ENFERMEDAD NO TRANSMISIBLE - México Salud-Hable
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Edición y formación: Mariela Gómez Roquero Corrección de estilo: Alicia Aldrete Haas Traducción: Ana Rosa Ramírez P. y Mariana Castro Armella @Acción Contra el Alcoholismo AC Golfo de San Jorge 63 Tacuba. Alcaldía Miguel Hidalgo CP 11410 CDMX Esta publicación se llevo a cabo gracias al apoyo de The NCD Alliance 31-33 Avenue du Giuseppe Motta 1202 Geneva, Switzerland
Introducción E n junio de 2016, aprovechando que concurría el equipo directivo de la Non Communicable Diseases Alliance (Alianza de Enfermedades No Transmisibles), así como especialistas de nuestro continente al Congreso Mundial de Cardiología y Salud Cardiovascular, con sede en Ciudad de México, varios adherentes a la Coalición México Salud-Hable interactuamos con esas personalidades, incluidos integrantes de la Coalición Latinoamérica Saludable, cuya coordinadora, la doctora Beatriz Marcet Champagne, fue la concertadora de la reunión. Hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en especial del Objetivo 3, sobre Salud y Bienestar, de las enfermedades no transmisibles (ENT) y de los factores de riesgo que detonan las ENT. Hubo un tema que llamó la atención de especialistas y líderes de organizaciones: la participación de los pacientes, de las personas que viven con enfermedades no transmisibles (PVENT), la consideración de sus voces y su participación en el tratamiento, en la prevención y en iniciativas sobre salud pública. Aprovechamos la experiencia de las organizaciones de nuestro país, que ya trabajaban con pacientes en los campos de la diabetes, el cáncer y las adicciones A partir de entonces, en nuestra coalición acordamos intensificar el trabajo de y con nuestras PVENT, y también con sus familiares y amigos cercanos. En 2017 decidimos sumarnos a la iniciativa global de la NCD Alliance Our Views, Our Voices (Nuestra Visión, Nuestras Voces) y, venturosamente, realizamos una serie de conversatorios con personas que viven con trastornos cardiovasculares, cáncer, diabetes, padecimientos respiratorios crónicos, renales, Alzhéimer y adicciones a sustancias psicoactivas. En 2018 participamos en la campaña mundial Enough! (¡Basta!) para que en lo sucesivo los gobiernos dejaran de prescindir de la colaboración de los pacientes en la formulación y aplicación de las políticas de salud. Ese mismo año organizamos nuestra primera reunión abierta a compañeras(os) de los estados del país, de la cual resultó la integración de nuestra primera Agenda de Incidencia de PVENT, que ha tenido circulación internacional. Y varios de los colegas se capacitaron al más alto nivel, en Ginebra, Suiza, y trajeron a México el programa Train the Trainers (Entrenar a los entrenadores). La integración del primer repositorio de testimonios y propuestas de personas que viven con enfermedades no transmisibles y sus cuidadores, que denominamos Personas que viven con una enfermedad no transmisible, es otro paso más en nuestro esfuerzo coaligado. Responde a un compromiso de nuestro Capítulo de Personas que viven con ENT con la NCD Alliance, pero sobre todo con las y los propios pacientes y sus cuidadores primarios. Este acopio de vivencias crudas y sensibles a la vez, críticas y estimulantes, nos hablan del ser humano y de su dolor, así como de su capacidad de afrontación, de recuperación y apoyo solidario. Muestran, finalmente, la fuerza de las PVENT para tomar su lugar en tareas de incidencia pública, que coadyuven a cambiar tantas cosas que deben cambiar en nuestro país.
Bienvenidos E n el capítulo de Personas que viven con una enfermedad no transmisible (PVENT) de la coalición México Salud-Hable queremos escuchar a quienes desde su propia experiencia con una ENT buscan: Equidad en el acceso. Para que todos, en todas partes, tengan acceso a los servicios de salud de calidad que necesitan, cuándo y dónde los necesitan. Calidad. Atención segura, eficaz y oportuna que responde a las necesidades integrales de las personas y de los más altos estándares posibles. Capacidad de respuesta y participación. Acción que se coordina en torno a las necesidades de las personas, respeta sus preferencias y permite su participación en los asuntos de salud. Eficiencia. Garantizar que los servicios se brinden en el entorno más rentable con el equilibrio adecuado entre la promoción de la salud, la prevención y la atención hospitalaria y ambulatoria, evitando así la duplicación y el desperdicio de recursos. Resiliencia. Fortalecimiento de la capacidad de los actores, instituciones y poblaciones de la salud para prepararse y responder eficazmente a las crisis de salud pública. Si tienes un testimonio que quieras compartir con nosotros, no dudes en escribirnos tu historia y compartirla a tuhistoriaent@gmail.com. En el mismo correo envíanos todos tus datos para invitarte a nuestros diferentes eventos. Agradezco infinitamente a México Salud-Hable el que me haya permitido llevar a cabo este proyecto. Maestra Francis Zaballa Roquero Responsable del capítulo de Personas que viven con enfermedades no transmisibles
ALCOHOLISMO Hombre; 41 años; Salamanca, Guanajuato Con la pandemia, el hogar pasó a ser oficina y yo no estaba listo; ser papá y profesor al mismo tiempo ha sido complicado por mi inexperiencia con la tecnología. Además, las instituciones aumentaron los formatos para vigilar nuestro trabajo. Quiero un poco de tranquilidad, las fallas técnicas existen y llegan a estresar mucho. El acceso a la tecnología quedó al descubierto como un privilegio de unos cuantos. Se tendrían que democratizar más. Mujer; 18 años Viví en una casa donde todos beben y aprendí a beber, me hice novia de un chavo que me llevó a su grupo de AA, hoy vivimos juntos y por fin estoy en paz. Falta información a los papás, en las escuelas, en las tienditas y en las farmacias para que otros chavos no hagan lo que yo hacía: me vendían lo que yo pedía sin preguntar, desde gelatinas de tequila afuera de la secundaria, hasta medicinas en la farmacia y, desde luego, alcohol en todas las tienditas. Hombre; 19 años Desde chico empecé a beber de manera importante, terminé muy mal y mis amigos me ofrecieron llevarme a un grupo de AA, allí he aprendido a vivir. Se necesita información en las escuelas sobre alcohol, marihuana, tabaco y drogas; a mí me enseñaron que podía beber de forma responsable, yo nunca pude, me chorearon. ALCOHOLISMO Y DEPRESIÓN Mujer; 45 años; CDMX Empecé a beber para sentirme bien y no lo logré, desarrollé una dependencia al alcohol, que lejos de eliminar la depresión la agravaron; deje mi empleo, he tenido muchos problemas familiares y sociales. Gracias a Dios una amiga me habló de AA y me llevó a una junta; allí aprendi a vivir, hoy vivo solo por hoy agradeciendo a Dios y a mi grupo su apoyo para permanecer en sobriedad. Nunca supe que el alcohol era un depresor por naturaleza, los anuncios ofrecen un producto para estar feliz, yo bebía con esa intención, para estar feliz, pero terminaba más deprimida y destruida; pensaba que era tonta y que no tenía remedio, que era mejor morirme, hasta que llegue a AA. Creo que deberían prohibir la publicidad que muestra a la gente teniendo éxito, diversión y suerte si beben alcohol. ALCOHOLISMO Y DIABETES Mujer; 31 años; Ciudad Nezahualcóyotl, Edomex No sé cuándo empecé a ser alcohólica y cuándo diabética. Comencé a beber muy chica, un día que me sentí muy mal, me llevaron al médico y descubrieron que era diabética; empecé a beber derecho, sin refrescos, pero estuvo peor. Un día un amigo me llevo a un grupo de AA, dejé de beber con muchísimo trabajo, y puse atención a mi diabetes, estaba muy mal. Me llevaron a Centro Acción, una fundación que me enseñó a vivir y a encontrar el oficio de la belleza. Allí aprendi que tenia dos enfermedades no transmisibles; nadie me dijo que si te da una eres más propenso a que te dé otra y, además, soy más vulnerable a covid-19. Agradezco a Dios por mi vida, y a las personas que me han ayudado a salir adelante especialmente a mi esposo y mis hijos
Sugiero que enseñen a los niños y a los padres de familia qué son las enfermedades no transmisibles, que les expliquen que si te da una, te pueden dar otras, además de que no se quitan, solo se controlan. ANSIEDAD Mujer; 62 años; CDMX Medicamentos: antidepresivos Desde niña tuve muchos problemas emocionales pero nadie me llevó a revisar, decían que era de familia; al casarme, no podía tener hijos, estuve en diferentes tratamientos de fertilidad y por fin me embaracé, cuando mi hijo nació mis problemas se agravaron de manera muy importante, yo tenía 35 años y nunca me habían diagnosticado, desde entonces tomo una barbaridad de medicamentos, todos muy caros pues los psiquiátricos son carísimos. El encierro me ha llevado a sentir mucha angustia, la doctora prefiere subirme las dosis y no evaluarme de momento, tengo mucho miedo de ir a los hospitales o a los consultorios, no he visto ni a mi mamá ni a la familia. El reto para mí es estar tranquila y no quedarme sola. Espero que los niños sean evaluados emocionalmente de forma gratuita y obligatoria. Esto evitaría que personas como yo sufran mucho, evitaría familias destruidas y una descapitalización por los medicamentos de por vida. Cuando nosotros podíamos trabajar y producir si estábamos bien. ARTRITIS REUMATOIDE Hombre; 38 años; CDMX No me afectó tanto la pandemia, me afecta no salir y estresarme constantemente. Es un reto limitar mis salidas, no poder ver a mi familia y conocidos. Mi recomendación es motivar la parte lúdica. Desearía proponer que sigamos manteniendo distancia, el uso de cubrebocas y más campañas de concientización de parte del IMSS para evitar más contagios. ARTRITIS REUMATOIDE Y CÁNCER PULMONAR CONTROLADO Mujer; 57 años; Benito Juárez, CDMX Medicamentos: Azulfidina, Plaquenil, Metotrexato, quimioterapias y radiaciones Estar encerrada tanto tiempo me ha afectado mucho en mis articulaciones, aun haciendo ejercicio en casa. Padezco cáncer pulmonar hace más de 15 años, y estoy muy bien controlada. Mis retos son salir a caminar más tiempo y hacer ejercicio para ayudarme. Aunque la pandemia me ha generado mucho estrés, no he tenido ninguna recaída del cáncer pulmonar. Deseo que toda la gente haya logrado aprender algo bueno de esta situación y propongo que nos sigamos apoyando entre todos para lograr salir adelante. Ojalá que lo vivido en esta pandemia nos haga mejores seres humanos. CÁNCER Y DIABETES TIPO 2 Mujer; 60 años; Morelia, Michoacán Medicamentos: Letrozol, Metformina, complejo B
Me ha afectado no ver a mis familiares y amigos; siento tristeza, soledad y preocupación. Tenemos que seguirnos cuidando y tener más paciencia. Es necesario un mayor compromiso de las autoridades. CÁNCER (CUIDADOR PRIMARIO DE ALZHEIMER) Hombre; 55 años; Benito Juárez, CDMX Temo ponerme mal y no poder atender a mi mamá, ambos hemos entrado en periodos de angustia y de ansiedad profundos. Hace falta información sobre enfermedades mentales y neurológicas, y capacitación para ser cuidador primario. Además de apoyos económicos y psicológicos. CÁNCER, OBESIDAD E HIPERTENSIÓN Mujer Medicamentos: Losartán de 100 mg Desde pequeña soy gorda y al llegar a la adolescencia subí mucho más de peso, llegué a sobrepasar 126 kilos, por lo que soy hipertensa. Además, tuve cáncer cervicouterino. Actualmente no tengo cáncer, solo soy hipertensa. Ya bajé, pero no he logrado llegar a mi peso. Con la pandemia he tenido mucha precaución y miedo, trato de tener mis medicinas siempre en casa y solo salir lo necesario, y aunque sufro problemas con mis rodillas, trato de moverme. Para mí, el reto es tener una dieta más variada, ejercitarme y mantenerme alejada de los lugares concurridos. Es importante que haya servicios médicos para todas las personas, se ha suspendido la mayoría de los servicios para todas las ETN en la ciudad, solo te dan el resurtimiento de recetas, y los que enferman no van al hospital, prefieren pagar consulta privada antes que enfrentarse al servicio público. CARDIOVASCULARES Mujer; 33 años; Salamanca, Guanajuato. Me ha afectado en todo, desde mi cotidianidad hasta mi trabajo. La tecnología no es amiga de nadie. Ojalá seamos empáticos con los demás; que los maestros nos pongamos en los pies de los alumnos y viceversa. Mucha empatía. CARDIOVASCULARES Y FIBROMAS Mujer; 59 años, Oaxaca, Oaxaca. En lo personal, tengo temor de contagiarme, de perder a amigos y familiares. En el trabajo hay menores ingresos y mayores gastos para protección. El reto es conservar la salud en mi familia y colaboradores. Comparto algunos apoyos a personas con mayores necesidades; me he vuelto más reflexiva. A las autoridades les propongo priorizar el interés superior de las personas por encima de intereses personales y políticos. La protección de la salud debe ser su prioridad, así como el apoyo fiscal a las empresas para la conservación de empleos. Hoy por hoy, mucha gente está vendiendo sus bienes, el patrimonio que construyó durante muchos años. Debemos ser solidarios unos con otros, en
especial los gobiernos con todas las personas, los empleadores con los trabajadores, y todos con los trabajadores de la salud. CATARATAS, GLAUCOMA, DAÑO EN CÓRNEA, SÍNDROME DE FUSH, OSTEOARTRITIS Y GASTRITIS Mujer; 81 años, Benito Juárez, CDMX Medicamentos: Primogin, Pantoprazol, Pancreoflat, bacilos lácticos y ácido fólico La pandemia me ha afectado mucho laboralmente. Es que no hay pacientes, la baja de ingresos y afectación en la economía. Extraño la convivencia presencial física y me gustaría tenerla, pero no se puede. Espero que las autoridades mejoren la atención médica y la economía. En el IMSS los cuidados contra covid son horribles. Solo me dieron gel, no me tomaron la temperatura, ni me hicieron preguntas de cómo me sentía, ni si había estado en contacto con personas enfermas, a pesar de ser adulta mayor vulnerable. No dan ganas de regresar. COLON IRRITABLE Mujer; 59 años; Benito Juárez, CDMX. La pandemia me ha afectado física, emocional y económicamente. Es un reto adquirir nuevas costumbres de higiene y establecer rutinas en familia. Es importante seguir las recomendaciones de las autoridades de salud para limitar la propagación del virus, y que se siga cumpliendo con el uso del cubrebocas. Por favor, no hagan compras de pánico. DEPRESIÓN Mujer; 43 años; Miguel Hidalgo, CDMX Soy depresiva, he sido cuidadora de mis padres; mi mamá ya murió y mi papá tiene diabetes y es muy mayor. He desarrollado una angustia y ansiedad profunda y la pandemia me tiene encerrada en mi casa, apanicada. Mi propuesta es brindar confianza y seguridad a la población y enfermos en general de recibir atención médica, análisis y medicamentos en áreas seguras, libres de covid. Mujer; 22 años Desde niña me medicaron con Ritalín, al cabo del tiempo y sabiendo que esto no me resolvía nada dejé de tomarlo y empecé a consumir cosas que vendían en la tele como ajo negro, tés de valeriana, entre otros, que me hicieron gastar dinero y no lograr nada. Hoy trato de salir adelante sola con respiraciones y meditación contemplativa. Hay que ser muy cuidadosos con los productos milagro que se ofrecen en televisión sin ninguna regulación, o por redes sociales sin ninguna supervisión, cuando uno está enfermo busca esperanza y estos corruptos saben cómo hacer esto. Mujer; CDMX Medicamentos: diferentes antidepresivos Desde niña he sido dispersa y nunca me diagnosticaron, así crecí y fui mamá, tengo un hijo con Asperger y he pasado situaciones de familia muy complicadas, mi esposo se suicidó y yo entré en una depresión muy profunda.
Ahora soy cabeza de familia y la situación económica es muy difícil para mí, el tratamiento de mi hijo y mío es casi impagable, a él la pandemia lo tiene muy angustiado sin salir de la casa para nada. Ya han pasado muchos meses de velar por mi salud emocional y física y la de mis hijos. Creo que los niños en las escuelas deberían ser diagnosticados de ENT de manera gratuita, permitiría prevenir situaciones dolorosas en sus vidas y en las de sus familias, además ahorraría al Estado mucho dinero en tratamientos, y ayudaría en la productividad de los jóvenes. Mujer Tengo muchos años con esta enfermedad, la he llevado con atención y cuidado, el apoyo de mi familia es la base de que esto haya salido bien. Murieron dos de mis hermanos y me afectó muchísimo, el encierro indefinido en un país que no tiene reglas claras, en el que cada uno ve por sus intereses me genera molestia y tristeza. Trato de evitar contagiarme y contagiar a mis padres y a mi esposo. Es necesario que el gobierno tenga una estrategia clara y definida para el bienestar y la salud de todos. DEPRESIÓN E HIPERTENSIÓN Mujer; 54 años; Miguel Hidalgo, CDMX Medicamentos: Rivotril, Anapsique y Miocardis La pandemia ha sido muy difícil para mí y a veces frustrante porque soy cuidadora de mi mamá que tiene Alzhéimer desde hace muchos años; siento gran impotencia de no poder hacer nada y por el mal manejo de la pandemia en México, el encierro ha sido muy angustiante para mí. No veo la luz al final del túnel. Propongo un cambio de presidente, uso obligatorio de cubrebocas, sanción a quien no obedezca las reglas de protección, toque de queda y apoyo a quienes de veras lo necesitan. DEPRESIÓN, DISAUTONOMÍA Y EPILEPSIA Mujer Medicamentos: Midodine, Vimpat, Kriadex y Butrew A partir de la muerte de mi papá, me convulsioné y supe que tenía disautonomía y epilepsia. A veces estoy muy deprimida, estresada, debo cuidarme muchísimo, descansar y hacer ejercicio. Ese es mi reto: hacer ejercicio y cuidar de mi familia, además de aprender a manejar el estrés. Es importante que las autoridades hagan caso a las enfermedades silenciosas y las traten, que informen a la gente qué son, cómo, y por qué dan. Debería haber protocolos y pruebas rápidas de todas las enfermedades como existen para VIH y diabetes, y debería ser gratuito. DIABETES TIPO 2 Mujer; 59 años; Salamanca, Guanajuato Siento que mi libertad se ha ido. Realmente mi reto es acostumbrarme a salir solo lo necesario. Creo que debemos valorar nuestra libertad y salud. Es una situación que jamás pensamos que viviríamos.
A los partidos políticos les propongo que vean por el pueblo antes que por sus intereses. Mujer; 46 años; Coacalco, Edomex Medicamentos: Metformina Con el pasar de los días, me doy cuenta de que de nada sirve tener tiempo de sobra en casa, porque el daño colateral es que le pega al trabajo y al presupuesto familiar, por eso hay bajones de energía en los adultos y de ánimo en los niños. La economía nos aprieta y nos angustia, el día a día ya no sale, falta para la despensa, para los pasajes, para el cuidado de la salud; algunos de los medicamentos obtenidos de la seguridad social de por sí están agotados, y se hace más notoria su ausencia en esta época porque no alcanza para comprarlos; se terminan las jeringas para la insulina, no se consigue alcohol ni algodón. Estoy de acuerdo en no bajar la guardia, en protegernos, pero no en vivir con terror, porque de nada te van a servir todos los cuidados si esa emoción hace una grieta en tu armadura. Físicamente, a veces me disminuye no salir, necesito ir a caminar, hay que buscarle de alguna forma. Cuando tienes una ENT se altera todo, le afecta en la emoción y en lo físico, parece que te cuidas un poco más y luego te salta algo. Una herida en el pie me ha tardado en sanar; sin embargo, voy bien con los niveles de azúcar. En medio del desconsuelo que lleva a la contemplación y luego a la reflexión, llega la afirmación de que todo pasa y que la vida enseña, de que todo son momentos y que siempre hay maneras de que quién eres, lo que haces y lo que compartes regresa a ti en forma de bendiciones. La más bella es la familia, y me refiero también a aquella que va más allá de la sangre. Así como los casos de éxito, noticias de esas compensan las otras: una amiga venció el cáncer. Bendiciones. Propongo mayor apoyo de las autoridades de educación para aprender las nuevas aplicaciones. La tecnología nos rebasa a todos, maestros y papás. Conectarnos por Google Meet fue difícil, Google Class también; mis respetos para los maestros. Para eso son los retos, para aprender lo que no sabíamos. Sí es complicado, sí hay problemas, sí hay bajones de energía, pero no es una opción darle la vuelta, ni dejarse vencer. La opción es permitirme cinco minutos de derrota, de estrés, de culpabilidad, y luego dejarlos ir, y otra vez ver por dónde empiezo. Mujer; 53 años, Álvaro Obregón, CDMX. Al igual que la mayoría, estoy pasando la cuarentena encerrada, en casa y con los cuidados que tenemos que llevar a cabo, ya que mi esposo y mi hija salen a trabajar. Trato de hacer mi vida normal, como me es posible; sin embargo, en tiempos normales visito a mis hermanas y ahora no me es posible verlas, nos extrañamos mutuamente. Una de ellas se contagió, estuvo muy enferma y perdió a su esposo, a su suegro y a un cuñado. Creo en verdad que, a pesar de la distancia, debemos reforzar los lazos de amor que tenemos con nuestra familia y amigos. Conservemos y cuidemos la comunicación con familiares y amistades, al menos una llamada telefónica, un mensaje. Observemos las medidas de higiene y protección, como cubrebocas y gel.
Hombre; 56 años; Benito Juárez, CDMX Medicamentos: Metformina y Glimepirida Tengo dos años de tratamiento, cuando supe que tenía diabetes me asusté y sabía que mi vida cambiaría radicalmente, he sido ordenado y cuidadoso con mis hábitos alimenticios. La comida saludable es más cara y menos accesible que la comida chatarra. El reto es evitar contagiarme de covid, ya que soy población en alto riesgo y sin mucha información del porqué. Pediría información clara sobre la comorbilidad exacta entre la diabetes y covid, no existe en ningún lado. Mujer; 67 años Medicamentos: Forxiga, Januvia y Glucophage Padezco diabetes desde hace muchos años, he tenido que ser cuidadosa con mi hábitos alimenticios, estoy angustiada en tiempos de covid por mi comorbilidad. Con la pandemia tengo reincidencia de erisipela, uno se vuelve uno más vulnerable al estrés con esta situación. Mi propuesta al gobierno mexicano es que si no pueden hacerse cargo de los enfermos (que aparentemente no), entonces al menos hagan una campaña para la gente de pocos recursos para que utilicen el cubrebocas, haciéndoselos de tela ellos mismos, explicando cómo elaborarlos, cuándo usarlos y cómo mantenerlos con los escasos recursos que tengan. Yo creo que se podrían hacer colectas de sábanas o cortinas. DIABETES TIPO 2, HIPERTENSIÓN Y TIROIDES Mujer; 65 años; Iztapalapa, CDMX Mi vida es la misma aunque con nuevas limitaciones. Ahora vivo un poco más encerrada porque los comercios están cerrados la mayor parte del tiempo. En lo personal vivo la misma rutina, excepto porque tengo que usar cubrebocas. Me gustaría que las autoridades supervisaran que todas las personas que estén en la calle y en los comercios usen el cubrebocas y gel. Ser más educados nos ayudará a salir más rápido de la pandemia. DIABETES TIPO 2, HIPERTENSIÓN, OBESIDAD Hombre; 59 años; Salamanca, Guanajuato. Medicamentos: Losartán, Insulina y Metformina La pandemia me ha llevado a extremar precauciones y no asistir a reuniones sociales. Soy abogado y sigo trabajando normalmente. El reto es ser más disciplinado con mis cuidados personales. Lo importante es protegerse al extremo y tratar de hacer tu vida normal, con las medidas necesarias. Propongo y solicito al gobierno federal que se realicen los trámites que se requieran para estar en condiciones de adquirir la vacuna y aplicarla a todos los habitantes. Por favor, hay que recordar salir siempre con cubrebocas y usar gel. DIABETES TIPO 2, HIPERTENSIÓN, SOBREVIVIENTE DE CÁNCER Y DE INFARTO AL MIOCARDIO Hombre; 68 años; Coacalco, Edomex
Medicamentos: Insulina A mi hija de 38 años, que es radióloga, le dio covid, ella da capacitación y tiene que viajar; aunque estuvo internada, gracias a Dios se recuperó y volvió ya a su trabajo. Nuestra rutina sigue igual, solo que con mucho menos ingreso, Fran (nuestra hija adoptiva) y yo salimos a trabajar mientras que su niña y Tere, mi esposa, se quedan en casa. Las preocupaciones han aumentado con los días. Frente a mi taller mecánico pasan las personas sin cubrebocas, y a esa distancia te pueden afectar, sabemos lo contagioso del virus. Tratamos de evitar lo más posible las salidas a la calle, pero la realidad de muchas familias mexicanas nos obliga a salir para continuar con la búsqueda del sustento diario, es la desventaja de quienes vivimos al día. El impacto de la situación también está en lo emocional. Un amigo médico muy querido, el doctor Eduardo Carrillo de 64 años, uno de los grandes luchadores en esta pandemia, falleció después de nueve días internado en el Hospital Militar. Su partida nos afectó emocionalmente, había trabajado en el taller mecánico para costearse su carrera de médico. La inconsciencia de mucha gente nos afecta. No queda más que cubrirse, protegerse y trabajar. Otro reto es la economía. Hay preocupación por la salud, pero para nosotros es más preocupante la situación económica durante y después de esta pandemia. No tenemos pensión, y el riesgo de contagio lo vemos tan cerquita, a la vuelta de la esquina, y solo queda tratar de protegernos. El médico particular es muy cuidadoso, limpia todo con cloro y alcohol; lo mismo en la iglesia, a quienes no traen les dan cubrebocas y la gente se sienta con bastante separación. A las autoridades de transporte les propongo que impongan una norma para que no le permita a la gente sin cubrebocas subir a las combis. Se necesita más supervisión en el Metro porque hay gente que se lo quita. Yo viajo en combi y Fran es chef en un restaurante japonés, ella también usa el Metro. Hay combis que suben hasta 15 o 20 personas y varias van sin cubrebocas. Cuando va muy llena, me espero a la siguiente. Una pasajera le dijo a otra: “Fíjese que acabo de perder a mi hermana por covid. ¿Por qué no se pone cubrebocas?”, y la otra señora contestó enojada: “Sí, a mí también me dio, y ¡míreme, estoy bien!”. Solo nos queda tratar de protegernos, usar cubrebocas, careta, lavarnos las manos, no saludar de mano o lavarse inmediatamente, cumplir todos los protocolos para evitar el contagio. Mujer; 65 años; Iztapalapa, CDMX Medicamentos: insulina Estoy preocupada porque mi esposo sale a hacer las compras, le pido que guarde su distancia porque tiene que cuidarse para que yo esté bien; soy diabética y estamos solos. Ahora tenemos que vivir con más restricciones y más cuidados. Tengo el apoyo de mis hijos, me hablan, pero no vienen a verme por mi seguridad. Me ha entrado depresión, quisiera meterme en una bolsita de hule, pero hay que enfrentar las cosas como están y salir con más seguridad, con gel y todas las precauciones. Tengo dudas sobre qué va a pasar cuando necesite ir al médico, cuál va a ser la prioridad, los de la pandemia o nosotros como enfermos de ENT. Por el rumbo no hay insulina, hasta el centro. Mi hija y mi esposo me han ayudado a buscarla. Estoy muy triste, mi hermano favorito murió, luego una cuñada, la esposa de mi hermano mayor también falleció por infarto. Al prolongarse la pandemia la he pasado mal, me ha entrado depresión, lloro. Por lo mismo el azúcar me subió,
bajé de peso y volví a subir. Estoy desesperada. Quisiera que pasara rápido, que toda la gente entendiera, pero siguen haciendo fiestas. Mi hermano estaba bien y al bañarse le dolió el pecho y el brazo, por miedo a contagiarse no quería ir al hospital. Su familia lo llevó y como estaba saturado, se regresaron a su casa. Después lo internaron en el Hospital de Marina, además del infarto previo, ahí le dio otro infarto, lo operaron y le pusieron un marcapasos. Ya intubado se estaba recuperando, sin embargo, tuvo un tercer infarto y murió. Sentí una tristeza horrible, era mi hermano preferido, somos 11, ahora solo quedamos 10. Sufrí al no poder despedirme de él, mi familia no me permitió ir al hospital y allí tampoco dejaban pasar más que a su esposa e hijos. Mi cuñada, la esposa de mi hermano mayor, también falleció de un infarto. Propongo hacer un bloque para defendernos. Los vecinos no hacen caso, muestran demasiada confianza, aunque tienen niños pequeños. A mis hijos les digo que no fumen, que lean todo sobre tabaco y covid. Hay que estar prevenidos para todo y hacer ejercicio. Mi papá de 91 años vive con mi hermano más chico, él es mi ejemplo, hace ejercicio, camina en su casa, da vueltas al patio media hora y está bien de salud. En la misma calle fallecieron dos señoras de covid y un señor que reparaba televisores, también otras personas comerciantes, así como cinco familiares de un doctor amigo. Vivo con mi esposo, cerca del centro de Iztapalapa. Mis tres hijos son independientes. Ahora estoy haciendo cubrebocas para mis hijos y mis nietos, esperando en Dios que esto pase y pidiéndole que todos estén bien. DIABETES MELLITUS TIPO I, INSUFICIENCIA RENAL (NEFROPATÍA), RETINOPATÍA DIABÉTICA, NEFROPATÍA, INSUFICIENCIA ARTERIAL Y VENOSA, OSTEOPENIA Y GLAUCOMA Hombre; 56 años Llevo 46 años viviendo con diabetes tipo I y no ha sido fácil, pues a lo largo del tiempo va afectando otros sistemas y órganos del cuerpo, además el mantenimiento de la enfermedad es muy costoso. Cada mes me tengo que exponer a covid para acudir a una cita médica de primer nivel y recoger medicamentos generales. Acudir a una cita de segundo nivel por medicamentos especializados, es peor, me están citando cada tres meses con el especialista. Mi control lo llevo en el Hospital de Salubridad que desde marzo lo hicieron en hospital covid, hace nueve meses que no me atienden, hasta nuevo aviso. Mi trasplante y mi salud están en riesgo. Voy a hacer todo lo posible para que me atiendan todos los médicos especialistas que me ven en el Hospital de Nutrición, si no se puede acudiré a Derechos Humanos para levantar una queja, están afectando mi salud a la que tengo derecho. Que se trate a los pacientes como yo en otro edificio lejos de donde están los de covid y mínimo se nos manden los estudios de laboratorio. (PRE) DIABETES Mujer; 60 años; Monterrey, Nuevo León He tenido mucho miedo en la pandemia; he controlado mi enfermedad y riesgo haciendo ejercicio y con dieta, y ahora no puedo salir por temor. A los encargados del deporte en Nuevo León les pido espacios vigilados y desinfectados para hacer ejercicio como en otros países; que el gobierno licite proyectos de investigación, que apoye iniciativas probadas exitosas para difundir
información sobre la prevención, la tensión y los tratamientos de enfermedades no transmisibles. DISLIPIDEMIA Hombre; 59 años; Tampico, Tamaulipas La pandemia me ha afectado muy fuerte en lo laboral, soy dentista y la consulta privada bajó mucho. Y también en la relación matrimonial, mi esposa padece diabetes mellitus tipo 2 y siente mucho temor ante la posibilidad de contagio. Tenemos un problema muy grave de salud y de falta de conciencia entre la gente. Mi mayor reto es la falta de equipo de protección para el trabajo y, claro, ver a mi hijo, que es traumatólogo, sano y realizado, y tener nietos. Anteriormente cada seis meses nos dotaban en el ISSSTE de equipo de protección, y en estos dos años de gobierno no nos han enviado nada, salvo unos cubrebocas que parecen de papel. Me gustaría que fuéramos más conscientes. Un primo hermano falleció de covid, otro está muy grave, y la gente sigue diciendo que no existe el virus. Es necesario hacer conciencia entre todos. Propongo a toda la gente pensante no hacerle caso a las autoridades que desestiman el cubrebocas, leer más sobre lo que es un virus de fuentes confiables y evitar creer todo lo que sale en las redes sociales, que son poderosísimas; sin embargo, tienen mucha información falsa. Que lean sobre covid, sobre los virus y recuerden que, por ejemplo, el sida lo produce un virus. A todas las personas pensantes, especialmente familiares, amistades y compañeros de trabajo, que respeten las medidas de salud. Hombre; 64 años; Monterrey, Nuevo León Me ha afectado muchísimo. Se redujo 40% mi ingreso. Vivo de manejar un taxi y desde mayo me ha bajado el ingreso a la mitad, aproximadamente. Ahora comparto la membresía de Costco con un vecino, pues la mayonesa, queso, jamón, miel cuesta 20% menos al comprar mayoreo y es mejor calidad. Compra el vecino cuatro o cinco piezas y me revende una, sin ganancia. Necesito aumentar 30% el tiempo dedicado a obtener ingresos y reducir todos los gastos superfluos. La solidaridad vecinal ha sido un motivante para continuar el esfuerzo adicional que estoy realizando durante esta contingencia sanitaria. Como una dentista (aunque no es vecina) que redujo su tarifa para prótesis 50% durante la pandemia. Esto permitió que estuviera a mi alcance. Propongo que la Secretaría de Economía aumente en 30% la cantidad actual de ayuda por disminución del ingreso (como en el programa Crédito a la palabra), que lo continuarán en enero 2021. O crear otro programa que apoye con una cantidad equivalente ($32,500) con otros criterios de asignación, diferentes a los del programa existente. En medio de tantas afectaciones, la solidaridad es un valor muy motivante para seguir esforzándonos en dar lo mejor. ENFERMEDAD DE CROHN Mujer; 53 años, Huixquilucan, Edomex He tenido piedras en el riñón y diagnóstico de enfermedad de Crohn desde hace 19 años.
Como mensaje a la comunidad médica diría que el tratamiento debe darse entendiendo que el síntoma es ya un mensaje desesperado del cuerpo y que el tratamiento debería atender la parte emocional y mental, además de las dolencias. Mujer; 50 años Tuve un diagnóstico tardío, me topé con muy poca sensibilidad de los médicos, necesito un tratamiento a la medida que pocos médicos entienden, ir de doctor en doctor cuesta mucho dinero; necesito un tratamiento integral y puntual, los medicamentos son muy caros y con grandes efectos secundarios, así que dejé de tomarlos, he tenido que aprender a vivir con esta condición y enfermedad crónica. Me falta estructura, tengo dificultad para organizarme, para aceptar, para descansar, para dormir, para encontrar el equilibrio emocional y lograr una rutina a la medida. A las autoridades les pido más información, grupos de apoyo, que informen sobre esta enfermedad de la que nadie sabe nada y es una condición que impacta en la vida. Sugiero revisar el precio de los medicamentos porque se vuelven impagables, y diseñar, promover y dar a conocer tratamientos integrales de acciones preventivas y de tratamiento. EPILEPSIA Mujer; 33 años; Salamanca, Guanajuato Medicamentos: Valproato de magnesio Durante la pandemia he tenido que adaptar mis hábitos de ejercicio y luchar por mantener mis hábitos alimenticios y de sueño, ya que se descontrolaron. El reto es readaptarme a volver al trabajo y reforzar mis hábitos mencionados para no perderlos. Y la adaptación de un ambiente de aprendizaje en casa para mi hija y sus tareas escolares. Es importante cuidar la salud propia y de los más cercanos. A las instituciones educativas les pido no perder de vista el estrés que se desencadena en la dinámica familiar debido a la pandemia, más con hijos en edad escolar, de primaria para abajo. Es necesario implementar un plan de trabajo con actividades escolares que mayormente abarque las horas de la mañana y no la totalidad del día de los niños. Capacitar al personal académico para dichas necesidades. Y muy importante: no hay que tratar de repetir el mismo modelo de la escuela presencial, ya que estaríamos cayendo en un error, las exigencias del aprendizaje virtual son completamente diferentes. Adaptación parece ser la palabra para sobrellevar mejor la pandemia. EPOC Hombre; 56 años Medicamentos: Spioto y Convivent Fui diagnosticado con EPOC gold 2 hace ocho años, fumador desde los 16 años, tengo ocho años en abstinencia. Con la pandemia no me han dado cita para mi chequeo semestral. El reto es evitar contagiarme de covid, ya que soy población en alto riesgo
El covid es importante, pero que las autoridades médicas no descuiden los tratamientos, la atención y los medicamentos para las personas con enfermedades que son factor de riesgo a complicaciones por covid. ESCLEROSIS MÚLTIPLE Mujer; 55 años Con la pandemia el hospital me canceló la cita indefinidamente y necesito medicamento. Pido a la autoridad no dejar a un lado a las especialidades que tienen tan poco lugar en el sector salud y ahora han sido excluidas por atender personas con covid. Hombre; 27 años Medicamentos: clorhexidina Empecé muy joven con esta enfermedad, he tomado tantos medicamentos que mi sangre ya perecía de leucemia, decidí dejar de tomar medicinas y tomar clorhexidina. Mi reto es salir bien de la pandemia. Necesitamos un grupo de expertos para desarrollar indicadores que monitoreen el trabajo de las ONG que dan seguimientos a pacientes, y compartir los tratamientos o los procedimientos exitosos. Recopilar datos y publicar éxitos para que los gobiernos nos escuchen y se hable de nuestra enfermedad. El medicamento debe ser gratuito, es impagable. Mujer; 53 años; Benito Juárez, CDMX Por la pandemia no he podido recibir un trasplante de células madre, no hay un hospital libre de covid y esto podría ocasionarme la muerte. Mujer; 53 años Tengo nueve años con una enfermedad que cambió mi vida, tuve un acontecimiento personal y familiar muy complicado y doloroso, no sabía que las emociones podían afectar tanto mi salud y cuando tuve esta condición busqué sola las respuestas; gracias a un gran médico fui atendida oportunamente, he sido muy cuidadosa con mi enfermedad. Con la pandemia tengo que seguir trabajando porque soy jefa de familia. Me preocupa el riesgo de contagiarme. Mi enfermedad invalida a gente muy joven, hay escasa información sobre prevención, tratamiento y atención, los medicamentos son inaccesibles para quien no cuenten con seguro social. FIBROMIALGIA Mujer; 62 años; Miguel Hidalgo, CDMX Con la pandemia ha disminuido mi ingreso y aumentó el precio de las medicinas, he tenido mucho más dolor por el estrés, inflamaciones severas por la incertidumbre, me bloquearon las tarjetas de crédito por no pagar. Le he dado un vuelco a mi vida estudiando varias cosas para encontrar una nueva fuente de ingreso; sin embargo, eso tardará, siento una gran incertidumbre por la economía, la mía y la de la población en general; me preocupa el deterioro de mi cuerpo porque cada vez compro menos medicinas y no tengo un seguro médico que me las surta. Me atemoriza la falta de sensibilidad del gobierno sobre las necesidades de cada ciudadano, no hay fuentes de ingreso, las ventas bajan porque la gente no tiene
dinero, hay estrés de salir a la calle por la pandemia en sí y por la inseguridad, y mucho menor posibilidad de adquirir medicamentos. Sugiero que el gobierno destine un presupuesto para la sanidad y atención médica de los ciudadanos, que se preocupe de verdad por la economía de cada hogar, que se regrese el Seguro Popular y que sea de calidad para todos, y que haya un presupuesto especial para aquellos que no tienen posibilidad de pagar medicinas tan caras. GASTROENTERITIS Hombre; 58 años; Coyoacán, CDMX Medicamentos: Galaver He tratado de llevar una vida normal en esta pandemia observando todas las medidas de seguridad que marcan las autoridades sanitarias del gobierno. El máximo reto es cuidarse y cuidar a los que habitan conmigo para regresar a la nueva normalidad que, obviamente, ya no va a ser igual. Me gustaría enviar un mensaje a todos y cada uno de los habitantes de la República Mexicana: que valoren al máximo que a pesar de la pandemia aún estamos vivos y que de nosotros depende no contagiarnos; no es momento de bajar la guardia, todavía no se ha podido encontrar una vacuna para combatir el covid-19. Si seguimos resistiendo con las medidas adecuadas, probablemente en diciembre ya exista vacuna. Ánimo, es cuestión de resistencia y cuidarnos más que nunca. Propongo que las autoridades competentes multen severamente a quien no porte cubrebocas y a quien no esté cumpliendo con las debidas medidas de seguridad. Es lo principal pues no nos gustaría llegar a semáforo rojo por la inconsciencia de las personas. Espero que sea de utilidad, gracias por invitarme a participar. HERNIAS DE DISCO Y ANGINA DE PECHO Mujer; 68 años; Ciudad Madero, Tamaulipas Medicamentos: Parches de Buprenorfina y Aspirina Protec Me afectó mucho esta pandemia, me contagié de covid y estuve 20 días en cama muy mal, lo que me ha provocado además mucho estrés. Este encierro y la situación en general me producen mucha tristeza. Es importante no perder la fe. Hay que mantener la guardia arriba, que la gente no se deje derrotar. Mantener el ánimo y las precauciones. HIPERTENSIÓN Hombre; 48 años; Iztacalco, CDMX Con la pandemia trabajo más tiempo. Soy sicólogo. Todas las actividades de la vida diaria se han trastornado y se perdieron horarios, lo anterior hace que el día sea insuficiente. Quiero que la pandemia termine lo antes posible. El uso de cubrebocas debe ser obligatorio. Las autoridades deben sancionar. Es necesario endurecer las medidas de protección para que la pandemia pase lo más rápido posible. Mujer; 59 años; CDMX
He sido afectada 100% en lo que al trabajo concierne con la pandemia. No hubo contratos desde marzo de 2020, se reinició apenas ahora en octubre. Siete meses sin ingresos. Es indispensable la salud mental, mucha prudencia y tolerancia. Hay que practicar resiliencia total. Hace falta capacitación desde las autoridades y a todos los niveles. Ayudar a los trabajadores a manejar lo mejor posible las consecuencias de la pandemia. Que el gobierno dé ayudas económicas, no dispensar pagos que solo sirve para ganar tiempo; plazos más extendidos; faltan programas fiscales, apoyo a empresarios, quienes a su vez respaldarán a sus trabajadores con cursos para escuchar opiniones y dar propuestas. A bancos, que den aplazamiento de los créditos a clientes en general. Por parte del gobierno (que no hizo absolutamente nada), programas de defunciones especiales; convenios entre gobierno y hospitales para tratamiento de covid. En fin, habría que crear tantas cosas (que nunca se realizaron), para hacer despegar nuevamente la economía en nuestro país, que son infinitas. Mujer; 59 años; Querétaro, Querétaro Medicamentos: Lopresor Ya me cansaron tantas restricciones con la pandemia. Mi reto es aguantar el cubrebocas. Hay que procurar vivir la vida lo mejor que podamos. Y que las autoridades apoyen a las empresas para que no quiebren. Mujer; 60 años; León, Guanajuato Medicamentos: Losartán La pandemia me afecta económicamente y limita mis actividades. Mantenerme con salud es el principal reto. Debemos ser positivos y tener confianza que esto va a quedar atrás. Propongo que los médicos exijan equipos de protección de calidad porque son los más afectados en este momento. Cuidemos a los médicos. Mujer; 59 años; Salamanca, Guanajuato Medicamentos: ninguno. Para mí la pandemia es haber perdido la libertad de no poder estar con los que amamos. Tengo miedo, impotencia de no saber qué sigue. Deseo que seamos conscientes de esta situación, que todos trabajen por un bien común. No debemos permanecer indiferentes a lo que estamos viendo. Hombre; 39 años; CDMX He sido afectado medianamente. Mi reto ha sido la pérdida de un familiar. Simplemente debo de seguir tomando las medidas necesarias, ya que algunas veces bajamos la guardia. Propongo un plan económico para apoyar a las micro y medianas empresas, ya sea para sus impuestos o ingresos de los empleados, así como pruebas gratuitas para la población. Mujer; 71 años; Salamanca, Guanajuato Medicamentos: Valsartán 80 He presentado un poco de insomnio con la pandemia, ahora quiero bajar los kilos que he subido. Hay que tomarlo con calma, no desesperarse.
Propongo que los hospitales cuenten de verdad con los medios para la higiene de las personas y que se sigan los protocolos de salud como debe de ser. Hombre; 39 años; CDMX La pandemia ha cambiado mis rutinas, me ha limitado para llevar a cabo mi trabajo. Debo mantener la sana distancia, mantener la cuarentena por tantos días. Tenemos que ser empáticos con las personas, cada quien pasa por algo difícil. Propongo implementar una cuarentena obligatoria de 15 días; nadie sale y todos en casa. Hombre; 43 años; CDMX Me afecta mucho la pandemia porque además de haber sido infectado he tenido reducción de clientes, frustración al no poder salir. El encierro cansa, las reuniones remotas no son tan efectivas. Es importante tratar de mantenernos activos y que las autoridades hagan programas deportivos en casa y en parques. Mujer; 74 años; San Juan del Río, Querétaro Medicamentos: Losartán Con la pandemia he limitado mis salidas de casa, he dejado de hacer ejercicio y disminuido mi vida social. Estar en casa con la familia se disfruta. En general, sugiero a las autoridades mayor observación de medidas sanitarias. Abrir poco a poco las actividades laborales y limitar las sociales. Mujer; 51 años; Iztapalapa, CDMX Mis afectaciones con la pandemia son de tipo emocional, anímica y económica. El desafío es estar positiva y tomar alternativas para sobrellevar la situación; tener la mejor actitud, mantenernos ocupados en actividades productivas. Recomiendo que desde cada una de nuestras trincheras tengamos el compromiso de hacer el trabajo de la mejor manera, aportando siempre algo positivo y un plus en nuestras tareas. Hombre; 53 años; Benito Juárez, CDMX Medicamentos: Micardis plus Me he estresado mucho y tengo temor de salir porque soy hipertenso y siento que soy más vulnerable al contagio. Necesito perder el miedo y llevar una vida normal. Deseo que se cuiden mucho y que tomen las medidas necesarias de higiene, y así todo estará bien. Que no bajen la guardia y sigan con su vida normal, pero siempre con mente y actitud positiva. Mujer; 66 años; Miguel Hidalgo, CDMX Medicamentos: Amlodipino y Losartán La presión ha sido más en el trabajo, ya que por la pandemia tuvimos que cancelar un curso de atención plena, y luego se desató una ola de talleres virtuales. Acoté atender nada más lo más relacionado a mi labor porque pienso que parte de la comprensión de este confinamiento es estar conmigo misma; precisamente por estar haciendo tanta cosa es que tenemos el mundo como está ahorita. Estoy reinventándome, aprendiendo a usar la tecnología para comunicarme, aunque no me sea atractiva. Vivo sola y debo salir por mis provisiones, lo que hago con mucho cuidado.
Si este virus llegó para estar ya con nosotros, hay que aprender a vivir con él. Salir con precauciones y con buena cara, porque la gente que pone mala cara luego está triste y le pasan más cosas. Propongo que la gente comprenda que es una situación que va a durar mucho. Incluso aunque haya vacuna podrás infectarte. Así que para mantenernos sanos, hay que comer alimentos básicos: frijolitos, chile y tortillas; consumir menos procesados y aumentar más lo natural. Fortalecer nuestro sistema inmune con alimentación alcalina y hacer ejercicio en la medida de las posibilidades. Tengo un pasillo pequeño, y lo camino de ida y vuelta unos 15 a 20 minutos diarios. Al gobierno le propongo que los presupuestos federales se apliquen para recuperar el buen funcionamiento de los hospitales, y que haya más educación de salud e higiene mental desde la primaria. Hay que ponerle buena cara a esta situación y mantenernos unidos en familia y con amistades a través de los distintos medios a nuestro alcance. Mujer; 70 años; Miguel Hidalgo, CDMX Medicamentos: antiagregantes y antihistamínicos Desde joven he tenido que ser muy cuidadosa con mi salud y lamentablemente he necesitado acudir siempre a los servicios de salud privados. Ahora en pandemia, cuando la situación económica se complica, es injusto que no contemos con un servicio de salud de calidad para todos. Hay crisis económica, cambio de vida en la familia, la gente trabaja en casa, los deudores no pagan, los contratos no se cumplen en la empresa familiar. Mi trabajo en el campo de la psicoterapia se disminuye y los pacientes en crisis tampoco pueden pagar, así que el proceso continúa a bajo costo o sin paga. Pero el trabajo del paciente comprometido, sin importar la remuneración, es excelente y esa satisfacción es la más importante. También he sentido amargura y desconcierto, la amenaza ante la incertidumbre, he extrañado lo que antes era común y que ahora es muy apreciado, hoy me encuentro dando la batalla contra aquellos sentimientos que destruyen o nos roban energía, aprecio lo que sí tengo y me hace un ser privilegiado, techo, alimento y seres queridos. Sé que se abrirán los caminos, algo tiene que seguir después de todo lo que hemos aprendido, solo aquellos que se comprometan y se esfuercen con la vida sabrán salir adelante. En relación con las emociones, han brotado de una forma abrupta y consistente en una mezcla muy heterogénea; por un lado, las emociones y los sentimientos ajenos de la gente con la que trabajo, y con este entretejido se desenreda y se canaliza, y por el otro, en una forma muy personal, he sentido una tristeza que nunca había experimentado, y al unísono una luz de esperanza en este año lleno de incertidumbre y de amenazas en donde la claridad al final del túnel parece escasa y las mentiras disfrazadas de información nos envuelven día con día. El mensaje a las autoridades es ¡hagan su trabajo! No nos engañen con politiquerías; el pueblo –como lo mencionan ellos– está muriendo, no evadan su responsabilidad, ni la presencia de la muerte. Hombre; 62 años; CDMX Medicamentos: Almetec 40 mg Mi familia padece del corazón, un día empece a sangrar de la nariz y no podía parar, me dolía muchísimo la cabeza, a veces escuchaba zumbidos en los oídos, me asusté y fui al doctor, quien me envió al cardiólogo. Allí supe que era hipertenso, me recetaron un medicamento de por vida que es muy caro. Traté de
buscar genéricos, pero no me funcionaban, incluso me lastimaba el estómago. Tengo un gasto mensual muy importante, pues ningún seguro médico lo incluye. Los medicamentos para la hipertensión deberían de ser gratuitos en México, como en otros países, no solo porque la salud es un derecho, sino porque las personas con este padecimiento tendríamos menos complicaciones y mejor calidad de vida con el medicamento adecuado. Mujer; 25 años; Edomex Hace tiempo supe que era hipertensa, todos en mi familia lo son, lo que nos hace pensar que es normal; no lo es. He aprendido sola a manejar mi enfermedad aprueba y error, nunca nos han explicado que esto no es normal y que se puede prevenir. En mi casa nadie le dio importancia a nuestra alimentación ni a nuestros hábitos; gracias a mi novio que es Ironman aprendí que podía hacer mucho por mí cambiando mi alimentación, haciendo un poco de ejercicio, no fumando y no bebiendo alcohol. La vida me cambió. Hay que hablar y dar capacitación sobre prevención en las escuelas, en las empresas, en todos los lugares puede haber una cápsula de hábitos de prevención. No es normal ser hipertenso, es normal ser saludable. HIPERTENSIÓN, CIRROSIS HEPÁTICA Y PROSTATITIS Hombre; 65 años; Ciudad Madero, Tamaulipas La pandemia me ha producido mucho estrés y miedo porque un familiar enfermó y estuvo muy mal. Mi principal meta es seguir trabajando y no contagiarme. He aprendido a valorar a la familia, es muy importante para sobrellevar la situación. Propongo que las autoridades equipen bien los hospitales con todo lo necesario para funcionar, y que la gente ore mucho por los enfermos. HIPERTIROIDISMO Mujer; 56 años Medicamentos: Eutirox e hidroquinona Desde hace 15 años supe que tenía esta enfermedad, no tengo seguridad social y he tenido que pagar mis tratamientos lo que me afecta en algunas ocasiones. La pandemia me ha causado ansiedad; necesito hacer más ejercicio pues el encierro me afecta. A las autoridades le pido que la información que se dé en México sea verdadera para que todos sepamos qué debemos hacer y que se divulgue más sobre las enfermedades como la mía. LUPUS Medicamentos: Eutirox e hidroquinona Mi diagnóstico tardó mucho tiempo en ser certero, pasé por varios médicos, llena de angustia y miedo, hasta que supe qué tengo, y sobre eso empecé a atenderme, muy angustiada y asustada. El encierro y el distanciamiento social me han generado más angustia y ansiedad, lo que no ayuda en nada al tratamiento de mi enfermedad. Debo estar pendiente del sol, vestirme adecuadamente para bloquearlo; dejé de hacer ejercicio al aire libre, yo jugaba tenis y tuve que abandonarlo. Faltan campañas de prevención y más información sobre la enfermedad, que haya apoyos psicológicos en los hospitales cuando vas a recibir malas noticias.
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