manifiestos que eran remitidos a siempre por la “vía legal”, cualquier oligopolio la prensa y a distintos partidos políticos, en el instituido en el campo de la prensa, la radio, el sector específico de las telecomunicaciones cine o la televisión. El Estado, en este punto y tanto el Canal 5 como la Compañía Anónima como garante de las necesidades de las Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV) mayorías, debía establecer una “cuota- parte fueron “entregadas al capital privado” (Safar, máxima” de mercado en cada región del país 2014, p. 53). En un análisis posterior, Pasquali (AA. VV., 1992, p. 120). sostenía, en un tono autocrítico, que la intelec- tualidad tenía poca capacidad de intervención en De todos modos, la pregunta que acechaba a los debates públicos y en general para “incidir la intelectualidad era cómo el Estado se iba a encargar de llevar estas medidas adelante, si los sucesivos gobiernos que habían asumido el poder nacional habían “cooperado” para que el © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730 93
ARTÍCULOS Emiliano Sánchez Narvarte sobre realidades concretas” en Venezuela (Safar, de las actividades económicas” vinculadas al 2001). campo telecomunicacional. Por otro lado, se posi- cionaba con claridad en cuanto a la defensa “de los intereses de los usuarios”, asegurando su derecho al “acceso a los servicios de telecomuni- 3. RECONFIGURACIONES DEL CAMPO caciones” en condiciones “de igualdad” y de POLÍTICO Y DILEMAS EMERGENTES “calidad”, además que buscaba promover y co- adyuvar el ejercicio a establecer “medios de Las elecciones presidenciales de 1998 en radiodifusión sonora y televisión abierta comuni- Venezuela se produjeron luego de varios años de tarias” sin fines de lucro, para el ejercicio del políticas que, enmarcadas en el gran viraje, derecho a la comunicación libre y plural (Ley tendieron hacia privatizaciones a gran escala en Orgánica de Telecomunicaciones, 2000). casi todos los sectores productivos, desnaciona- Las regulaciones destinadas al sector de las lización y desregulación de la economía. Antes telecomunicaciones, como vimos anteriormente, que resolver, la “fiebre neoliberal” había agudi- eran una de las demandas de una franja de la zado los problemas de desigualdad, pobreza y intelectualidad, entre ellos Pasquali, como direc- exclusión. Este proceso, sostenía Andrés Cañi- tor del RTSP. Los primeros comentarios acerca de zález, “arrastró consigo no solo la defensa de los la ley dan cuenta de que se trataba de un tipo de intereses nacionales en esferas como la industria regulación necesaria, en un sector histórica- y el agro”, sino que también había significado un mente concentrado, y además “entregado” a las retroceso importante en la “posibilidad de que el empresas privadas durante la década del Estado normara la vida de las comunicaciones” noventa, como fueron las señales estatales y la (AAVV, 2001, p. 20). compañía de servicios telefónicos. La ley pro- En diciembre de 1998, Hugo Chávez, líder del ponía una Comisión Nacional de Telecomuni- Movimiento V República (MVR), asumió la presi- caciones como ente autónomo en términos dencia de la nación. En 1999, a través de una financieros, organizativos y administrativos. consulta popular, se elaboró la Constitución de la El Comité liderado por Pasquali se había República Bolivariana de Venezuela. Al año si- consolidado como un espacio formado por una guiente, una ley habilitante facultó al presidente diversidad de expertos, académicos y referentes Chávez a emitir una serie de decretos con rango político-culturales provenientes de espacios hete- de ley, dirigidos a reorganizar la industria petro- rogéneos. Desde allí se procuraba intervenir en lera que unos años antes había sido parcialmente los debates públicos acerca del mercado cedida a las empresas transnacionales como comunicacional y el derecho a la comunicación, paso previo a su privatización, y otra ley de igual sin una clara articulación orgánica con movi- relevancia, vinculada con la reforma del latifundio mientos políticos. De todos modos, Pasquali sí como modo de organizar la propiedad de la tierra había comenzado a participar en el partido (Hernández y Reina, 2010, p. 18). Izquierda Democrática, de tendencia de centro- Esta reconfiguración que se inició con el izquierda, que desde finales de los noventa había ascenso del MVR al poder es importante para emergido tras una escisión del Movimiento al poner de relieve las tensiones entre el campo Socialismo (MAS). El partido Izquierda Demo- político y el campo económico, tensiones que crática se presentaba como una alternativa pronto devinieron en una abierta confrontación “progresista” al movimiento liderado por Chávez en los primeros años del siglo XXI. La distribución (Pasquali, 2006). de la tierra y la producción de crudo fueron El grupo de intelectuales nucleados en la puntos clave de esa disputa. Desde la Constitu- revista Comunicación, por su parte, coincidía ción de 1999, el Estado nacional comenzó a parcialmente con las propuestas del RTSP, poseer el total de las acciones de la industria puntualmente en que la comunicación en el país petrolera, es decir, el monopolio exclusivo de los estaba sujeta a las “leyes de un mercado hidrocarburos, prohibiendo que sus acciones globalizado”. A diferencia de la experiencia y las puedan ser vendidas a particulares. redes en las que se inscribía el RTSP, los En este marco, la Comisión Legislativa Na- intelectuales de la mencionada publicación ‒en cional decretó en marzo del 2000 la Ley Orgánica el marco de una red jesuita de acción social en de Telecomunicaciones. De esta se excluía la Venezuela‒ se vinculaban a los movimientos de regulación de contenidos de las transmisiones y base desde las prácticas de comunicación y comunicaciones, y buscaba “garantizar el dere- educación popular en los barrios caraqueños, cho humano a la comunicación y a la realización desde su fundación en 1975. Desde esa 94 © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730
ARTÍCULOS Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones militancia se consideraba que era necesario en las que se había agredido verbalmente a revisar el papel del Estado en relación con el periodistas de distintas empresas mediáticas. Lo mercado de las telecomunicaciones. Desde la que queremos destacar del informe de Provea es revista, el académico Francisco Tremonti (2000) el hecho de que daba cuenta de la configuración sostenía por entonces que, si el espectro de un “clima de hostilidades” que atravesaba a la radioeléctrico “está definido como un bien de sociedad, y que, si bien el presidente Chávez no dominio público”, la Comisión Nacional de Tele- aprobaba ese tipo de marchas, seguía el informe, comunicaciones tendría un papel relevante y sí realizaba comentarios públicos acerca de los activo, al reglamentar y sancionar a quienes propietarios y editores de los medios. Según infringieran la ley. En este punto, afirmaba que constataba por esos años el investigador Andrés una ley de estas características era necesaria Cañizález, Chávez nombraba “a los propietarios y para organizar “un poco más las reglas de juego”, en más de una ocasión dejó entrever tácitos que se estableciera un “balance” y le diera de ese señalamientos por cuestiones impositivas o de modo “mayor asistencia” al usuario (p. 28). sucesión en la propiedad de los medios” (2002, p. 18). La ley, al contrario de la tendencia de las empresas vinculadas al sector que invertían en Complementariamente, en términos específi- las zonas de mayor densidad poblacional donde cos del mercado telecomunicacional, Venezuela obtenían mayores ganancias, establecía un “ser- daba pasos importantes hacia un mayor des- vicio universal”, independientemente de la loca- arrollo. Como señala William Peña (2013), el país lización geográfica en el territorio nacional. Esto se convirtió en un “ejemplo en telecomunica- imponía la necesidad de reformar los servicios ciones” con su ley orgánica y, luego de diversas públicos de comunicación, otorgar mayor presu- pugnas con el sector privado, se había logrado un puesto para inversiones y realizar una prestación nivel de consenso importante en materia de de calidad y accesible en términos monetarios. innovaciones e inversiones para el sector (p. 85). En su artículo 159, la ley preveía una serie de El gobierno nacional, además, iniciaba un sanciones a los infractores, como una amones- proyecto de desarrollo de internet, que se volvía tación pública, la suspensión de la publicidad una prioridad para modernizar las telecomunica- comercial ‒de licencia o concesión según el ciones. Distintas empresas, como las estado- caso‒, revocaciones, clausuras temporales o, en unidenses BellSouth y New Global Telecom, la última instancia, decomisar equipos para la pres- italiana TIM, entre otras, “se sumaron al des- tación del servicio y prisión. Tremonti consideraba arrollo de las telecomunicaciones y el Estado que en la historia venezolana eran pocas las obtuvo unos 24 millones de dólares” en inver- sanciones que se habían aplicado al sector de las siones que “abrían nuevas posibilidades para la telecomunicaciones. Y sostenía que era en todo expansión del país” (p. 86). caso la “falta de voluntad” política para enfren- Entre la intelectualidad surgían una serie de tarse a los “centros de poder económico comu- interrogantes en torno a cómo se iba a organizar nicacionales” lo que había tornado inviable políticamente la cultura. El reordenamiento de las cualquier intento de regulación (2000, p. 31). reglas de juego propuesto por el nuevo gobierno Las tres leyes enunciadas aquí, vinculadas a exigía repensar las políticas públicas que permi- la producción petrolera, al régimen de propiedad tieran el acceso a los bienes culturales, la demo- de la tierra y al sector de las telecomunicaciones, cratización de la participación en la producción fueron profundizando las disputas con el campo cultural, al tiempo que suscitaba inquietudes el empresarial y agudizando los antagonismos. A modo en que se realizarían las estrategias de principios del año 2000, el Programa Venezolano regulación. Era un debate clave que estaba de Educación-Acción en Derechos Humanos inscrito en una trama de ofensas provenientes (Provea) presentaba en su informe una serie de con recurrencia desde las empresas de medios y inquietudes respecto a las relaciones entre el de las “amonestaciones públicas del presidente campo político y el empresarial. Luego de hacer a los medios de comunicación”, que, si bien no alusiones laterales a las críticas en aumento de avanzaba en términos de sanciones, sí recurría a las empresas de medios de comunicación a la ciertas “amenazas” a empresarios (Presentación, gestión política de Chávez, el informe hacía mayor 2001, p. 2). énfasis en que el presidente “en varias declara- El debate volvía a poner en escena cuestiones ciones cuestionó fuertemente” las coberturas teóricas y políticas históricas en los estudios en periodísticas. Eran críticas que se formulaban en comunicación y cultura en América Latina. Los un contexto de polarización creciente. Provea intelectuales, afirmaba Marcelino Bisbal (2001) destacaba que se habían realizado marchas de en Comunicación, debían recuperar esa discu- organizaciones vinculadas al partido de gobierno © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730 95
ARTÍCULOS Emiliano Sánchez Narvarte sión del campo de estudios de los años ochenta, privados y el cese de las transmisiones del canal que había sido progresivamente “abandonada”: del Estado. Como afirman Cañizález y Lugo fundamentalmente, la cuestión vinculada a qué (2007), una de las primeras medidas de Carmona relación se debía establecer entre cultura, políti- Estanga durante el gobierno de facto fue reunirse ca y Estado. En este sentido, Bisbal apuntaba que con algunos propietarios y ejecutivos de los ya no se podía pensar por separado el desarrollo principales medios de comunicación comerciales de políticas públicas destinadas a la promoción para coordinar una estrategia de apoyo. Esta cultural de las grandes industrias culturales, consistía en fomentar la autocensura acerca de generadoras de contenidos a escala masiva (p. todos los movimientos y manifestaciones para 12). El avance neoliberal había debilitado el papel restablecer a Chávez en el poder y “apuntalar a del Estado, y el poder de las corporaciones Carmona como legítimo gobernante” (pp. 53-54). empresariales dominaba el mercado. En ese De todos modos, a pesar de las distintas estra- contexto, el grupo de intelectuales nucleado en la tegias de las empresas de medios de comunica- revista Comunicación sostenía que, si bien el ción, y tras una serie de movilizaciones populares “discurso oficial” se presentaba en tono “amena- que demandaban el retorno del presidente ele- zante” en cuanto a suprimir licencias a algunos gido democráticamente, Chávez fue liberado y canales de televisión, “lo que tenemos en la volvió a ejercer su lugar como primer mandatario realidad es un poder comunicacional que no tiene el 14 de abril de 2002. normas ni reglas” (AA. VV., 2001, p. 20). Era un debate que se debía asumir en clave “política”, en cuanto que se trataba del modo de organizar la vida social. Y los ejes de la discusión redimen- 4. DESPUÉS DEL GOLPE. POLÍTICAS sionaban el lugar que ocupaban los medios en la ESTATALES Y REPOSICIONAMIENTOS sociedad. Se estaba cuestionando, seguía el gru- INTELECTUALES po de Comunicación, “el papel de los medios de comunicación como actores políticos” y su res- El golpe cívico-militar había dejado en eviden- ponsabilidad como agentes que “reflejan y cia las tramas y conexiones entre un sector del transmiten la realidad” (p. 23). empresariado y las fuerzas militares, y puso en el centro de la escena la responsabilidad de los La radicalización del conflicto entre el campo medios masivos de comunicación de informar a político y el económico llegó a su punto más alto la ciudadanía más allá de sus intereses ideo- con el golpe de Estado de abril de 2002. Algunas lógicos o comerciales. El periodista Andrés Izarra, de las crónicas de la época planteaban que “el ex gerente de producción de El observador, por ciudadano venezolano no sale del asombro que entonces el programa de noticias más importante causó presenciar la juramentación de tres presi- de Radio Caracas Televisión (RCTV) (Grupo 1BC, dentes en menos de 72 horas” y los más de Phelps-Granier), declaró que había renunciado al cincuenta muertos de “la masacre del Puente canal porque se impuso, en los días del golpe, Llaguno” (Villamediana, 2002, p. 59). una línea editorial “que censuraba toda infor- El presidente Chávez fue detenido y enviado mación relacionada con el chavismo”. El perio- al Complejo Militar Fuerte Tiuna ‒en Caracas, y dista, de trayectoria en el campo de las comunica- asumió, de facto, Pedro Carmona Estanga, hasta ciones masivas en empresas norteamericanas, ese momento presidente de la Federación de sostenía que se había perdido la “ecuanimidad” Cámaras y Asociaciones de Comercio y Pro- al establecer una línea parcializada cuando la ducción de Venezuela (FEDECAMARAS). Mientras empresa se había lanzado a una “aventura estos hechos iban aconteciendo, los canales de política” (citado en Cañizález, 2002, p. 21). televisión y las grandes empresas de radio En ese contexto de finales del año 2002 y estaban en otra “onda”, reproduciendo “comics, principios del 2003, hubo un acercamiento entre musicales y novelas”. Desde el grupo periodístico los intelectuales nucleados en el Comité por una de comunicación popular y comunitaria venezo- Radiotelevisión de Servicio Público con el gobier- lano Radio Fe y Alegría denunciaron que en esos no de Chávez, al presentar un proyecto de ley días “los ciudadanos estuvieron en una situación orgánica de radiotelevisión. Según recuerda de ausencia de información”. Este hecho, sostu- Pasquali, el mismo ingresó en la agenda de discu- vieron, se había constituido en “una violación al sión de la Asamblea Nacional y fue rápidamente derecho de los ciudadanos al acceso a la infor- desestimado y “engavetado”6. Elizabeth Safar, mación” (Barrios y Urdaneta Jayaro, 2002, p. 31). por su parte, consideraba que el proyecto pro- Los venezolanos habían sido testigos de la puesto por el Comité sugería el carácter no suspensión de la transmisión de los canales gubernamental de los servicios de comunicación, 96 © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730
ARTÍCULOS Los intelectuales de la comunicación venezolanos ante el chavismo: dilemas, reposicionamientos y discusiones como “piedra de toque” de su carácter público, y “de que los desposeídos” asumieran “todo el afirma que fue “enterrado por la mayoría ofi- protagonismo que les otorgaba su ciudadanía” de cialista de los parlamentarios” (2014, p. 54). ampliar las garantías y la independencia civil al conjunto de la población (Fernández Liria y Alegre Esta presentación “fallida” del proyecto por Zahonero, 2006, pp. 22-23). parte del Comité podemos considerarla como el punto de comienzo de una relación conflictiva En una trama de radicalización de los conflic- entre un sector de la intelectualidad y el partido tos a principios del dos mil, la invocación de de gobierno. Pensando la situación en clave intelectuales como Pasquali a las ideas de gramsciana, en el marco de las elaboraciones de “autonomía” e “independencia” a partir de la pro- regulaciones para el sector de las comuni- ducción de medidas y regulaciones, expresaba caciones, estos intelectuales con reconocimiento una modalidad de incorporación no orgánica al y prestigio internacional, y de larga trayectoria, no nuevo proyecto político del país que no se fueron convocados en su papel de productores conjugaba con el horizonte y las necesidades del de leyes culturales, sino más bien como Movimiento V República. Si bien la orientación en interlocutores para dialogar acerca del proyecto cuanto a tomar medidas específicas para el preparado por el Movimiento V República. De esa sector de las telecomunicaciones pudo conver- forma, el carácter especializado de la actividad tirse, entre 2002 y 2003, en una zona de con- de los intelectuales, como los nucleados en el fluencia entre el gobierno y una franja de la Comité, estaba llamado a cumplir un rol que no intelectualidad de la comunicación, en los fue el esperado por Pasquali y compañía. En este significados y las formas que debía cobrar lo contexto post-golpista, el gobierno aspiraba a la público se producía una clara distancia entre dirección político-cultural de la sociedad y tendía ambas posiciones. a consolidar su vínculo con otros intelectuales en Se puede afirmar, en un sentido más amplio, una clave orgánica. Esta era una posición que que el gobierno venezolano procuraba transfor- Pasquali, entre otros/as, no estaba dispuesto a mar el sentido mismo de lo público, una tenden- asumir. cia que se puede pensar en escala regional tras Sí, en cambio, otros grupos se vincularon al la hegemonía neoliberal (Huergo, 2011). En el gobierno en esa clave, al tiempo que buscaron sector de las comunicaciones, lo público repre- producir interpretaciones del proceso conducido sentaba la ampliación y el ingreso de los sectores por Chávez y legitimarlo intelectualmente. Por populares al Sistema Nacional de Medios. Según nombrar algunos casos: el historiador Luis Britto el Reglamento para la radiodifusión sonora y García, el periodista y ensayista venezolano televisión abierta comunitaria de servicio público, Modesto Emilio Guerrero, Néstor Francia, la sin fines de lucro (2002), el servicio público periodista Luisana Colomine, o los intelectuales tendría que construir “nuevas relaciones so- españoles Carlos Fernández Liria y Luis Alegre ciales” que coadyuvaran el poder de las comuni- Zahonero7 que tempranamente viajaron a dades, el fortalecimiento de la cultura local, al Venezuela y se acercaron al gobierno de Chávez. crear una participación activa de las personas Los intelectuales españoles, en particular, donde se circunscribía el medio. En la experiencia planteaban que la emergencia y las propuestas del MVR, esto significaba el acceso y la partici- de transformación legislativa del MVR debían pación de las organizaciones populares y los inscribirse en el marco de la formación de un movimientos sociales a los medios masivos de nuevo proyecto histórico, que cuestionaba la comunicación, con una importante inversión por noción “burguesa” de “democracia” y de “ciuda- parte del Estado. danía”. Esto trastocaba y hacía “colapsar”, afir- A diferencia de esta proyección del sentido de maban los autores, las posiciones de los intelec- lo público en las políticas estatales, el RTSP tuales progresistas que veían cómo el Estado entendía a los medios públicos como los “difu- comenzaba a transformar las reglas del juego sores que estimulan el acceso y la participación “liberal”. En este sentido, consideraban que a en la vida pública” de todos/as los/as ciuda- pesar de las “críticas liberales” el gobierno no iba danos/as (Safar y Pasquali, 2006). Era una idea “más allá del derecho”, sino que había generado de servicio público vinculada a la propia trayec- “los instrumentos legislativos” para que los gran- toria intelectual de Pasquali en organismos des empresarios fueran considerados “ciuda- transnacionales como la UNESCO. Por ello, este danos como cualquier otro”, sin influencias ni postulaba junto a Safar que en América Latina no privilegios. La “revolución bolivariana”, seguían existía “un solo caso de auténtico y genuino los intelectuales, estaba “simplemente” obligan- servicio público verdaderamente desguberna- do a “los poderosos a comportarse como meros mentalizado” (p. 72). Esta idea de “ciudadanía”, ciudadanos” y se estaba sentando la posibilidad © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730 97
ARTÍCULOS Emiliano Sánchez Narvarte en el contexto específico de los conflictos vene- gobierno y sus sentidos atribuidos a la demo- zolanos, estaba representada según Pasquali por cracia y a la paz, pudieran generar “dese- esa fracción “ni oficialista ni opositora”: un sector quilibrios” en el orden social. En un documento de la sociedad que no tenía intereses políticos publicado en el número 123 de la revista Comu- específicos, pero sí necesidades culturales que nicación en el año 2003, y que de forma conjunta debían atenderse. Entendemos que otras de las firmaron Pasquali, Bisbal, Oscar Lucien, Pablo tensiones entre el movimiento liderado por Antillano y Luis Godoy, procuraban interpelar a Chávez y este grupo de intelectuales eran las otros intelectuales a “rechazar” la propuesta ideas mismas de lo público y de construcción de porque estaba destinada a “ejercer control ciudadanía. El grupo nucleado en el RSTV había gubernamental”. El grupo de intelectuales que propuesto, desde el Proyecto de Ley Orgánica de firmaba el documento sostenía que se había la Radiotelevisión que lo público en materia de producido un desplazamiento en las regulaciones telecomunicaciones estaba al margen del estatales: la nueva propuesta introducía, de “duopolio Gobiernos-Empresas Concesionarias”, forma implícita, la posibilidad de controlar los que además de producir “pocos beneficios al contenidos de los medios de comunicación. Se país”, presentaban una “comprobada incapaci- denunciaba que el proyecto era una iniciativa del dad de asegurar genuina participación ciuda- Poder Ejecutivo no discutida en el Parlamento y dana”. El “Servicio Público de Radiotelevisión” que respondía “específicamente” a intereses y tendría que ocupar una tercera posición, de modo propósitos de la “propuesta política que hoy el “independiente, desgubernamentalizado y diver- gobierno quiere imponerle al país” (AA. VV., sificado, de alta calidad y cobertura nacional 2003). total” (Asociación Civil Comité por una Radio- El grupo de intelectuales argumentaba que el televisión de Servicio Público, 1997, p. 2). proyecto no había surgido de los debates de la sociedad, como mecanismo básico de “definir” y “construir” su propio Estado. Al contrario, se 5. LA INTELECTUALIDAD FRENTE A LA LEY planteaba que el proceso que llevaba adelante el RESORTE gobierno de Chávez era el inverso: el Estado regulaba y después se discutía. De ese modo, continuaba el documento, no era la sociedad la En esta trama general debe inscribirse el que definía los contornos del Estado, sino que se proyecto de regulación que lanzó el gobierno construía desde “arriba” y no desde sus bases nacional en el año 2004, denominado Ley de sociales (AA. VV., 2003). Responsabilidad Social en Radio y Televisión (ley resorte). El proyecto de ley tenía por objeto esta- Esta discusión planteada en el documento blecer la “responsabilidad social” de los presta- ponía en escena la crisis del lugar del intelectual dores de servicios de radio y televisión, pro- como mediador en los procesos de organización veedores de medios electrónicos, anunciantes, de la cultura, una mediación situada entre los entre otros agentes vinculados al sector, para funcionarios políticos y la sociedad civil. Al menos “fomentar el equilibro democrático entre sus para estos académicos e investigadores, la rela- deberes, derechos e intereses a los fines de ción con el Estado era lo suficientemente promover la justicia social” (Ley de Respon- conflictiva como para que sus posiciones no sabilidad Social en Radio y Televisión, 2004). fueran validadas. Esta situación los llevaba a Además, pretendía orientar y contribuir a la rechazar cualquier concepción orgánica del formación de la ciudadanía, la democracia, la intelectual y asumir un espacio de “indepen- paz, los derechos humanos, la cultura y el dencia” entre los grupos sociales en pugna. Pero, desarrollo social y económico. tal como se estaban produciendo los conflictos que estructuraban a la sociedad venezolana, la Cuando el proyecto comenzó a circular entre figura del “intelectual independiente” relativa- los medios masivos y al interior del campo cul- mente desvinculado de las clases o los grupos tural, un sector de los intelectuales entre los que sociales contaba con un margen cada vez más se situaba Pasquali, lo denunció como una ame- estrecho. Los conflictos en ascenso volvían inelu- naza a la libertad de expresión y del derecho a la dibles la toma de posición. comunicación. Uno de los interrogantes se vincu- laba a que no se podría fomentar la “respon- Respecto a ello, en el documento publicado sabilidad social” de los medios y las empresas, en Comunicación se concordaba con la nece- contribuir a la democracia, sin regular los con- sidad de iniciar un debate sobre “el tema de la tenidos, sin reordenar las “grillas” de la televisión regulación de los medios radioeléctricos en la y sancionar comportamientos que, según el sociedad”, pero se afirmaba que era una dis- 98 © 2021. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3(14), 88-103, ISSN e2386-3730
También puede leer