PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022
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© Generalitat de Catalunya Departament d’Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència Barcelona, diciembre de 2019 DL: B 7143-2020 Diseño y maquetación: Entitat Autònoma del Diari Oficial i de Publicacions
SUMARIO Alianzas, complicidades, innovación y compromiso con el 0,7% 5 Cooperación, paz y derechos humanos para garantizar el desarrollo global sostenible 7 Resolución del Parlamento de Cataluña 9 Presentación y resumen ejecutivo 11 I. LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 1. Contexto y oportunidades 15 2. Misión y visión 18 3. Capacidad transformadora y calidad 21 4. Planificación, seguimiento y evaluación 24 5. Escenario económico 25 II. LA CONTRIBUCIÓN DE LA COOPERACIÓN CATALANA A LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE 6. Actuaciones de desarrollo 28 7. Actuaciones de educación para el desarrollo (EpD) 40 8. Coherencia de las políticas para el desarrollo y cuestiones sistémicas 47 9. Instrumentos 51 10. Modalidades 53 III. LA GOBERNANZA DEL SISTEMA 11. Una política del conjunto del Gobierno 57 12. Coordinación y colaboración con las entidades locales 59 13. Fomento de las capacidades de los agentes de la cooperación 63 14. Relaciones institucionales y alianzas 65
ALIANZAS, COMPLICIDADES, INNOVACIÓN Y COMPROMISO CON EL 0,7% El Plan director de cooperación al desarrollo 2019-2022 que os presentamos a continuación ha sido impulsado por la Dirección General de Cooperación al Desarrollo del Departamento de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, creado en el año 2016 en la anterior legislatura, y aprobado por el Parlamento de Cataluña el 19 de julio de 2019. Las circunstancias políticas y jurídicas de estos últimos años han condicionado y afectado a la gestión pú- blica, y somos tres los consejeros que hemos asumido la responsabilidad del Departamento; por tanto, hemos intervenido en la definición de las políticas de cooperación y en las diversas fases de preparación de este plan. Por este motivo los tres nos sentimos identificados y compartimos su contenido. De una manera u otra, hemos tenido la oportunidad de participar en debates con actores diversos y analizar nuevos contextos, retos y necesidades. Hemos abierto puertas a incorporar nuevas herramientas estratégicas para integrar el desarrollo, la paz y los derechos humanos; a mejorar los mecanismos de coordinación con las otras administraciones y entidades públicas; a incorporar instrumentos de financiación innovadores; a reforzar el sector para que crez- ca en capacidades y consolide el apoyo social, y, finalmente, a incorporar un compromiso del Gobierno de alcanzar el 0,7% dedicado a la ayuda oficial al desarrollo, y para avanzar en la coherencia de políticas públicas, con el 99,3% de los recursos públicos. Para contribuir a hacer frente a los retos globales en un contexto internacional interconectado y cambiante, donde crecen las desigualdades sociales en todos los países, el Plan se alinea con el enfoque de género y basado en derechos 5
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 humanos de la planificación anterior, e incorpora la Agenda 2030, aprobada por las Naciones Unidas el 2015, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una mirada que se trabajó en un proceso de participación ciudadana sistematizado y dirigido por la Secretaría de Transparencia y Gobierno Abierto, llamado “Visión 2030. La contribución de Cataluña al desarrollo global”. Esta fórmula de parti- cipación ha permitido escuchar experiencias y debatir propuestas con todos los actores vinculados al desarrollo en Cataluña, y también con movimientos, entidades y contrapartes de los países del sur. Nuestro país está capacitado para contribuir de manera más eficiente y trans- formadora al desarrollo, la paz y el ejercicio de los derechos humanos; tenemos la responsabilidad de construir una sociedad basada en la cultura de paz y los valores democráticos, comprometida y activa, consciente de sus responsabi- lidades para la sostenibilidad del planeta; desde nuestras responsabilidades nos toca sumar esfuerzos con todos los actores de la cooperación catalana, públicos y privados, haciendo de las alianzas y los partenariados una de nues- tras características. Aspiramos a un país mejor, y también a un mundo mejor, y lo hacemos ponien- do en valor la política de cooperación. Transformemos Cataluña, mejoremos el mundo. Raül Romeva i Rueda Consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia (2016-2017) Ernest Maragall i Mira Consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia (2018) Alfred Bosch i Pascual Consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia 6
PRESENTACIÓN Y RESUMEN EJECUTIVO COOPERACIÓN, PAZ Y DERECHOS HUMANOS PARA GARANTIZAR EL DESARROLLO GLOBAL SOSTENIBLE La elaboración y aprobación de este Plan director 2019-22 representa un avance importante para la política pública de cooperación. Por una parte, porque se enmarca en el Plan nacional para la implementación de la Agenda 2030 en Cataluña, conjuntamente con todas las políticas públicas del Go- bierno, con todas las oportunidades que esto representa para el cambio de hábitos de la sociedad y su capacidad de transformación. Por otra, reiteramos el compromiso con el enfoque de género y basado en derechos humanos, y apostamos por destacar las oportunidades estratégicas y complementarias que ambos aspectos ofrecen. La complementariedad, junto con la coordinación y colaboración, continúa sien- do una prioridad para hacer alianzas que nos permitan conseguir impactos más amplios, más transformadores y sostenibles. Esto significa ampliar horizontes en la búsqueda de nuevos partenariados; aumentar las capacidades y dar apoyo a todos los actores que inciden en el desarrollo, y dotarlos de instrumentos que nos permitan afrontar con rigor, pero también flexibilidad, la complejidad de los retos globales. En lo que se refiere a los siete objetivos estratégicos, los tres primeros se centran en la defensa de la garantía y el ejercicio de los derechos humanos; el cuarto se dedica a la sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático; el quinto, a la gobernabilidad democrática; el sexto, a la cultura y la construcción de la paz, y el séptimo objetivo enmarca los retos globales, especialmente las desigualdades y las migraciones. 7
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 Entre las líneas de trabajo del Plan, todas importantes, habría que destacar dos que considero especialmente significativas por su capacidad transformadora. Por una parte, la educación para una ciudadanía comprometida y activa en la defensa de los derechos humanos, especialmente en el ámbito educativo, con la colaboración del Departamento de Educación y la Secretaría de Universidades e Investigación. Por otra, la voluntad de orientar toda la acción de Gobierno de acuerdo con el Plan nacional para la implementación de la Agenda 2030, es decir, potenciar la coherencia de políticas públicas. En definitiva, con este Plan constatamos el compromiso con la cooperación y la solidaridad internacional como Gobierno responsable, y nos disponemos a convertir cada reto en una oportunidad para contribuir al desarrollo global y promover una sociedad que asuma su corresponsabilidad ante los retos a los que se enfrenta la humanidad. Manel Vila i Motlló Director general de Cooperación al Desarrollo 8
PRESENTACIÓN Y RESUMEN EJECUTIVO RESOLUCIÓN 532/XII del Parlamento de Cataluña, por la que se aprueba el Plan director de cooperación al desarrollo 2019-2022 Tram. 259-00001/12 La Comisión de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, en la sesión del día 19 de julio de 2019, de conformidad con el artículo 170.7 del Reglamento, ha debatido el texto del Proyecto del Plan director de cooperación al desarrollo 2019-2022 (259-00001/12), presentado por el Gobierno. Finalmente, de acuerdo con el artículo 168 del Reglamento, ha adoptado la siguiente: Resolución El Parlamento de Cataluña aprueba el Plan director de cooperación al desarrollo 2019-22 siguiente: PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 9
PRESENTACIÓN Y RESUMEN EJECUTIVO El Plan director es la expresión técnica principal de la política de la Generalitat en PREVIAMENTE A materia de cooperación al desarrollo. La Administración de la Generalitat debe LA ELABORACIÓN elaborarlo con una periodicidad cuatrienal, para establecer las previsiones de DE ESTE PLAN recursos y las prioridades geográficas y sectoriales que se deberán respetar y concretar en los planes anuales de cooperación al desarrollo. DIRECTOR, LA GENERALITAT La elaboración de este Plan director 2019-2022 –el quinto desde la aprobación IMPULSÓ EL de la Ley 26/2001, de cooperación al desarrollo– estuvo claramente marcada por la voluntad de asumir y de desplegar, desde la política pública de cooperación PROCESO al desarrollo, el nuevo marco internacional de la Agenda 2030 y de sus Objeti- PARTICIPATIVO vos de Desarrollo Sostenible (ODS). Adoptados por la Asamblea General de las «VISIÓN 2030 - LA Naciones Unidas en 2015, los ODS representan una meta fundamental para el CONTRIBUCIÓN conjunto de las políticas públicas, y especialmente para las más relacionadas CATALANA AL con el desarrollo. DESARROLLO Por ello, previamente a la elaboración de este Plan director, la Generalitat impulsó GLOBAL» el proceso participativo «Visión 2030 - La contribución catalana al desarrollo global». A lo largo de más de tres meses, un número importante de debates virtuales y presenciales permitieron llegar a conclusiones claras sobre el futuro de esta política: sobre cuál es la cooperación al desarrollo necesaria para estar en condiciones de hacer la mejor aportación a los Objetivos de Desarrollo Sos- tenible. Los resultados del proceso participativo señalan, en efecto, un camino a recorrer por la cooperación al desarrollo catalana en los próximos doce años. La Visión 2030, con sus ocho alineamientos principales, será desplegada por los próximos tres planes directores, incluido el que aquí se presenta. Esta Vi- sión incluye logros y resultados que no se podrán verificar en un único ciclo de planificación y que quedan, así, situados en un marco temporal adecuado a su alcance y ambición. El primer capítulo del Plan director 2019-2022 («I. La política pública de coope- ración al desarrollo») incorpora esta mirada prospectiva, y también, como es preceptivo, el aprendizaje de las experiencias previas, especialmente el análisis y la evaluación del ciclo anterior. Este análisis ha aconsejado mantener y reforzar 11
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 los elementos más transformadores de la cooperación catalana, especialmente el enfoque de género y basado en derechos humanos, introducido en la última planificación. Enfoque y calidad, en el conjunto de actuaciones de cooperación, son prioridades para esta planificación. Destacamos también el compromiso que asume esta planificación de llegar al objetivo del 0,7% de los ingresos corrientes no condicionados para el año 2030 y la incorporación en este Plan director de un escenario que orienta los crecimientos anuales necesarios para alcanzar esta meta, ya presente en la Ley 26/2001. El segundo capítulo del Plan director («II. La contribución de la cooperación cata- lana a los Objetivos de Desarrollo Sostenible») concreta las opciones sectoriales y geográficas, así como las modalidades y los instrumentos de las actuaciones de cooperación. Siempre con una lógica de los ODS, se presentan en primer lugar las prioridades sectoriales para los proyectos de desarrollo. La opción de la planificación 2019-2022 es establecer un conjunto de siete objetivos estra- tégicos, incluido uno sobre los «retos globales» del desarrollo, donde tendrán cabida las materias especialmente sensibles a la problemática norte-sur, como las desigualdades y, especialmente, las migraciones. Se trata de un marco de objetivos amplio y claro, a partir del cual se puedan identificar problemáticas –con el enfoque de género y derechos humanos– y, progresivamente, orientar las actuaciones hacia los ODS y sus metas. Las prioridades geográficas res- ponden a la necesidad de diversificar y de distinguir entre diferentes lógicas de actuación, en clave territorial. Así, se incorporan tanto una lista de países y pueblos prioritarios, que regirá las convocatorias de proyectos, como una serie de zonas de especial atención, organizadas regionalmente, y otra de zonas y colectivos especialmente vulnerables. El proceso participativo mostró la necesidad de recuperar la educación para el EL GOBIERNO desarrollo como línea estratégica de la política de cooperación, con sus orienta- ASUME EL ciones específicas, y a eso responde la sección correspondiente del Plan direc- COMPROMISO DE tor. Esta también destaca la necesidad de impulsar una estrategia que permita LLEGAR AL 0,7% EN a la educación alcanzar una dimensión mayor, y conectarse y vincularse con el gran caudal de actuaciones que, en Cataluña, buscan la construcción de una EL AÑO 2030 ciudadanía crítica, consciente de la dimensión global de los problemas y de la necesidad de trabajar por los derechos humanos, en todas sus dimensiones. El ODS 17 es el esquema que articula la sección dedicada a la coherencia de políticas para el desarrollo y a otras cuestiones sistémicas. El Plan director destaca la importancia de la coherencia, que en un esquema de los ODS no se puede limitar a la acción paliativa del impacto de determinadas actuaciones en el exterior, sino que se debe orientar a garantizar una acción de gobierno adecuada para el desarrollo sostenible, en el interior del mismo país, y que comprenda el conjunto de las políticas públicas. El capítulo se completa con dos secciones, sobre instrumentos y modalidades, que fijan las opciones conceptuales y ope- rativas de la cooperación catalana para este ciclo. 12
PRESENTACIÓN Y RESUMEN EJECUTIVO Finalmente, el último capítulo («III. La gobernanza del sistema») responde a la voluntad de esta planificación de ir más allá de la especificación de los ins- trumentos de coordinación habituales. Por ello, las secciones distinguen más claramente entre los diversos agentes implicados en esta política pública, y también especifican algunos instrumentos que deben permitir concretar las agendas de coordinación y colaboración para el ciclo 2019-2022. La primera sección, referida a la misma Generalitat y a las unidades activas en cooperación al desarrollo, enfatiza la necesidad de avanzar hacia una acción de gobierno más alineada y de más calidad. Una segunda sección, dedicada a las entidades locales, distingue entre la asociación para las cuestiones de país, comunes a todas las administraciones, y la colaboración, más puntual y específica, para actividades y proyectos de especial interés. En el apoyo a los agentes de la cooperación, destaca la necesidad de fortalecer sus estructuras y procesos de innovación, asegurar una distribución territorial adecuada y promover sus relaciones positivas y las sinergias entre sí. Finalmente, la sección de relaciones institucionales y alianzas –o partenariados– subraya la importancia de los acuer- dos gobierno-gobierno, y también de impulsar –en línea con el ODS 17– alianzas múltiples, innovadoras e inclusivas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con socios del sector de la cooperación y con cualquier otro agente que esté en condiciones de hacer aportaciones de valor a la agenda global. 13
I. LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 1. CONTEXTO Y OPORTUNIDADES No deja de aumentar la magnitud y el impacto en la vida de las personas –del sur y del norte– de los problemas globales. No hace mucho tiempo, los temas más graves y urgentes de la agenda internacional –como las guerras, la pobreza o las catástrofes naturales– eran vistos, en primer lugar, como problemas de los estados, susceptibles de ser abordados a través de un diálogo sectorial, bilateral o multilateral. El contexto actual muestra con mucha más nitidez la naturaleza profundamente interdependiente de estas cuestiones, que aparecen como realidades entrelazadas, complejas e intratables de forma separada, y su carácter transnacional, que supera enormemente las escasas posibilidades regulatorias del sistema multilateral. Si en décadas pasadas la principal amenaza al planeta –y a las personas que lo habitamos– era la guerra nuclear, hoy el cambio climático ya no es un esce- nario científico sino un riesgo real, que se vincula claramente a la privación, el conflicto y la movilidad humana. Las migraciones masivas, la continuidad de la pobreza extrema o las condiciones de vida en los slums urbanos manifiestan la vulnerabilidad creciente de las personas. Las mujeres y las niñas, que siguen sufriendo todo tipo de violencias, personifican el cruce entre desigualdad y falta de equidad. A escala global, apreciamos el crecimiento de las desigual- dades dentro y entre los países, con la coexistencia de enormes disparidades de oportunidades, renta, riqueza y poder, cruzadas por las desigualdades de género, geográficas, de edad u origen. La multiplicación y diversificación de las violencias, y sobre todo la regresión democrática y de los derechos, completan un panorama complejo y amenazador. La humanidad parece retroceder hacia estadios anteriores de desarrollo, en unos momentos en que, paradójicamente, 15
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 los avances científicos y tecnológicos podrían poner a nuestro alcance solucio- nes eficaces y asequibles. El sistema de la cooperación internacional al desarrollo, con sus reglas y sus ins- trumentos tradicionales, ha experimentado cambios fundamentales: la aparición de nuevos actores fuera del marco tradicional de la ayuda oficial al desarrollo (AOD), el crecimiento del impacto y el volumen de los flujos de capital privado, el aumento de la cooperación sur-sur, la necesidad de enfoques más integra- dos... El esfuerzo para dar respuesta a los nuevos retos, sin embargo, no ha se ha visto exento de la tensión que afecta al conjunto del sistema internacional y que aquí se ha expresado como un debate entre una cooperación al servicio LA COOPERACIÓN de los intereses de los donantes (seguridad, ayuda vinculada, prevención de la HA EXPERIMENTADO inmigración...) y una cooperación como contribución a los problemas globales (derechos humanos, desigualdades, sostenibilidad...). Hemos pasado de la re- CAMBIOS flexión sobre la eficacia de las actuaciones a otra centrada en sus resultados. FUNDAMENTALES CON LA INCORPORACIÓN A través de la mirada de la cooperación al desarrollo podemos entender mejor DE NUEVOS ACTORES, la conexión de Cataluña con estas tendencias globales. También en Cataluña han surgido discursos políticos que segmentan el principio de solidaridad, en CAPITAL PRIVADO, función de si se aplica a las personas nacidas dentro o fuera del país. Ante las RELACIONES SUR-SUR, dificultades económicas, la ciudadanía no siempre ha entendido la cooperación Y ENFOQUES MÁS pública como una prioridad a mantener. Pero también la respuesta popular a INTEGRADOS la crisis de refugiados por la guerra de Siria mostró magníficamente la pulsión solidaria de la ciudadanía de Cataluña y puso de manifiesto la vigencia de los valores sociales que sustentan la cooperación. Una cooperación que hace tiem- po que no va en una sola dirección, sino que busca conectar los esfuerzos de personas y administraciones que, en todo el mundo, comparten la voluntad de hacer frente a los retos globales y de construir sociedades en paz, en las que los derechos humanos sean una realidad. En este contexto, en el que destaca la ausencia de mecanismos vinculantes de gobernanza global, la adopción, en el año 2015, de la Agenda 2030 marca una meta fundamental. El debate sobre cómo alcanzar los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sobre sus mecanismos de impulso y facilitación, liderazgos, sistemas de seguimiento y rendición de cuentas... es hoy vivo e intenso. Un debate que manifiesta también el hecho de que la Agenda 2030 se ha convertido en una referencia global con relación a las políticas de desarrollo y que constituye un marco necesario y esperanzador, por una serie de motivos: • Porque es un intento ambicioso de volver a situar la cooperación interna- cional en el centro de las respuestas políticas a los retos de la globalización que hay que sostener. • Por su carácter inclusivo y participativo, tanto en la elaboración como, es- pecialmente, en la puesta en práctica que prevé. Es un programa que debe orientar los esfuerzos del conjunto de la humanidad, en los ámbitos gubernamental y no gubernamental, desde la escala local a la global, y 16
LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO que estimula la corresponsabilidad de los diferentes y varios agentes, y el reconocimiento de los impactos económicos, sociales y ambientales de las propias acciones. • Por el hecho de promover una repolitización de la práctica y de la agenda de desarrollo, ampliando las dimensiones, reforzando la centralidad de los derechos humanos y de la igualdad de género, y alentando respuestas integrales y colaborativas que exigen una actuación coherente y coordinada. • Por su integración de la sostenibilidad, inseparable ya de las políticas de desarrollo, y por la orientación hacia la preservación del planeta y del me- dio natural, poniendo en el centro la consecución de los derechos de las personas y de su bienestar. • Por su naturaleza universal y por el hecho de crear un marco y un lenguaje compartido para todos los países, más y menos desarrollados. La Agenda 2030 nos confronta con retos que son comunes. • Por el hecho que incorpora una matriz de objetivos y metas concretos, que se convierten en la referencia común para medir los avances hacia el de- sarrollo sostenible de la humanidad en su conjunto. La Agenda 2030 pone énfasis en la necesidad de rendición de cuentas y establece una matriz de resultados unificada para hacerlo. Como nueva agenda global, los ODS no están exentos de crítica. Un gran acuer- do intergubernamental es siempre un compromiso. A pesar de la extensión de los 17 ODS y las 169 metas, se echan en falta más referencias a los derechos humanos y a sus instrumentos, incluida la libertad de expresión; más tratamien- to de cuestiones sensibles –como son las migraciones y el desarrollo–, o más LA COOPERACIÓN espacio para nuevas palancas del desarrollo, como la cultura. Ciertamente, los CATALANA ASUME ODS no incorporan suficientemente una visión feminista y transformadora des- EL NUEVO MARCO de el punto de vista del género, y se basan en una asunción discutible: que es GLOBAL CON posible, manteniendo el paradigma económico dominante, hacer compatibles VOLUNTAD DE el crecimiento y la sostenibilidad, en sus diversas dimensiones. Son dificultades CONTRIBUCIÓN a las que se refirieron muchas voces en los debates del proceso participativo, en que también se manifestó que la Agenda 2030 no cuestiona el modelo de Y DESDE UNA producción capitalista, que es la causa principal de estos problemas globales PERSPECTIVA que se quieren afrontar. CRÍTICA, CONSCIENTE DE La opción de la cooperación catalana es, como en otras ocasiones, asumir el nuevo marco global con voluntad de contribución y desde una perspectiva LO QUE LOS ODS crítica, consciente de lo que los ODS incorporan y de aquello que no, y de las INCORPORAN Y LO asunciones en las que se basan. Esta ha sido también la opción que han es- QUE NO cogido otras organizaciones que, desde la defensa de los derechos humanos y especialmente de los derechos humanos de las mujeres, han participado en el amplio proceso del debate post-2015 y en la elaboración de la Agenda 2030. La cooperación catalana aborda los ODS con sus propios aprendizajes y con sus opciones estratégicas, fruto de más de quince años de trabajo y reflexiones. 17
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 Por ello mismo, los ODS se enmarcan en el enfoque de género y basado en derechos humanos (EGyBDH), que continúa siendo el eje vertebrador y defini- torio de la cooperación catalana en el ámbito internacional. Este Plan director hará explícitas las opciones que toma, para utilizar la Agenda de la forma más útil y efectiva. La cooperación catalana acepta el reto, así como la oportunidad de contribuir, con su propia voz, a este marco global. Con esta voluntad de contribución, y previamente al ejercicio de planificación cuatrienal, la Generalitat organizó un proceso participativo con el objetivo de actualizar el diagnóstico sobre la cooperación catalana y, sobre todo, de obtener prospectiva y nuevas ideas que ayudaran a orientarla en el futuro. El proceso Visión 2030 utilizó los Objetivos de Desarrollo Sostenible para plantear un debate abierto, estratégico, innovador y a más largo plazo. El resultado: una noción más clara sobre cómo deberá ser la cooperación al desarrollo catalana para estar en condiciones de dar lo mejor de sí misma y organizar sus fuerzas para asegurar una contribución transformadora al desarrollo global. La Visión 2030 es concebida como este punto de llegada a doce años, que se desplegará progresivamente a través de los planes directores cuatrienales. 2. MISIÓN Y VISIÓN La Ley 26/2001 enmarca la actividad de la Generalitat en materia de cooperación al desarrollo y especifica sus valores y finalidades. A partir de estas disposicio- CATALUNYA, PAÍS nes, y de manera alineada con planificaciones precedentes, este Plan director recoge la misión de promover el desarrollo humano sostenible mediante una COMPROMETIDO política de cooperación al desarrollo de calidad y transformadora en el marco Y RESPONSABLE, del enfoque de género y basado en los derechos humanos. ASPIRA A UN MUNDO El Plan director anterior expresaba una visión plenamente vigente hoy: Cataluña, MÁS LIBRE, JUSTO, país comprometido y responsable, aspira a un mundo más libre, justo, igualita- IGUALITARIO, rio, sostenible, equitativo y en paz, donde los derechos humanos, individuales SOSTENIBLE, y colectivos, sean respetados, protegidos y garantizados. EQUITATIVO Y El proceso participativo «Visión 2030 - La contribución de Cataluña al desarrollo EN PAZ, DONDE global» ha generado una idea clara sobre cómo debe ser la política pública para LOS DERECHOS poder contribuir a esta aspiración. Esta planificación despliega los primeros HUMANOS, cuatro años a través de ocho ejes. INDIVIDUALES En primer lugar, la visión incluye una política de país. Una política cata- Y COLECTIVOS, lana de cooperación con elementos esenciales compartidos por el conjunto de SEAN RESPETADOS, administraciones públicas y conocidos por el conjunto de actores y organiza- PROTEGIDOS Y ciones que se relacionan con esta. No se trata solo de simplificar y armonizar GARANTIZADOS procedimientos administrativos para favorecer el acceso de las entidades del país a los recursos públicos, sino también de impulsar la cooperación y la com- 18
LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO plementariedad entre actores a partir del valor añadido de cada administración o asociación supramunicipal en el mismo territorio. Municipios, diputaciones, entidades municipalistas, Fondo Catalán de Cooperación, Área Metropolitana de Barcelona... no se definen solo por sus especificidades y prioridades –que pueden cambiar con el tiempo–, sino por un mandato, con relación a los actores territoriales, que tiene un carácter más permanente y a partir de los cuales puede plantearse la complementariedad con el resto de administraciones públicas. Esta política debe mirar al territorio de Cataluña íntegramente y debe acordar formas de apoyo que garanticen la cohesión de su tejido asociativo. Una política catalana conocida, legitimada y comunicada con calidad. En segundo lugar, unas organizaciones de la sociedad civil robustas, bien implantadas en el territorio y dotadas de las capacidades necesa- rias para hacer su tarea, que puedan asumir la innovación como forma de mejora continua y gestionar el conocimiento adecuadamente. Se deben dimensionar de acuerdo con sus funciones, con personal que pueda desarrollarse y crecer profesionalmente. El tejido debe ser denso, extenso y diversificado, con grandes entidades, especializadas e internacionalizadas, y otras más pequeñas, de base local y que a menudo aseguran funciones múlti- ples, vinculadas a la solidaridad y a la defensa de los derechos de las personas, y que trabajen por la cohesión social en el territorio donde están implantadas. Deben tener instrumentos que apoyen esta visión, igualmente adecuados y diversificados, y que incluyan recursos para estructuras y para la mejora de procedimientos e innovaciones. El conjunto lo completan las ONG internacio- nales que se instalan en Cataluña, que deben integrarse progresivamente en la vida asociativa del país. En tercer lugar, la banda ancha. Es una característica tradicional y distintiva de la cooperación catalana que nos tiene que permitir, cada vez más, conocer, incorporar y beneficiarnos de la contribución de varios actores catalanes al de- sarrollo global. Actores con distintos grados de proximidad a la política pública de cooperación, pero que la refuerzan y la actualizan. El proceso participativo nos los ha mostrado de cerca: jóvenes y sus nuevas formas de trabajo; un tercer sector con grandes espacios de confluencia con el sector de la cooperación al desarrollo; profesionales del ámbito de la comunicación, del periodismo, de la cultura, los deportes... La Visión 2030 nos habla de una política pública conec- tada y en sinergia con estos colectivos. En cuarto lugar, una acción de gobierno coherente con el desarrollo humano sostenible, en Cataluña y en todas partes. Tradicionalmente, ello quería decir velar por el impacto exterior de las políticas públicas, que en con- junto deberían respetar los valores y los principios de la política de cooperación. Hoy, vemos como crece la demanda de ser activos en ámbitos que van más allá de la dimensión exterior y más allá de la actividad estrictamente pública: la coherencia adquiere una dimensión del conjunto del Gobierno. En el marco de 19
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 los ODS, esta vinculación entre lo interno y lo externo deviene aún más fuerte: Cataluña es escenario de problemas y dinámicas que son globales, y debemos asegurarnos que las soluciones lo sean también. Los derechos humanos y la sostenibilidad son cuestiones clave en este encaje local-global. La responsa- bilidad de los poderes públicos reclama, igualmente, la corresponsabilidad de la sociedad. En quinto lugar, una educación para mejorar el mundo cambiando las mentalidades. Se deben transformar las actitudes y las prácticas de la ciudadanía, desde la comprensión de las causas estructurales que originan las desigualdades en el disfrute de los derechos humanos. O, simplemente, las desigualdades. Es necesaria una educación para la ciudadanía crítica instalada en los currículums formales, que informe también el trabajo de múltiples agentes que crean contenidos y actividades, especialmente –pero no únicamente– dirigidos a la infancia y la juventud. El momento es el justo y el reto, enorme. Cataluña llega, sin embargo, en buenas condiciones, con muchos y muchos años de proyectos, experiencias e iniciativas, y con muchas personas que combinan experiencia, entusiasmo y capacidad. En la Visión 2030 este gran potencial conecta y lleva la educación para el desarrollo (EpD) catalana –incluidas entidades y administraciones públicas, con la Generalitat en primer lugar– a dar un gran paso adelante. En sexto lugar, la Visión es contribución. En el año 2030 Cataluña aspira a ser un actor internacional más eficaz y reconocido, en materia de desarrollo, principalmente por su apuesta por el EGyBDH. Ha identificado algunos ámbitos de gran impacto y ha construido las evidencias y los indicadores para acreditarlo ante las agendas globales. Participa en los debates internacionales del desarro- llo, forma parte de partenariados de alto valor añadido y establece relaciones institucionales, bilaterales y multilaterales, que llena con contenido de valor. La política pública de cooperación es la principal facilitadora: moviliza los activos gubernamentales, orienta e impulsa las iniciativas de la sociedad civil, y asegura la calidad y capacidad transformadora del conjunto de actuaciones. En séptimo lugar, una cooperación inteligente. La política de cooperación genera, utiliza, comparte y certifica conocimiento, que evalúa para aprender y para innovar continuamente. Ha hecho su revolución de los datos, no solamente para las funciones de planificación y seguimiento, sino también en las interven- ciones y, muy especialmente, en la acción humanitaria. Adopta la Administración electrónica para facilitar todos los procesos. Está estrechamente vinculada al mundo de la investigación y las universidades catalanas, y tiene conexiones internacionales. Conoce y utiliza con éxito, en cada caso, el potencial de las nuevas tecnologías, e intercambia conocimientos sobre estas materias en el ámbito internacional. Finalmente, una cooperación que ha crecido hasta llegar al 2030. Ha establecido un horizonte de crecimiento económico y lo ha cumplido. En el 20
LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2030 no solo dedica a AOD el 0,7% de los ingresos propios no condicionados, sino que también es capaz de movilizar fuentes de financiación adicionales para contribuir a los objetivos de desarrollo humano sostenible y de asegurar la coherencia de las políticas. Tiene una idea precisa del uso que hay que dar a los recursos adicionales, ha repensado su marco legal y la gobernanza, y ha preparado sus estructuras para gestionarlos con calidad y eficacia. 3. CAPACIDAD TRANSFORMADORA Y CALIDAD La Ley 26/2001, de cooperación al desarrollo, establece la necesidad de velar por la calidad del conjunto de las actuaciones, tanto de las diversas unidades del Gobierno activas en cooperación como de la misma Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD). La capacidad transformadora se ha ido afir- mando en las diferentes planificaciones cuatrienales, a partir de la noción de transversalización de varios objetivos –derechos humanos, gobernanza, tejido asociativo; equidad de género; sostenibilidad– en todas las actuaciones. Este Plan director renueva la apuesta por estas dos nociones como ideas rectoras de la actividad pública, que esta sección detalla. En el Plan director anterior, el Gobierno optó por cambiar su acercamiento a la transversalización –la cual hasta entonces se había desplegado por medio de varias estrategias horizontales– y apostó por un enfoque integrado, a partir de la incorporación de los enfoques de género y de derechos humanos. El enfoque de género y basado en derechos humanos (EGyBDH) se ha ido construyendo en los últimos años a partir de una serie de nociones, entre las que destacamos el abordaje de las causas estructurales de las desigualdades y las violaciones de los derechos, y el paso de una visión de la cooperación como proveedora de servicios a otra que asegura el acompañamiento a procesos de cambio. El enfoque de género y basado en derechos humanos supone analizar y trans- formar las causas estructurales que provocan desigualdad y discriminación hacia las mujeres en todos los ámbitos (económico, laboral, político, social y cultural) por medio de estrategias para erradicarlas. El EGyBDH reivindica su componente político desarrollado por la crítica al sistema patriarcal y conlleva situar en el centro del debate la sostenibilidad de la vida humana y ambiental, una nueva redistribución del trabajo de cuidado y productivo, una vida libre de violencias, los derechos sexuales y reproductivos, y los derechos económicos, laborales y políticos de las mujeres, entre otros. Las desigualdades que encuentran las mujeres por el hecho de serlo se entre- cruzan con otras formas de discriminación que agravan y empeoran el ejercicio pleno de sus derechos humanos. Estas discriminaciones múltiples son la edad, la nacionalidad, la etnia, el origen, la clase social, la discapacidad o la opción 21
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 sexual, entre otros. El EGyBDH pone un énfasis especial en estas interseccio- nalidades. La Convención sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra las mujeres (CEDAW) se convierte en el marco de referencia, al establecer ESTA un consenso sobre qué se entiende por discriminación hacia las mujeres y una agenda para luchar contra esta discriminación. PLANIFICACIÓN CONSIDERA A partir especialmente de la actividad de la ACCD, se ha consolidado un corpus PRIORITARIO de práctica, con un correlato de estudios e informes que lo han acompañado y han ayudado no solo a situar el EGyBDH en el panorama de otras cooperaciones CONTINUAR públicas, sino también a discernir más claramente las posibilidades, con relación EL DESPLIEGUE a la coherencia de las políticas o a la articulación de las líneas estratégicas. DEL EGyBDH, UNA SINGULARIDAD DE El diagnóstico de la última planificación y también las tendencias internacionales señalan el acierto de esta apuesta y la necesidad de mantener la centralidad LA COOPERACIÓN del EGyBDH dentro de la política de cooperación. Por ello, esta planificación CATALANA considera prioritario continuar el despliegue del EGyBDH, que debe convertirse en un rasgo característico de la cooperación catalana en conjunto, junto a sus capacidades instaladas, o ámbitos de conocimiento y de experiencia. Conti- nuará la mejora conceptual y operativa del EGyBDH, con la incorporación de cuestiones clave como la dimensión local-global, la participación y, especial- mente, la sostenibilidad. Los últimos ejercicios han permitido también constatar las diferencias en el ritmo y profundidad de la apropiación del EGyBDH, entre la misma ACCD y el resto de unidades gubernamentales. A la vez, otras administraciones públicas catalanas han impulsado sus propias fórmulas para fortalecer la capacidad transformadora de sus cooperaciones, a partir de varios enfoques. Para este Plan director será prioritario facilitar que el EGyBDH forme parte, pro- gresivamente, de la práctica del conjunto de unidades de la Generalitat activas en cooperación. Igualmente, se abrirá un diálogo entre las administraciones públicas catalanas para identificar un máximo de elementos comunes entre los enfoques respectivos y para simplificar y homogeneizar su uso, especialmente en formularios y convocatorias de subvención. Este Plan director prioriza también la calidad de la política de cooperación y de las actuaciones del conjunto de los agentes gubernamentales. La supervisión y el apoyo a la calidad, que la Ley 26/2001 confía a la Dirección General de Coo- peración al Desarrollo (DGCD), tiene en la formación y la creación de capacidad un instrumento fundamental. En este ciclo, las actuaciones formativas puntuales, para un público reducido, como la elegibilidad de los gastos como AOD, o los cambios en terminologías o instrumentos, se alternarán con sesiones temáticas, que profundizarán en cuestiones de interés para un público más amplio, a partir de experiencias igualmente variadas, y también con actuaciones formativas más estructuradas, como los cursos de cooperación organizados anualmente con la Escuela de Administración Pública de Cataluña (EAPC). Al inicio del cuatrienio, 22
LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO a través de un ejercicio de identificación de necesidades formativas, se estable- cerá un programa global para el conjunto del ciclo de planificación. Además de la formación, que tiene una función ciertamente horizontal, este Plan director concreta su concepción de la calidad en cuatro dimensiones comple- mentarias. En primer lugar, la de eficacia. Esta doctrina promueve una serie de principios –coordinación, armonización, alineamiento– que informan desde hace tiempo la práctica de la cooperación catalana, en los ámbitos estratégico y operativo, por medio de instrumentos consolidados, que van de las estrategias sectoriales o geográficas a las convocatorias y los formularios de subvención. Este ciclo quiere actualizar esta noción, con algunos compromisos clave: la mejora de la coordinación, especialmente con actores catalanes; la mejora de la apropiación, con la necesidad de adscribir todo gasto de AOD a objetivos de desarrollo explicitados y programados, y la participación en los espacios inter- nacionales de debate sobre eficacia, aportando evidencias sobre la contribución de los actores descentralizados, referenciadas en los ODS. En segundo lugar, este Plan director se hace eco de la necesidad de superar la fragmentación entre las orientaciones y prioridades de las diferentes unidades del Gobierno activas en cooperación, evidenciada en la última planificación. Por lo que el alineamiento de las actuaciones del conjunto de los departamentos es ESTE PLAN considerado un elemento de calidad de esta política pública. Impulsar este alinea- DIRECTOR miento, por medio de las herramientas más adecuadas, será el objeto de un diá- logo continuado con los departamentos. La sección 9 infra tratará esta prioridad. DESTACA LA NECESIDAD En tercer lugar, este Plan director reafirma la importancia de la coherencia de DE SUPERAR LA las políticas para el desarrollo (CPD), también como componente asociado a FRAGMENTACIÓN la calidad. El marco de los ODS permite dar aquí, en el ámbito de la coheren- cia de las actuaciones exteriores de los departamentos con los valores de la ENTRE LAS cooperación, un salto cualitativo. Los ODS facilitan una cooperación técnica en ORIENTACIONES Y clave de aprendizaje mutuo, en un lenguaje común, que puede incorporar par- LAS PRIORIDADES tenariados diversos, con socios del norte y del sur, subrayando la continuidad DE LAS DIVERSAS entre los objetivos a alcanzar en Cataluña y en el extranjero. La DGCD utilizará UNIDADES este marco para promover la CPD. DEL GOBIERNO Continuarán en este ciclo de planificación otras actuaciones relativas a la co- ACTIVAS EN herencia de políticas ya iniciadas en ciclos anteriores: formación y sensibiliza- COOPERACIÓN ción sobre esta cuestión del personal de las unidades de cooperación de los departamentos; el análisis y la investigación sobre el impacto de las políticas y medidas del Gobierno en el exterior, en especial con relación a la garantía del ejercicio de los derechos humanos y a la huella ecológica, a partir de los análisis impulsados por la Secretaría de Medio Ambiente y Sostenibilidad. Una prioridad que continúa, con relación a los ciclos de planificación precedentes, es el trabajo conjunto entre la DGCD y la Agencia para la Competitividad de la Empresa (ACCIÓ) para promover una política de internacionalización de la em- presa catalana respetuosa con los derechos humanos, la equidad de género y 23
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 la sostenibilidad ambiental. En cuarto lugar, y en línea también con la Agenda 2030 y con los resultados del proceso participativo, este Plan director quiere apostar por la innovación, como elemento que puede ayudar no solo a alimentar y mejorar el ciclo de la política pública, sino también a mejorar radicalmente la eficiencia de los procesos y a multiplicar los impactos. Este Plan director prevé la introducción de medidas de innovación, muy especialmente las relativas a la innovación social y a las tecnologías de la información, en varios apartados y secciones. 4. PLANIFICACIÓN, SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN La planificación, el seguimiento y la evaluación de las actuaciones son funciones clave para vincular las evidencias y los aprendizajes que se extraen de la prácti- ca. A partir del contenido de este Plan director, se prevén ya algunos desarrollos que, en forma de instrumentos de planificación, desplegarán progresivamente varias cuestiones, como el análisis de objetivos en clave ODS o los documentos conceptuales sobre EpD y comunicación. Especialmente importantes serán los planes de trabajo de la DGCD/ACCD con los departamentos, que tendrán un formato simplificado, orientado a acciones clave para la calidad y la capacidad transformadora de sus actuaciones. El seguimiento es una función fundamental para las políticas públicas, espe- cialmente las de cooperación. Se trata de rendir cuentas de todo lo hecho y de sus impactos, de mostrar los datos de forma transparente, para mejorar la información ciudadana sobre cooperación al desarrollo y la legitimación de esta. Y se trata también de observar y analizar los resultados, aprender de la gestión, y alimentar y mejorar el ciclo de la política pública. En esta planificación se re- forzará la orientación del seguimiento hacia la rendición de cuentas, a través de un tratamiento mejorado de los datos de la cooperación, con memorias anuales que contengan la información, cualitativa y numérica, que permita verificar la ejecución de los planes anuales y del mismo Plan director. Se aplicarán y desplegarán las recomendaciones del informe elaborado por Ivàlua, para la mejora de la evaluación en la cooperación catalana, especialmente la sim- plificación de los instrumentos de evaluación –con el objetivo de que los diferentes instrumentos tengan funciones diferenciadas y separen la parte de seguimiento puro de la evaluación como tal–, la definición del rol de la evaluación a partir del Plan director –a partir de un ejercicio interno basado en la teoría del cambio– y la mejora de las capacidades instaladas de la DGCD y la ACCD, incluida la identificación de preguntas de evaluación. Se impulsará una cultura de la evaluación que sea la base de un aprendizaje permanente, a partir del análisis de la misma práctica. La evaluabilidad del propio Plan director será mejorada y se dirigirá a la ge- 24
LA POLÍTICA PÚBLICA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO neración de aprendizajes que sirvan para orientar su desarrollo y comenzar a diseñar la próxima planificación. En este sentido, inmediatamente después de la adopción del Plan y con el Consejo de Cooperación, se formularán una serie de preguntas de evaluación, de manera que las respuestas se puedan ir obteniendo en paralelo a las programaciones y ejecuciones anuales. 5. ESCENARIO ECONÓMICO El marco de los ODS (17.1) urge a los países a mantener sus compromisos de ayuda oficial al Desarrollo. Para obtener y acreditar resultados de desarrollo y para movilizar recursos adicionales, es necesario, sin duda, un nivel adecuado de gasto público propio, ya que solo con un presupuesto propio, estable y pre- visible en el tiempo, que permita establecer planes estratégicos a medio y largo ESTA plazo, será posible vertebrar una verdadera política pública de cooperación y PLANIFICACIÓN de promoción y defensa de la paz y los derechos humanos. RECUPERA La AOD nos da igualmente una idea del compromiso público hacia el desarrollo EL OBJETIVO, de los países y pueblos más empobrecidos, a la vez que permite comparar los PRESENTE EN esfuerzos de las administraciones públicas en esta materia. LA LEY 26/2001, Esta planificación recupera el objetivo, presente en la Ley 26/2001, de que los DE QUE LOS recursos de AOD lleguen a representar el 0,7% de los ingresos corrientes no RECURSOS DE condicionados. El año de consecución de este objetivo sería el 2030. Según AOD LLEGUEN A las estimaciones, el 0,7% de los ingresos corrientes no condicionados de ese REPRESENTAR año equivaldría a 261,72 millones de euros. EL 0,7% Con respecto al escenario económico 2019-2022, coherentemente con el ob- jetivo enunciado de consecución del 0,7% en el año 2030, la aportación de AOD debería incrementarse en unos 20,82 millones de euros durante los años 2020, 2021 y 2022, dentro de las disponibilidades presupuestarias y teniendo en cuenta los objetivos de estabilidad presupuestaria y las limitaciones del gasto no financiero, de acuerdo con la normativa de estabilidad presupuestaria. 25
II. LA CONTRIBUCIÓN DE LA COOPERACIÓN CATALANA A LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE El Plan director 2015-2018 hacía una apuesta decidida por un tratamiento más integral de las tres líneas estratégicas establecidas en los planes directores ante- riores: el desarrollo, la educación para el desarrollo y la acción humanitaria. Esta opción se justificaba por la aparición de tendencias –la interdependencia, una nueva ciudadanía global, la vinculación entre problemáticas locales y globales... –, las cuales, junto con la universalidad de los derechos, animaban a acercar más las actuaciones propias de las tres líneas y, sobre todo, a ir más allá de la lógica norte-sur que impregnaba los objetivos y las metodologías de trabajo. En el periodo precedente, esta articulación entre líneas se ha desarrollado de forma progresiva y efectiva, y ha permitido también apreciar claramente qué funciones continúan siendo específicas de las líneas estratégicas tradicionales y no subsumibles en una única metodología unificada. Más concretamente, está claro que el trabajo en desarrollo puede ganar en eficacia si incorpora adecuadamente elementos de comunicación, incidencia o investigación; tam- bién, que desde el desarrollo es posible trabajar múltiples aspectos vinculados a la acción humanitaria, que desde el EGyBDH aparece a menudo como una solución paliativa a situaciones de exclusión, desigualdad y falta de derechos. El Plan director renueva la apuesta por la articulación entre las líneas estratégi- cas, especialmente por una concepción ambiciosa y global de las actuaciones de desarrollo, a partir de un análisis centrado en los derechos humanos y el 27
PLAN DIRECTOR DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO 2019-2022 género, como recoge la sección siguiente. A continuación, el Plan aborda la línea de educación para el desarrollo, que en un contexto de ODS aparece como un elemento clave de creación de ciudadanía crítica y que ahora tiene la misión de encontrarse y asociarse más estrechamente con otras formas de trabajo que, desde otros ámbitos de responsabilidad, comparten los objetivos fundamentales. Con respecto a la acción humanitaria, esta continúa fundamentalmente inte- grada en un trabajo para el desarrollo orientado a la erradicación de las causas estructurales de las crisis humanitarias y a la prevención y resolución de los conflictos y de las violencias en sus múltiples manifestaciones. El objetivo es plantear el diseño y desarrollo de estrategias integrales a más largo plazo, que superen la división entre acción humanitaria y desarrollo y la división sur-norte, y promuevan la articulación de alianzas para alcanzar resultados colectivos más sostenibles. En estas estrategias se incluye la acción humanitaria, entendida como apoderamiento de actores para la prevención, la resiliencia y la protec- ción, y se pone énfasis también en la incidencia y la concienciación sobre las causas de las crisis. Sin embargo, hay que ser conscientes de que hay contextos que requieren una prestación de asistencia y protección urgente e imprescindible a corto plazo. En estas situaciones será prioritario ejercer la respuesta de emergencia y garantizar que las personas tengan acceso a asistencia humanitaria y protección. Este Plan director prevé un crecimiento presupuestario que permitirá que la cooperación catalana se dote de una forma de trabajo propia y estable para estos aspectos específicos de la acción humanitaria. 6. ACTUACIONES DE DESARROLLO 6.1. PRIORIDADES SECTORIALES La Ley 26/2001 establece que los planes directores deben fijar las prioridades sectoriales, que se deben concretar en los planes anuales de cooperación. Las planificaciones precedentes han respondido a esta instrucción de varias formas. Hasta el 2014, se optó por identificar objetivos estratégicos y específicos y resul- tados. El Plan director 2015-2018, por su parte, optó por expresar las prioridades sectoriales a partir de dos grandes grupos de derechos: los derechos de los pueblos y los de las mujeres –desde la premisa de que el apoderamiento de las mujeres en estos ámbitos es una condición necesaria para la consecución real de los derechos humanos universales. Los resultados de estas opciones son diversos. El análisis de la ejecución 2011- 2014 mostró que la priorización a partir de objetivos estratégicos temáticos 28
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