Mirando al Futuro: Desafíos y Oportunidades Para el Desarrollo de los Adolescentes en Chile Towards the Future: Challenges and Opportunities for ...

Página creada Mateo Canillos
 
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PSYKHE                                                                                                               Copyright 2007 by Psykhe
2007, Vol.16, Nº 1, 3-14                                                                                             ISSN 0717-0297

        Mirando al Futuro: Desafíos y Oportunidades Para el Desarrollo
                         de los Adolescentes en Chile

       Towards the Future: Challenges and Opportunities for Adolescent
                            Development in Chile
                                                   M. Loreto Martínez Guzmán
                                             Pontificia Universidad Católica de Chile

           El desarrollo adolescente depende de las fortalezas y vulnerabilidades de cada adolescente, como también de los
           contextos de vida en que ellos se desenvuelven. Este artículo amplía el foco de análisis desde lo individual a la
           comprensión de las características de los contextos de vida de los adolescentes, y de las oportunidades que estos
           ofrecen para desarrollar competencias y habilidades. Analiza dos desafíos para la formulación de políticas (inequidad
           social, fortalecimiento del capital social) y propone reemplazar el énfasis en las conductas de riesgo por la
           promoción de la competencia en ellos. Enfatiza la importancia de generar indicadores positivos del bienestar del
           adolescente que permitan evaluar la calidad del desarrollo a futuro y discute propuestas de acción enmarcadas en
           un enfoque comunitario del desarrollo juvenil.

           Palabras Clave: adolescencia, desarrollo juvenil, competencia, contexto evolutivo.

           Adolescent development results not only from the strengths and vulnerabilities of the individual adolescent but
           from the opportunities available in the contexts where adolescents interact daily. This article broadens the
           understanding of adolescent development by focusing on the role and opportunities that daily life contexts afford
           to promote competencies and skills in adolescents. The article addresses two challenges for social policy, namely
           social inequality and the enhancement of social capital. It argues for a positive view of adolescence that focuses
           on the promotion of competence rather than at-risk behaviors. The need to develop positive indicators of
           adolescent development and well-being is stressed and guidelines for action are discussed.

           Keywords: adolescence, youth development, competence, developmental context.

    Como etapa vital, la adolescencia plantea nue-                        fíos para la investigación y el diseño de políticas
vos desafíos para el desarrollo humano y la promo-                        dirigidas a los jóvenes.
ción del bienestar. Tanto las tareas evolutivas es-                           Durante los últimos años ha aumentado el in-
peradas, como el proceso de apoyo para el desa-                           terés por identificar las condiciones que favore-
rrollo positivo de los adolescentes deben compren-                        cen el desarrollo saludable de los adolescentes
derse en el contexto sociocultural en que éstos se                        (Carnegie Council on Adolescent Development,
desarrollan. Importantes cambios sociales y eco-                          1989; Moore & Halle, 2000; Roth & Brooks-Gunn,
nómicos en el mundo han prolongado la adoles-                             2000) y cómo facilitar este proceso a través de la
cencia (Arnett, 2000) y cambiado el perfil de las                         formulación de políticas sociales y programas de
tareas evolutivas de esta etapa, planteando desa-                         intervención. El énfasis en la promoción de com-
                                                                          petencias para la adaptación hace evidente que
                                                                          aún los adolescentes que crezcan “sin problemas”
                                                                          pueden no estar bien preparados para enfrentar
   M. Loreto Martínez G., Escuela de Psicología, Pontificia
   Universidad Católica de Chile.                                         los desafíos del futuro. Esto es, cuando enfrenten
   La correspondencia relacionada con este artículo debe ser              las múltiples opciones para la toma de decisiones
   enviada a M. Loreto Martínez G., Escuela de Psicología,                en ámbitos de elección de carrera, transición al
   Pontificia Universidad Católica de Chile, Avenida Vicuña
                                                                          trabajo, sustento económico y formación de su
   Mackenna 4860, Macul, Santiago, Chile. E-mail:
   mlmartig@uc.cl                                                         familia, entre otras. En tiempos actuales, la indivi-
   La preparación de este artículo fue posible gracias al                 dualización de la responsabilidad por el bienestar
   financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Cientí-                (Programa de las Naciones Unidas para el Desa-
   fico y Tecnológico (FONDECYT) a través del Proyecto
                                                                          rrollo [PNUD], 2002, 2003) aumenta las libertades
   Nº 1010934 “Mirando hacia el futuro: Un estudio
   longitudinal de los factores que promueven el desarrollo y             para la toma de decisiones, pero también aumenta
   bienestar en los jóvenes”.                                             los riesgos para el/la adolescente (Bendit, 2000).
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    El desarrollo positivo incluye la promoción de        desarrollo personal (Furstenberg, Cook, Eccles, Elder
comportamientos adaptativos y competencias, como          & Sameroff, 1999).
también la reducción de comportamientos y actitu-             Muchos jóvenes pueden mostrar indicadores
des negativas. Este proceso puede favorecerse a           temporales de adaptación pero, dependiendo de sus
través de las oportunidades y los sistemas de apo-        condiciones de vida, no podrán mantener la adapta-
yo social que existen en las familias, colegios, gru-     ción en el tiempo, cuando cambien las demandas am-
pos de pares, lugares de trabajo, organizaciones          bientales (e.g., egreso de enseñanza media, ingreso al
comunitarias, y otros espacios de interacción. Este       trabajo). Dada la precariedad de las circunstancias
artículo presenta un marco conceptual y empírico          sociales y familiares de muchos preadolescentes de
para la comprensión y promoción del desarrollo po-        sectores económicamente desventajados, se hace
sitivo de los adolescentes, que enfatiza la importan-     imprescindible seguir sus pasos, conocer los riesgos
cia del contexto social e identifica factores a nivel     que enfrentan y desarrollar programas que apoyen,
del individuo, de la familia, el colegio, la comunidad,   desde la temprana hasta la tardía adolescencia, los
y la cultura. Esta discusión puede estimular el desa-     momentos críticos en la toma de decisiones (e.g., la
rrollo de investigación, como también la formulación      elección de carrera, la mantención de un estilo de vida
de políticas y programas para promover el desarro-        saludable, el ingreso al trabajo, formación de una fa-
llo de los adolescentes.                                  milia, todas tareas que los conectan con la adultez).
                                                          Los estudios de diseño longitudinal permiten docu-
      ¿Por qué Invertir en el Desarrollo                  mentar el proceso de cambio a través del tiempo tanto
            de los Adolescentes?                          en los adolescentes como en sus contextos de vida,
                                                          identificar condiciones protectoras del desarrollo, las
     El paso de la niñez a la adolescencia es una de      estrategias que padres y adolescentes utilizan para
las transiciones evolutivas más trascendentales del       mantener los resultados positivos, y ante qué situa-
ciclo vital (Petersen, Leffert, Graham, Alwin & Ding,     ciones emergen.
1997). Los cambios evolutivos (e.g., cambios físicos
de la pubertad, expansión del pensamiento, crecien-             Tareas y Trayectorias Evolutivas:
te capacidad de exploración y de auto-descubrimien-                  Oportunidad y Riesgo
to, logro de la autonomía) conectan a los niños con
sus sí-mismos adultos transformados en el plano               Las tareas evolutivas de la adolescencia, princi-
físico, cognitivo y social (Graber, Brooks-Gunn &         palmente la configuración de la identidad, el logro de
Petersen, 1996). Socialmente, cada transición requie-     autonomía, y la intimidad, incrementan los ámbitos de
re un cierto cambio de rol, en cómo los adolescentes      elección y decisión de los adolescentes. Así apren-
se ven a sí-mismos (e.g., su autoconcepto, su iden-       den a auto-dirigirse y a regular su comportamiento
tidad), cómo ven al mundo (e.g., sus actitudes, sus       hacia la consecución de metas significativas.
valores) y cómo son vistos por otras personas.                A medida que crecen, los adolescentes son más
     Por lo anterior, la adolescencia es una etapa de     activos en seleccionar los ambientes en los que
hacer opciones y de tomar decisiones (Erikson, 1968)      participan, y las decisiones que toman respecto
y conlleva tanto oportunidades (e.g., acrecentamien-      de su comportamiento y sus metas a futuro. Las
to de habilidades, asunción de nuevos roles en el         elecciones que hacen en estos ámbitos tienen con-
trabajo, posición de liderazgo en el liceo) como ries-    secuencias para su vida posterior. Tales eleccio-
gos (e.g., accidentes, embarazo no planificado, con-      nes o decisiones los comprometen con ciertos
ductas antisociales, conflictos con la ley). Los ries-    cursos de acción y afectan los ambientes sociales
gos y oportunidades no surgen al azar, sino de las        en los cuales los adolescentes se insertan (e.g., a
experiencias previas en la historia de vida de los        través de las interacciones que mantienen en es-
adolescentes, y también del ciclo evolutivo de sus        tos contextos), y las influencias que reciben de
respectivas familias. Los adolescentes de sectores        los pares y adultos con quienes interactúan en
económicamente más aventajados reciben mayor              estos contextos (Crockett & Crouter, 1995). Las
patrocinio para su desarrollo y más apoyo social          elecciones o decisiones a corto plazo de un ado-
que sus pares de sectores más pobres (Furstenberg,        lescente pueden evolucionar hacia patrones más
2001). Las ventajas y desventajas que los adoles-         estables de comportamiento o estilos de vida, los
centes y sus familias acumulan a través del tiempo        que a su vez, influirán en la calidad de su desarro-
les aseguran un cierto grado de continuidad en su         llo futuro.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA EL DESARROLLO ADOLESCENTE                                          5

    Como período de cambio, la adolescencia ilustra           La Importancia de los Contextos de
tanto procesos de plasticidad como de consolida-                         Desarrollo
ción de ciertos patrones de comportamiento. Los
cambios biológicos, cognitivos y sociales conlle-             La adolescencia está moldeada por el contexto
van oportunidades para el crecimiento, tales como         sociocultural en que se desarrollan los jóvenes. En
nuevas relaciones sociales, nuevos intereses y nue-       gran medida, las tareas y las experiencias reflejan la
vos comportamientos. Al mismo tiempo, las disposi-        estructuración cultural que hace la sociedad de la
ciones conductuales que el adolescente trae desde         adolescencia como una etapa preparatoria de la
la niñez pueden consolidarse en patrones durade-          adultez. Las habilidades que como sociedad espera-
ros de comportamiento a través de dos procesos            mos que los adolescentes dominen, las opciones o
que favorecen la continuidad del desarrollo, la se-       decisiones que esperamos que tomen y los entornos
lección de ambientes y la producción de ambientes         en que se socializan, están prescritos por las institu-
(Crockett & Crouter, 1995). En el primer caso, la ma-     ciones sociales y por las expectativas culturales com-
yor autonomía permite al adolescente seleccionar          partidas respecto de cuáles son los requerimientos
compañía, amistades y ambientes sociales compati-         de éxito en la edad adulta (Crockett & Crouter, 1995).
bles con sus propios intereses e inclinaciones. En el     Los adolescentes perciben las expectativas sociales
segundo, debido a su creciente madurez física, so-        y se proponen metas y tareas basadas en éstas; con
cial y cognitiva, los adolescentes tienen mayor ca-       frecuencia sus metas personales reflejan tareas evo-
pacidad de influir en los ambientes en los cuales         lutivas definidas culturalmente (Nurmi, 1989).
interactúan (e.g., su grupo de pares, su curso, sus           El bienestar de los adolescentes no es resultado
proyectos).                                               únicamente de las fortalezas y vulnerabilidades de
    Las decisiones que toma el adolescente van a          cada adolescente, sino también de las oportunida-
mostrar cierta continuidad y van a fijar los parámetros   des y la calidad de las experiencias que tienen en los
de su desarrollo futuro. La acumulación de ciertas        entornos (e.g., familia, colegio, barrio, programas o
decisiones (e.g., practicar un deporte, aprender una      grupos juveniles) en que interactúan a diario. Estos
habilidad) hace que ciertos resultados evolutivos         contextos ofrecen oportunidades y recursos que
sean menos probables (e.g., aburrimiento, subir de        contribuyen al desarrollo. Por ejemplo, a través de la
peso). Pero también, los adolescentes pueden tomar        participación en el centro de alumnos un adolescen-
decisiones que ponen en riesgo su vida. Este riesgo       te puede acceder a otras posiciones de liderazgo,
parece mayor en la actualidad con la creciente            que no sólo fortalecerán sus habilidades sociales si
complejización de la vida y el aumento del rango de       no que, en el contacto con otros grupos y personas,
opciones de decisión (Bendit, 2000). Al mismo tiem-       pueden abrir futuras oportunidades vocacionales o
po, la desarticulación de los sistemas naturales de       laborales.
apoyo social (e.g., la familia, el barrio) ofrece menor       Siguiendo los postulados de Bronfenbrenner, se
protección frente a las consecuencias negativas de        ha reconocido que el desarrollo humano está moldea-
decisiones.                                               do por el contexto (Bronfenbrenner & Morris, 1998;
    Tanto los cambios normativos (e.g., pubertad),        Lerner et al., 1996). El desarrollo ocurre a medida que
como los no-normativos (e.g., accidente, muerte de        los adolescentes interactúan en los diferentes
un progenitor), e incluso eventos de azar pueden          entornos de su mundo social (e.g., pares, familias,
precipitar momentos de cambio en la adolescencia.         comunidad). El desarrollo se produce a través de los
Para muchos jóvenes, la adolescencia ofrece la opor-      procesos próximos que ocurren dentro de los contex-
tunidad de encaminarse hacia una vida competente          tos sociales inmediatos (Bronfenbrenner & Morris,
y productiva. Para otros, representa la última opor-      1998), procesos que también reciben influencias de
tunidad de prevenir un futuro negativo (Carnegie          otros entornos más distantes (e.g., trabajo de los pa-
Council on Adolescent Development, 1989). En am-          dres) de la vida cotidiana de los adolescentes.
bos casos, los programas de promoción de la salud             Si bien la importancia de diferentes niveles de la
y bienestar que fortalecen las disposiciones              ecología social para el desarrollo de los adolescen-
conductuales positivas de los adolescentes tienen         tes ha sido enfatizada por varios investigadores
beneficios duraderos (Maddaleno, Morello & Infan-         (Blyth & Leffert, 1995; Lerner & Galambos, 1998), su
te-Espínola, 2003; Resnick, 2000).                        rol en la promoción del bienestar y la salud del ado-
                                                          lescente aún no está bien estudiado. Los roles y
                                                          relaciones que se establecen en estos entornos for-
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man la base de las interacciones diarias del adoles-            Otros programas gubernamentales (e.g., Chile
cente con otros significativos en su ambiente so-           Joven, FOSIS, MECE) incluyeron entre sus metas la
cial. Posibles mecanismos, a través de los cuales las       participación como uno de los mecanismos para de-
experiencias en estos contextos promueven el desa-          sarrollar habilidades y competencias, y así fortale-
rrollo, son influyendo en cómo los adolescentes se          cer la inclusión social de jóvenes de sectores
sienten respecto de sí mismos, afectando las deci-          desventajados económicamente. Los indicadores de
siones que toman (lo que a su vez puede afectar sus         desarrollo humano en salud, educación y expectati-
opciones a futuro); afectando la conducta de los            vas de vida se encuentran dentro de los mejores de
padres; y/o moldeando la estructura de oportunida-          Latinoamérica (Raczynski, 2000), y los indicadores
des disponible para ellos y/o sus familias.                 macroeconómicos del país describen un escenario
     Se requieren estudios empíricos que examinen las       optimista para el futuro desarrollo de los jóvenes
oportunidades que ofrecen los entornos y las institu-       chilenos (MIDEPLAN, 1999).
ciones, y las maneras en las cuales los adolescentes se         Si bien los ideales democráticos promueven la
conectan a estos ambientes sociales para comprender         igualdad de oportunidades, el 19% de la población
de qué manera influyen sobre sus competencias y ha-         adolescente que vive en pobreza, y el 6.6% que vive
bilidades. Este conocimiento informará el diseño de         en extrema pobreza (MIDEPLAN, 2003) enfrentan
políticas sociales y de intervenciones dirigidas a forta-   limitantes –sociales, económicas y culturales, tanto
lecer las oportunidades en entornos cotidianos (e.g.,       a nivel individual como colectivo– para su óptimo
colegio) para que los jóvenes contribuyan a sus comu-       crecimiento y desarrollo (INJUV, 1999). A nivel
nidades y al país, particularmente en jóvenes de secto-     institucional, el progreso de los jóvenes en el siste-
res socioeconómicos menos aventajados.                      ma educacional reproduce la inequidad del sistema
     Dos desafíos que enfrenta la formulación de po-        social y las deficiencias en la calidad de la educa-
líticas y el diseño de programas para los adolescen-        ción (Hopenhayn, 2004).
tes son atender a la heterogeneidad de realidades               A medida que aumenta la edad los resultados edu-
juveniles (e.g., por condiciones de género, etnia y         cacionales decrecen (Muñoz, 2000). Los estudiantes
nivel socioeconómico), como también fortalecer el           no sólo experimentan una alta tasa de repetición de
capital social para la integración de diversos grupos       curso, sino que también arrastran deficiencias críti-
de jóvenes.                                                 cas en su aprendizaje desde la enseñanza primaria
                                                            que limitan las trayectorias laborales y de vida de los
         Inequidad de Oportunidades                         jóvenes (Hopenhayn, 2004). Adicionalmente, en el
                                                            acceso a tecnología y el dominio de habilidades
    Como resultado de políticas sociales dirigidas          computacionales básicas se observan amplias dife-
a superar la pobreza y reformar el sistema educa-           rencias por nivel socioeconómico (INJUV, 2003).
cional (Cox, 1998), ha aumentado el acceso a la edu-            También existen menos oportunidades para jó-
cación, los años de permanencia en el sistema es-           venes de sectores pobres, rurales y de hogares cu-
colar, las tasas de matrícula y la asistencia a la es-      yos jefes de familia son mujeres. Concordante con el
cuela (Ministerio de Planificación y Cooperación            escenario anterior, los jóvenes perciben que el siste-
Social [MIDEPLAN], 2003). La cobertura del siste-           ma educacional es competitivo, poco facilitador de
ma escolar aumentó un 12.3% entre 1990 y 2003 en            su desarrollo, y que les entrega una formación que
la enseñanza media alcanzando un 92.6% en el gru-           no les permite desenvolverse adecuadamente en el
po de 14-17 años (MIDEPLAN, 2003). El acceso a              mundo del trabajo (INJUV, 1999).
educación superior alcanzó a 33% de los jóvenes                 A nivel familiar, el bajo ingreso económico y las
entre 19 y 24 años (Instituto Nacional de la Juven-         condiciones asociadas a pobreza (e.g., mala calidad
tud [INJUV], 2004). El nivel educacional de los ado-        de vivienda, hacinamiento, desempleo) como tam-
lescentes y adultos jóvenes (15-24 años) aumentó            bién factores del contexto escolar (e.g., baja calidad
de 10.2 años en 1990 a 11.2 años en 2004, y estos           del establecimiento educacional) afectan negativa-
logros son más significativos para los jóvenes más          mente los resultados educacionales de los jóvenes
pobres (en promedio tienen 1.5 años de educación            (Muñoz, 2000). El nivel educacional de los padres, el
más que sus padres y 2.5 años más que sus abue-             valor que éstos asignan a la educación y las aspira-
los) y de sectores rurales (en promedio tienen 1.6          ciones y prácticas parentales también influyen en
años de educación más que sus padres y 2.8 años             las decisiones educacionales de los hijos (Arancibia,
más que sus abuelos) (MIDEPLAN, 2003).                      1999; Muñoz, 2000). En este contexto, la percepción
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA EL DESARROLLO ADOLESCENTE                                         7

de falta de posibilidades para desarrollar planes a       nuar su educación puede reflejar la falta de pros-
futuro es real para ciertos grupos de jóvenes, parti-     pectos de mejoría laboral como consecuencia de
cularmente aquellos con menos educación formal y          su permanencia en el sistema escolar y/o la
con responsabilidades familiares (INJUV, 1999).           maximización del ingreso como vía efectiva hacia la
    En otra tarea evolutiva importante como es la         autonomía (Espinoza, 1999). Desafortunadamente,
transición al trabajo operan fuertes procesos de se-      la naturaleza transversal de las encuestas naciona-
lección. El criterio de selección que impone la edu-      les de juventud no permite analizar los procesos
cación formal deja a muchos jóvenes fuera de los          (e.g., a nivel personal, familiar y de la comunidad)
mejores trabajos (e.g., con contrato indefinido), en-     que inciden en las decisiones de los jóvenes y cómo
grosando las filas del trabajo desregulado o por cuen-    éstas pueden moderar los efectos de barreras eco-
ta propia (Fernández, 2004). Las condiciones de ines-     nómicas y sociales en su desarrollo. Este conoci-
tabilidad por ausencia de contrato, trabajos infor-       miento es central para la formulación de políticas
males e inestables afectan primordialmente a los jó-      sociales efectivas que respondan a las necesida-
venes menores de 20 años (INJUV, 2004).                   des de jóvenes de diferente género y condiciones
    Se observa también una concentración del em-          socioe-conómicas y culturales.
pleo juvenil en sectores de baja productividad y las
mujeres muestran condiciones más desfavorables                 Fortalecimiento del Capital Social
de inserción al trabajo que sus pares masculinos
(Hopenhayn, 2004). Lo anterior contrasta con el               Además de los recursos personales, otros estu-
mayor logro educacional y las crecientes aspiracio-       dios destacan la importancia de la cualidad de la
nes de las jóvenes. Un porcentaje mayor (65.9%) de        inserción de la familia en la comunidad para el desa-
mujeres jóvenes aspira a obtener un grado universi-       rrollo de niños (Martínez, 2000) y jóvenes (Sampson,
tario comparado con sus pares hombres (56.9%), ci-        Raudenbusch & Earls, 1997). Algunos aspectos de
fras que señalan cambio en las expectativas asocia-       la organización social de la comunidad, tales como
das al rol en relación a generaciones anteriores (Ser-    el grado en que otros adultos, además de los padres,
vicio Nacional de la Mujer [SERNAM], 2002) y crea-        intervienen en la supervisión de los adolescentes, y
rán tensiones entre aspiraciones y oportunidades          guían su comportamiento hacia normas prosociales,
que afectarán las trayectorias de vida de estas jóve-     la densidad de las redes sociales (Crittenden, 1985),
nes, no sólo en el ámbito educacional y laboral, sino     y los niveles de participación en organizaciones co-
en la entrada a otros roles sociales (e.g., madre, es-    munitarias previenen la desviación social en los jó-
posa).                                                    venes (Sampson & Groves, 1989).
    Las diferencias por género y nivel socioeconó-            Coleman (1988) usa el término “capital social”
mico requieren ser examinadas en detalle para gene-       para referirse a los recursos comunitarios (e.g., nor-
rar políticas sociales que respondan a las necesida-      mas, obligaciones mutuas, sentido de comunidad, y
des reales de diferentes grupos de jóvenes. Por ejem-     oportunidades para compartir información) que pro-
plo, el inicio de la paternidad antes de los 20 años es   mueven el desarrollo de niños y adolescentes. De
un factor que atenta contra la educación completa         acuerdo a esta perspectiva, la comunidad puede ser
de un porcentaje sustantivo de jóvenes de nivel           entendida como una reserva de capital social pues-
socioeconómico bajo. Alternativamente, la mayoría         to que sus redes de relaciones y organizaciones so-
de los jóvenes de nivel socioeconómico alto decide        ciales (tanto formales como informales) aportan re-
iniciar la paternidad más tarde (INJUV, 1999). Estas      cursos a los padres para lograr las metas de sociali-
observaciones muestran diferencias culturales por         zación que se han propuesto con sus hijos.
nivel socioeconómico, y su ingerencia en las deci-            Es responsabilidad pública crear y apoyar los
siones de los jóvenes debe ser tomada en cuenta al        caminos para que los jóvenes transiten hacia su in-
momento de planificar programas de promoción del          tegración social exitosa y generar las condiciones
desarrollo y/o políticas sociales.                        para que se conviertan en ciudadanos productivos
    Al comparar los resultados de encuestas na-           y creativos (INJUV, 1999). Los jóvenes de sectores
cionales de juventud, se observa que el porcentaje        económicos menos privilegiados (e.g., mapuches,
que abandona la enseñanza media para empezar a            de nivel socioeconómico bajo) están expuestos a
trabajar aumenta de 14.1% en 1994 a 25.45% en             desventajas socioculturales y económicas que de-
1997 (INJUV, 1999). El aumento del porcentaje de          bilitan la estructura de oportunidades para una tran-
jóvenes que decide comenzar a trabajar y desconti-        sición favorable a la adultez, y/o pueden presentar
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riesgos para una adaptación efectiva. Además de                Visión Positiva de la Adolescencia
incrementar la inversión en educación, es necesario
identificar los recursos disponibles en la comunidad          Como educadores, padres, profesionales o
que puedan fortalecer los esfuerzos iniciados en la       diseñadores de políticas sociales aspiramos a que
familia y en el sector educacional para desarrollar el    los adolescentes alcancen logros que van más allá
capital humano de los jóvenes.                            de la evitación de ciertos riesgos, pero disponemos
    La comprensión de las influencias del nuevo           de poca literatura sobre las condiciones que pro-
contexto social y cultural es central para la formula-    mueven el desarrollo positivo en los adolescentes.
ción de políticas de desarrollo humano dirigidas a        Los temas de investigación, los programas de inter-
jóvenes. En un mundo de economía globalizada, la          vención y las imágenes difundidas en medios de
educación y el fortalecimiento del capital humano         comunicación se centran frecuentemente en com-
son requisitos indispensables para el desarrollo so-      portamientos “problema” de los jóvenes. Alternati-
cial y económico de los países. Los cambios tecno-        vamente, se puede enfatizar el conocimiento de los
lógicos, organizativos y las presiones por la             aspectos positivos del desarrollo adolescente, ha-
competitividad, demandan nuevas capacidades a la          bilidades y competencias, y las maneras a través de
fuerza de trabajo. La formación de los jóvenes en el      las cuales los jóvenes negocian constructivamente
uso de nuevas tecnologías debe considerar también         las transiciones evolutivas para convertirse en adul-
nuevas habilidades personales, sociales, e intelec-       tos competentes y productivos para el país. Diver-
tuales necesarias para su adaptabilidad eficiente a       sos estudios (Benson, Leffert, Scales & Blyth, 1998;
los cambios en el mundo laboral (Fernández, 2004).        Jessor, Turbin & Costa, 1998; Leffert et al., 1998;
    Como ciudadanos, los jóvenes proyectarán el           Scales, Benson, Leffert & Blyth, 2000) documentan
desarrollo que ha alcanzado el país, y la inversión en    la relación entre los recursos adaptativos y compor-
ellos creará vías para la sustentación de la democra-     tamientos de riesgo, como también los resultados
cia. A nivel nacional, existe mayor conciencia de la      positivos.
necesidad de incluir a amplios sectores de jóvenes
para que ejerzan plenamente su ciudadanía y mejo-         Competencia Social
ren su calidad de vida, ideal expresado en la misión
del Instituto Nacional de la Juventud, creado en 1991.         El concepto de competencia social ha recibido
Si bien se ha avanzado en definir las bases para una      atención en el estudio del funcionamiento adoles-
política de juventud que mejore la gestión y ejecu-       cente por su potencial para explicar la adaptación
ción de programas y el diseño de servicios, la formu-     positiva (Cowen, 1994; Masten et al., 1995). Compe-
lación de esta política –entendida como un conjun-        tencia denota la capacidad de la persona para en-
to de principios, metas y recursos para implementar       frentar las demandas ambientales y aprovechar las
objetivos de desarrollo– es una tarea pendiente, que      oportunidades de manera activa y efectiva. La com-
necesariamente requiere de conocimientos acerca de        petencia se construye a través de experiencias y
las aspiraciones, necesidades y competencias de los       oportunidades para involucrarse en actividades, pro-
jóvenes.                                                  yectos de interés, y/o en la relación con pares o
    Capitalizando en los resultados favorables de         adultos significativos con los cuales los adolescen-
políticas sociales para combatir la pobreza, la refor-    tes interactúan. Estos esfuerzos se caracterizan por
ma educacional y los programas de capacitación ju-        ser mantenidos en el tiempo (Larson, 2000) y pue-
venil, el periodo actual ofrece una oportunidad úni-      den promoverse a través de programas desarrolla-
ca de fortalecer la investigación que pueda informar      dos en contextos formales (e.g., colegio) o informa-
la formulación eficiente de programas y políticas         les (e.g., grupos de juventud) (Larson & Verma, 1999).
sociales para fortalecer el desarrollo de competen-            Si bien se reconoce la importancia de estudiar
cias y la integración social de la juventud. La identi-   los recursos para la adaptación y las competencias
ficación de factores protectores del desarrollo a ni-     de las personas (Larson, 2000; Masterpasqua, 1989),
vel de la familia, la participación comunitaria, y la     aún existe muy poco énfasis, tanto en la investiga-
comprensión de los mecanismos a través de los cua-        ción como en las políticas sociales, en cómo promo-
les éstos operan, constituyen los fundamentos so-         ver el desarrollo positivo en los adolescentes. Con
bre los cuales se diseñan, planifican y evalúan polí-     excepción de las encuestas nacionales (INJUV, 1999,
ticas sociales dirigidas a jóvenes, familias y comuni-    2004) y algunos estudios empíricos (Maddaleno et
dades.                                                    al., 2003), el grupo adolescente ha sido descuidado
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como objetivo de investigación y de políticas socia-      jóvenes poseen expectativas acerca de sus derechos
les en nuestro país.                                      como ciudadanos e identifican barreras para el ejer-
    La falta de evidencia de investigación sobre los      cicio de éstos. Por tanto, es necesario crear las opor-
aspectos positivos del desarrollo se debe también a       tunidades para que se involucren como actores de
falta de consenso entre expertos acerca de cuáles         su desarrollo.
son los resultados deseables para los adolescentes.           Otros indicadores positivos se encuentran en la
Esta carencia impide dar una clara orientación a pa-      construcción de la identidad personal, considerada
dres, educadores, líderes juveniles y comunitarios        un importante medio para la consecución de las me-
sobre las metas a lograr con los jóvenes. Tanto in-       tas de vida. Los adolescentes chilenos (15-18 años)
vestigadores como expertos en políticas sociales          tienen autoconcepto positivo y alta autoestima. Se
requieren concertar esfuerzos para desarrollar            describen a sí mismos con atributos positivos tales
indicadores que reflejen la diversidad de competen-       como solidaridad (36.9%), sociabilidad (34.0%),
cias definidas de acuerdo a las normas culturales de      orientados a la realidad (28.7%), flexibles (28.6%) y
diferentes grupos de juventud (Espinoza, 1999;            optimistas (25.4%) (INJUV, 2004).
Moore & Halle, 2000).                                         Otros hallazgos de muestras nacionales (INJUV,
    En respuesta a imágenes negativas de los jóve-        1999, 2004; PNUD, 2003) sobre las aspiraciones y
nes, los programas de promoción del bienestar a           los valores de la juventud chilena destacan los re-
menudo se centran en prevenir comportamientos de          cursos y fortalezas que ésta posee para enfrentar su
riesgo. La perspectiva centrada en los riesgos es         desarrollo futuro. Los jóvenes muestran una alta dis-
limitada, puede sobreestimar la frecuencia de com-        posición a la integración social, valoran la educa-
portamientos negativos y subestimar la participa-         ción formal y el trabajo como el camino para alcanzar
ción de los jóvenes en actividades positivas y pro-       esta integración (Espinoza, 1999), y la formación de
ductivas que los encamina en trayectorias de com-         sus propias familias. En síntesis, se descartan las
petencia. Por ejemplo, los hallazgos de una muestra       imágenes negativas de la juventud difundidas
nacional de juventud (INJUV, 2004) indican que cer-       durantes los años 80, que enfatizaban la exclusión,
ca del 48% de los jóvenes (entre 15-29 años) partici-     la desintegración cultural, y las conductas conflicti-
pa en organizaciones, principalmente deportivas,          vas de la juventud (INJUV, 1999).
religiosas y virtuales, siendo mayor este porcentaje          Los adolescentes chilenos refieren altas aspira-
en los adolescentes jóvenes (entre 15-18 años). Asi-      ciones y expectativas de logro educacional futuro
mismo, las crecientes cifras de enrolamiento de jó-       (INJUV, 2002; Martínez, Cumsille & Rivera, 2004;
venes en programas de ayuda social y en iniciativas       PNUD, 2003), particularmente en mujeres. Martínez,
de emprendimiento solidario también dan cuenta de         Cumsille y Rivera (2004) observaron que estas aspi-
motivaciones y compromisos de los jóvenes con             raciones y expectativas disminuyen a medida que
causas sociales.                                          los adolescentes crecen, hallazgo que probablemente
    La movilización estudiantil del 2006 en demanda       refleja una autoevaluación más realista de sus capa-
de una mejor calidad de la educación en Chile ilustra     cidades. Sin embargo, el nivel socioeconómico se
manifestaciones de ciudadanía desde la perspectiva        asocia positivamente con las aspiraciones y expec-
de los jóvenes y desafía la visión de una juventud        tativas educacionales, probablemente asociado a
apática. El apoyo que concitó este movimiento en          influencias de la familia y del sistema escolar. Esta
amplios sectores de juventud revela la importancia        observación destaca la importancia de acrecentar
de atender a los asuntos que definen las expresio-        las oportunidades y disminuir las barreras para el
nes ciudadanas en los jóvenes. Los jóvenes valoran        logro de los adolescentes de sectores económica-
la democracia, afirman que ésta debe ser perfeccio-       mente desventajados, y de atender diferencialmente
nada y son críticos de la sociedad chilena por su         a las expectativas de las adolescentes (Martínez,
inequidad y falta de oportunidades (INJUV, 2002). El      Cumsille & Rivera, 2004), en consonancia con cam-
47% de ellos piensa que no hay igualdad en el acce-       bios en las expectativas de rol para las mujeres en
so a oportunidades; el 35% cree que debieran redu-        Chile (PNUD, 2003).
cirse las diferencias de clase y la inequidad social, y
el 29% demanda justicia social (INJUV, 2004). Un          Participación Social y Desarrollo Cívico
grupo importante de jóvenes refiere que se ha senti-
do discriminado por clase social, edad o por su con-         Diversos estudios (Flanagan, Bowes, Jonsson,
dición de estudiante (INJUV, 2004). En síntesis, los      Csapo & Sheblanova, 1998; Flanagan & Gill, 1999)
10                                                   MARTÍNEZ

sugieren que las experiencias de pertenencia y la              Los colegios son contextos claves para aprender
participación en grupos e instituciones de la comu-        y practicar la ciudadanía y los principios democráti-
nidad (e.g., organizaciones escolares o juveniles,         cos, sin embargo, se requiere desarrollar y evaluar
culturales, ecologistas, políticas, comunidades reli-      iniciativas para llevar a la práctica los principios de
giosas) promueve la integración social y protege a         equidad, solidaridad y tolerancia a la diversidad. Al-
los jóvenes de conductas negativas. Paralelamente,         gunas intervenciones han mostrado resultados favo-
la salud de los sistemas sociales (e.g., familias, cole-   rables pero requieren ser replicadas y/o evaluadas en
gios, comunidades) depende de la participación ac-         otros grupos de jóvenes. Por ejemplo, utilizando una
tiva y del compromiso de sus miembros, procesos            metodología de investigación participativa, Prieto
que desarrollan confianza social y sentido del bien        (2003) encontró que los jóvenes no sólo mejoraron su
común (Flanagan & Gill, 1999).                             conocimiento acerca de la democracia, sino que au-
     Los hallazgos de las encuestas nacionales de          mentaron el conocimiento de sí mismos, aprendieron
juventud sugieren que las tendencias de participa-         a expresar sus opiniones, y a monitorear su compor-
ción juvenil por estrato socioeconómico han cam-           tamiento tomando en cuenta los sentimientos y las
biado desde 1994 a 1997. La participación en organi-       acciones de otros.
zaciones sociales y políticas de los jóvenes ha dis-
minuido, fenómeno descrito como “desapego políti-          Actividades Significativas y Uso del Tiempo Libre
co” (Espinoza, 1999), que también se ha observado
en otras sociedades durante períodos de cambio                  Las actividades instrumentales son un componente
social rápido (Flanagan et al., 1998). Estas conclu-       diario de la vida de los adolescentes (Larson, 2000), y
siones deben interpretarse con cautela. La naturale-       un medio para la exploración de la identidad. Las activi-
za transversal de los datos INJUV, como también la         dades incluyen pasar tiempo en otros contextos tales
agregación de jóvenes en un intervalo amplio de            como el trabajo, los grupos de amigos, proyectos juve-
edad (e.g., 15 a 29 años) impide analizar la evolución     niles, y organizaciones comunitarias. Estas activida-
de estos comportamientos en cohortes de jóvenes            des implican interacciones regulares con adultos (e.g.,
durante un período histórico particular y se hace          entrenadores, mentores, líderes) y ayudan a formar el
necesario el diseño de estudios longitudinales.            autoconcepto, desarrollan la iniciativa personal, inte-
     Sabemos muy poco acerca de los procesos a tra-        reses, y desalientan las conductas problema (Larson,
vés de los cuales los jóvenes se convierten en bue-        2000). Además de crear lazos intergeneracionales, las
nos ciudadanos (e.g., cuáles son las vías de inclu-        figuras adultas pueden servir de modelos, dar apoyo
sión), y mucho menos acerca de cómo estos proce-           social y canalizar el comportamiento de los adolescen-
sos ocurren en jóvenes de grupos económicamente            tes hacia metas deseadas.
desventajados o históricamente marginalizados, y               Los hallazgos de una muestra nacional de juven-
si difieren de los procesos que experimentan jóve-         tud (INJUV, 2004) indican que los jóvenes chilenos no
nes de sectores más afluentes. La competencia cívi-        están participando en actividades significativas para
ca supone el desarrollo de habilidades prosociales,        su desarrollo. El fútbol da cuenta de la mayor participa-
el apego positivo a instituciones sociales (e.g., fami-    ción juvenil en actividades organizadas, particularmente
lia, colegio), y la adhesión a valores de responsabi-      en varones. Los beneficios de esta participación no
lidad social, respeto por la diversidad, los principios    están claros pues también se asocia con consumo de
democráticos y los derechos civiles.                       alcohol y drogas (INJUV, 1999). En una muestra de
     Es central conocer los factores que contribuyen       jóvenes urbanos de nivel socioeconómico bajo,
a que los jóvenes aprendan y se motiven por partici-       Martínez y Cumsille (1996) encontraron altos niveles
par en la vida cívica de sus comunidades, y de cómo        de sintomatología depresiva, tales como aburrimiento
estas experiencias a nivel local pueden crear oportu-      frecuente, pesimismo y soledad. Estos índices de alie-
nidades para la participación formal de los jóvenes        nación y falta de perspectiva a futuro en una población
en la vida cívica del país (Espinoza, 1999). En una        de jóvenes que puede describirse como “normal”, no
muestra de 1093 adolescentes, Silva y Martínez (en         constituye necesariamente psicopatología, y pueden
prensa) encontraron que la participación en activi-        reflejar falta de proyectos que los motiven intrínseca-
dades escolares como debates, centro de alumnos,           mente o que los dirijan a la consecución de metas im-
promueve la eficacia política y la conciencia crítica      portantes para ellos (Larson, 2000). Futuros estudios
de los jóvenes.                                            podrán investigar que características de las activida-
                                                           des diarias –estructuradas y no estructuradas– y de
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los contextos en que éstas se realizan, contribuyen al    nes positivas con su familia, apego a la escuela, amis-
desarrollo de iniciativas y proyectos a futuro en los     tades duraderas), o dimensiones internas que reflejan
jóvenes.                                                  valores, actitudes, y habilidades personales del/la
                                                          adolescente. Estos recursos se relacionan negativa-
    Sugerencias Para Futuros Estudios y                   mente con comportamientos de riesgo. Mientras más
         Propuestas Para la acción                        recursos (e.g., competencias, habilidades) posea un/
                                                          a adolescente, es menos probable que se involucre
                                                          en comportamientos de riesgo, y más probable que se
Necesidad de Estudios Longitudinales
                                                          involucre en comportamientos positivos o saludables
    Los hallazgos de las sucesivas encuestas nacio-       (Benson et al., 1998; Jessor et al.,1998; Leffert et al.,
nales de juventud (INJUV, 1999, 2002, 2004) aportan       1998; Scales et al., 2000).
importantes descripciones de la realidad juvenil. Sin         El desarrollo de programas para jóvenes debe
embargo, para avanzar en el diseño de intervencio-        incorporar la creación de recursos, fortaleciendo las
nes de promoción o prevención, necesitamos com-           condiciones favorables existentes en los ambientes
prender de qué manera los factores demográficos a         naturales (Bogenschneider, 1998). Por ejemplo, a ni-
nivel familiar, escolar y de la comunidad interactúan     vel de colegios se puede promover la participación
con procesos personales y familiares para producir        comunitaria a través del involucramiento de los jó-
resultados positivos en los adolescentes. En Chile,       venes en programas de servicio voluntario (Reinders
la investigación sobre los factores que contribuyen       & Youniss, 2006). Estos programas pueden adoptar
al desarrollo positivo de los jóvenes carece de datos     metodologías participativas que posibilite a los ado-
longitudinales que permitan identificar los procesos      lescentes tomar roles activos en el diseño y evalua-
y mecanismos que contribuyen a que los jóvenes            ción de los mismos.
mantengan trayectorias positivas en su desarrollo,            Los profesionales, investigadores y diseñadores
aun en presencia de condiciones de riesgo ambien-         de políticas públicas pueden colaborar con los jóve-
tal o desventajas socioeconómicas y culturales.           nes en la planificación de programas y en la movili-
                                                          zación comunitaria para crear ambientes en que los
                                                          jóvenes establezcan relaciones positivas con adul-
Énfasis en las Competencias
                                                          tos, y desarrollen competencias y habilidades
    La noción de adolescencia de Stanley Hall como        (Eccles & Gootman, 2001). Al mismo tiempo, deben
un período necesariamente conflictivo llevó a pres-       investigar la medida en que estos programas son
tar poca atención a las competencias, los recursos,       efectivos y constituyen buenos contextos para el
y las actividades prosociales de los adolescentes.        desarrollo adolescente, vinculando sus característi-
Alternativamente, los modelos que se enfocan al           cas y recursos con medidas de resultado en los par-
desarrollo positivo (e.g., enfatizan habilidades, com-    ticipantes (Larson, 2000). Para avanzar en este obje-
petencias, recursos) de los jóvenes debieran              tivo se requiere generar indicadores que documen-
ser el objetivo de los esfuerzos comunitarios             ten resultados positivos en el desarrollo, tales como
(Bogenschneider, 1998; Villarruel, Perkins, Borden        habilidades sociales y cognitivas, autoconcepto,
& Keith, 2003). Los adolescentes que crecen en co-        participación en actividades significativas, pertenen-
munidades que promueven los aspectos positivos            cia a grupos positivos con pares, estrategias positi-
de su desarrollo tienen una mejor comprensión de          vas de afrontamiento y estilos de vida saludables
sus valores, son buenos aprendices de por vida,           (Jessor et al., 1998; Lerner & Galambos, 1998).
participan activamente en sus comunidades, y con
mayor frecuencia, también promueven el bienestar          Adolescentes Como Agentes de su Desarrollo
de otros jóvenes (McLaughlin, 2000).
    Las características, tanto individuales como am-          El desafío para los programas es comprometer a
bientales, que facilitan la transición positiva a la      los jóvenes en procesos que promuevan su propio
adultez, constituyen las piedras fundantes del desa-      desarrollo (e.g., liderazgo, iniciativa, empren-
rrollo positivo y han sido denominados recursos evo-      dimiento), y capacitarlos para tomar las decisiones
lutivos (Benson et al., 1998), habilidades para la vida   que les permitan lograr este objetivo. En otras pa-
(Botvin et al., 2000) y factores protectores (Resnick,    labras, tanto las políticas como los programas de
2000). Los recursos evolutivos pueden ser dimensio-       juventud debieran capitalizar en la capacidad de
nes externas de los ambientes de vida (e.g., relacio-     agencia y en la iniciativa de los jóvenes, de manera
12                                                  MARTÍNEZ

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