La interpretación idealista del Quijote
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La interpretación idealista del Quijote Carmen Rivero Iglesias Universidad de Münster El presente trabajo ofrece una reconstrucción del proceso de recepción del Qui- jote en la Alemania1 del siglo XVIII, por producirse, precisamente bajo estas coor- denadas, el bien conocido cambio interpretativo que dejaría de lado la dimensión satírica de la obra cervantina para contemplar en ella una ulterior profundidad filosófica, determinante en la lectura posterior de la misma. Partiendo de esta base, presentamos nuestra primera hipótesis, a saber, que la interpretación romántica de la obra comienza en el segundo tercio del siglo XVIII, arropada por la filosofía de Baumgarten. El estudio se centrará, desde esta perspectiva, en las contribuciones de aquellos como Bodmer, Gerstenberg, Möser o Abbt, entre otros, cuya impor- tancia en el cambio interpretativo de la obra cervantina ha pasado prácticamente desapercibida para la crítica en comparación con la atribuida a la nómina del Ro- manticismo alemán, para mostrar que las ideas posteriormente desarrolladas por aquellos a quienes se considera los fundadores de la interpretación romántica del Quijote no son nuevas sino heredadas. De aquí se deriva la segunda de nuestras hipótesis. La interpretación ilustrada del Quijote se presenta tradicionalmente en oposición a la romántica pero si la primera hipótesis resulta afirmativa y la in- terpretación romántica de la obra cervantina surge, efectivamente, en el segundo tercio del siglo XVIII, parece lógico pensar que una podría haber ejercido influencia sobre otra, conformándose una interpretación única del Quijote. Trataremos de mostrar, pues, a continuación, que la concepción de la obra, tanto desde la inter- pretación ilustrada como desde la romántica, es la misma. Para la confirmación de las hipótesis se procederá a un análisis de las fuentes pri- marias, entre las que se han incluido relatos de viajes, prensa periódica de difusión cultural, tratados, poéticas literarias, literatura cervantina, así como traducciones. Será a través del examen de los factores históricos, filosóficos, literarios que deter- minan el cambio interpretativo desde los que se analice el proceso de recepción del Quijote y se proceda a la demostración de las hipótesis planteadas. La perspectiva desde la que abordaremos el análisis será meramente fenomenológica, esto es, se pretenderá estudiar lo en principio considerado subjetivo de forma objetiva, sin va- loración crítica, desde el juicio de que el estudio de las manifestaciones subjetivas que suponen las interpretaciones individuales del Quijote dará como resultado una mejor comprensión del fenómeno en su conjunto. 1. Empleamos el término en sentido lingüístico y no político. Ortodoxia4.indb 381 23/07/11 20:07
382 Carmen Rivero Iglesias 1. Factores históricos Analizaremos, en primer lugar, los factores históricos. Partimos de la base de que existe una relación directamente proporcional entre la imagen de España y la interpretación del Quijote en Alemania. Cuanto más exigente y crítica es la mirada hacia España, más se leerá el Quijote como simple sátira de los males que aquejan a España y, por el contrario, a medida que estos estereotipos se van diluyendo, más ganará en matices su interpretación. El país ya no supone en cambio amenaza alguna en el siglo XVIII, pues no des- empeña un papel relevante en Europa y la mirada del continente sobre la nación española se torna con ello mucho más benévola, difuminándose progresivamente la leyenda negra que rodeaba la imagen del país y dando comienzo al proceso de idealización romántica de España. La Inquisición, por ejemplo, ha dejado de representar el peligro de antaño de ser quemado por aquellos perseguidores in- cansables de los enemigos del catolicismo, considerándosela ahora responsable de imposibilitar, a través de la censura, el desarrollo intelectual del país. No obstante, esta reclusión de España en sí misma y esta falta de participación en el desarrollo europeo pasa a ser entendida como medio de preservación de su auténtico y genui- no carácter, en un contexto en el que la búsqueda de los orígenes, de lo nacional, movilizan al mundo intelectual germano. En este sentido se considera que España ha conseguido conservar sus orígenes, precisamente, por no haber sido estos con- taminados por influencias extranjeras. Asistimos, pues, a una progresiva liberación de la leyenda negra que hasta ahora había marcado la imagen de la nación espa- ñola, evolución que presentaba ya sus primeras manifestaciones a comienzos del segundo tercio del siglo con la lectura crítica de los estereotipados relatos de viajes acerca de España y que ofrece, en último término, como resultado una nueva vi- sión de España mucho más optimista y tolerante como la que nos ofrece Gersten- berg en 1767, que ve en el país una extraordinaria variedad de paisajes románticos, quizás, señala, poco ventajosos para la producción agrícola pero más ricos para la fantasía que cualquier otro reino de Europa.2 La pasión hacia lo sobrenatural, esencia del carácter español procede, según Sch- mid, de su sangre árabe, mientras su carácter aventurero establece un parentesco con los chinos.3 En términos similares se pronunciará Herder en 1801, al indicar que los españoles, «su tierra y su carácter, su parentesco con los árabes, su consti- tución, incluso su orgulloso retraso con respecto a la cultura europea los convierte, en cierta medida, en asiáticos europeos».4 2. Gerstenberg, H. W., Briefe über Merkwürdigkeiten der Literatur, Schleswig und Leipzig, Joachim Fried- rich Hansen, 1767, p. 259. 3. Schmid, C. H., Theorie der Poesie nach den neuesten Grundsätzen und Nachrichten von den besten Dichtern nach den angenommenen Urtheilen, bey Sigfried Lebrecht Crusius, Leipzig, 1767, p. 69. 4. Herder, J. G., «Früchte aus den sogenannt: goldnen Zeiten des achtzenten Jahhunderts. Märchen und Romane» en: Herder, J. G., Adrastea, III, Leipzig, bei Johann Friedrich Hartknoch, 1801, p. 169: «Ihr Land und Charakter, ihre Verwandschaft mit den Arabern, ihre Verfassung, selbst ihr stolzes Zurück- bleiben in Manchem, worauf die europäische Cultur treibt, macht sie gewissermassen zu Europäischen Asiaten». La traducción del original alemán, como en los casos que siguen, es nuestra. Ortodoxia4.indb 382 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 383 2. Factores literarios Por otro lado, la revalorización de la imagen de España va unida a una reva- lorización de la literatura española. El hecho de que Alemania se encuentre a la búsqueda de una literatura nacional y de que, por primera vez, un grupo de intelec- tuales ponga en cuestionamiento el modelo cultural francés, hace que la literatura española del Siglo de Oro adquiera carta de actualidad. El peso cultural francés en Alemania había dejado a España en una posición nada privilegiada, pues, como se- ñala Bertrand, el final del siglo XVII y los principios del siguiente fueron en Alema- nia un tiempo desértico para el hispanismo. Los reyes, los príncipes, la aristocracia, los burgueses hablaban francés y sólo pocos escribían en alemán, de tal forma que la realidad se conformaba a las modas de París, conociéndose todo lo extranjero sólo a través de las opiniones francesas.5 La influencia de la enemistad entre España y Francia, conocida a nivel europeo y objeto de discusión entre los intelectuales,6 se aprecia de forma significativa en los debates acerca del teatro. En lo que a la interpretación del Quijote se refiere, la controversia se ve encarnada en las figuras de Gottsched, cuya interpretación de la obra no difiere de las pautas francesas y Bodmer, que, influido por las ideas ingle- sas, ve en la obra cervantina una complejidad ulterior a la de la mera sátira. Para Gottsched, el Quijote, como para Rapin o Saint-Évremond, no es sino una sátira a la nación española. El gran mérito de la obra reside para Gottsched7 en que esta cumple en grado máximo con el requisito horaciano del prodesse et delectare, una de las condiciones indispensables, por otra parte, para poder hablar de novela según Huet. Además, la obra cervantina acaba con aquellas aventurescas fábulas de la novela de caballerías que atentaban contra la ley de la verosimilitud. Para Gotts- ched, el Quijote es una sátira, y el caballero manchego un miserable bajo la figura de un gran héroe.8 Para Bodmer, autor del primer ensayo en lengua alemana dedicado enteramente al Quijote, el componente satírico ha dejado de referirse al fanatismo del carácter español para asociarse simplemente a una errónea concepción del amor por parte de la nación que no afecta exclusivamente a España y que, en cualquier caso, po- see un papel secundario en su interpretación de la obra cervantina. Para Bodmer, lo fundamental en la obra cervantina es la verosimilitud del personaje principal y de la acción, que don Quijote sea «en un excelente pasaje un loco, en otro cuerdo; y así son todas las personas. Nadie en todo momento cuerdo y en todos los casos sabio».9 En este juego de contrastes reside, para el pensador suizo, la esencia del carácter humano. Así, la obra no puede ser fruto sino del más superior maestro, 5. Bertrand, J. A. A., «Primicias del hispanismo alemán. El iniciador J.A. Dieze», Clavileño, I (1950), p. 9. 6. Véase a este respecto y entre otros Gundling, N. H., Otia, Deren I. Auflage von vielen andern solle beglei- tet werden, Frankfurt und Leipzig, Zu finden in der Rengerischen Buchhandlung, 1706. 7. Gottsched, J. C., Der Biedermann, LXIII (1728), p. 49. 8. Gottsched, J. C., Beyträge Zur Critischen Historie Der Deutschen Sprache, Poesie und Beredsamkeit, heraus- gegeben von Einigen Mitgliedern der Deutschen Gesellschaft in Leipzig, vol. V, Leipzig, bey Bernhard Christoph Breitkopf, 1737, p. 169. 9. Bodmer, J. J., «Von dem Charakter von don Quixote und Sancho Pansa», Critische Betrachtungen über die Poetischen Gemählde der Dichter, Zürich/Leipzig, Verlegts bey Conrad Orell und Comp./ bey Joh. Friedr. Ortodoxia4.indb 383 23/07/11 20:07
384 Carmen Rivero Iglesias que con el enfrentamiento entre locura y cordura, manejado con tanta habilidad y gracia, con proporciones calibradas de verdad, de error, de probabilidad, de buen gusto, de dañina imaginación, de sencillez y de apariencias, nos permite reconocer la agudeza y el ingenio del autor que pudo cargar con tan difícil trabajo.10 Testimonio del cambio interpretativo encontramos en Gerstenberg en 1767 cuando indica que, aunque comienza leyendo el Quijote como la sátira más diver- tida que jamás hubiera leído hasta entonces, pasa a considerarla como una de las pocas composiciones clásicas entre los modernos que harían honor al gusto, urba- nidad y sabiduría del más distinguido ateniense.11 El antaño censurado idealismo del carácter español representado en la novela se valora ahora en muy distintos términos. Así, concluye Gerstenberg, si uno toma en consideración el origen noble de esta parodia, una determinada huella de gran sentimiento, la gravedad mezclada con la viveza y agudeza del en- tendimiento, características presentes hasta en el más vil español, sus relaciones con la Roma antigua, su valor heroico alabado por Hirtio, Balbo y Tácito, entonces se aplaudirá por otro lado esta elección; se reconocerá que el exceso de idealismo de un español puede ser ridículo pero rara vez despreciable.12 Schmid, también en 1767, lo presenta junto a Shakespeare como clásico moder- no frente a los clásicos antiguos, Homero y Virgilio.13 3. Factores filosóficos Dos son los factores filosóficos que determinan el cambio interpretativo del Quijote: el humor y el genio. 3.1. El humor El humor designaba en la Inglaterra del siglo XVI un carácter extravagante, re- sultante de un desequilibrio entre razón y pasión. Mientras para Hobbes el humor suponía, en este sentido, una amenaza contra el estado civil, a finales del siglo XVII se produce una revalorización positiva del mismo a partir, sobre todo, de las ideas de Dryden, Congreve y Temple. Según señala este último, el humor distingue a su pueblo respecto a los antiguos porque cada hombre sigue sus propios impulsos y Gleditsch, 1741, pp. 518-547, pp. 524-525: «Don Quixote ist in einem vornehmen Stüke ein Narre, in andern ist er weise; und so sind alle Menschen. Keiner ist in allen Stüken und in allen Fällen weise». 10. Ibid. p. 543 11. Gerstenberg, op. cit., p. 258. 12. Ibid., p. 259: «Wenn man aber auf den edlen Ursprung dieser Fratze, auf eine gewisse Spur von großem Sentiment, auf den mit Lebhaftigkeit und Schärfe des Verstandes vermischten Ernst, (Eigenschaften die sich auch an dem gemeinsten Spanier nicht übersehen lassen) und zugleich auf das ehrwürdige Alter der Nation, auf ihre Verhältnisse mit dem alten Rom, und auf den schon vom Hirtius oder Balbus und Tacitus an ihr gepriesenen Heldenmuth Rücksicht nimmt: so wird man diese Wahl noch von einer andern Seite billigen; man wird erkennen, daß die Schwärmereyen eines Spaniers wohl lächerlich, aber selten verächtlich seyn können». 13. Schmid, op. cit., p. 8. Ortodoxia4.indb 384 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 385 obtiene placer, cuando no orgullo, en mostrárselo a los demás.14 El debate en torno a las proporciones adecuadas entre razón y pasión se revela asimismo fundamental en el discurso de pensamiento del XVIII europeo, lo que convierte al Quijote en una obra de una temática enormemente actual. Para Shaftesbury, el humor benevo- lente que singulariza el estilo cervantino constituye el método más eficaz para la resolución del desajuste entre razón y pasión, que el noble inglés traslada a su con- texto más inmediato: el fanatismo religioso. La cuestión del humor como criterio de distinción de lo verdadero y lo falso sume a Shaftesbury en un debate filosófico en el que el Quijote adquiere un papel central. Para el noble inglés, el buen humor cervantino constituiría la prueba a la que debería someterse toda religión para de- terminar si es auténtica.15 Leibniz, por el contrario, remitiéndose a Temple y a su juicio de que Cervantes, con su Quijote, había hecho caer a la nación española en la molicie, advierte que la aplicación del mismo método a la religión haría caer en la impiedad.16 La cuestión del humor en el Quijote no sólo posee una dimensión ética sino también estética. El principio de benevolencia del pensamiento de Shaftesbury da origen a una nueva concepción de lo cómico que se distingue de forma explícita de lo satírico o burlesco. Mientras lo satírico responde a la antropología negativa de Hobbes, lo cómico se asienta en la antropología positiva de Shaftesbury. De este modo, lo satírico se centra en la burla y lo cómico en la risa, desde lo satírico se pre- sentan caricaturas de personajes planos y ridículos, mientras desde la categoría de lo cómico se ofrecen retratos de personajes que despiertan simpatía e incluso lle- garán a suscitar admiración. Desde lo satírico se penaliza, por tanto, el individua- lismo excéntrico, encarnado en personajes artificiales y afectados, mientras este se admira desde lo cómico, como natural en el ser humano y, por tanto, verosímil. El pensamiento de Shaftesbury alcanzará una amplia difusión en Alemania. En- tre las reflexiones teóricas acerca del género cómico en el XVIII alemán en la que se desarrolla esta nueva visión del humor destaca la Defensa de lo cómico grotesco de Möser de 1761, en la que lo cómico pasa a ser concebido como el contraste entre un elemento cómico y un elemento trágico del que resultaría una risa ambigua. En este sentido, don Quijote, dice, es una caricatura que muestra grandeza y ca- rece de fuerza. Para Möser, la clave de las que llama novelas épicas cómicas está, precisamente, en el contraste entre la grandeza de los cometidos del héroe y su falta de fuerza de espíritu para lograrlas.17 Este carácter tragicómico del personaje es subrayado, asimismo, por Abbt, quien comparte el juicio de Möser de que los héroes de Cervantes como los de Swift, Butler o Voltaire, son protagonistas épicos, 14. Temple, W., «Of Poetry» (1690), en: Spingarn, J., Critical Essays of the 17th Century III, Oxford Uni- versity Press, 1908, pp. 73-109, p. 104. 15. Shaftesbury, Carta sobre el entusiasmo, Barcelona, Crítica, 1997, pp. 111-119. 16. Leibniz, G. W., Philosophische Schriften, III, Georg Olms Verlag, Hildesheim-New York, 1978, pp. 411-412. 17. Möser, J., Justus Mösers sämmtliche Werke: Neu geordnet und aus dem Nachlasse desselben gemehrt durch B. R. Abeken, Nicolaischen Buchhandlung, Berlin, 1843, p. 89. Ortodoxia4.indb 385 23/07/11 20:07
386 Carmen Rivero Iglesias aunque «se distinguen de los héroes de Homero del mismo modo que lo hacen las criaturas de Klopstock».18 La comedia, señala Abbt en este sentido, conlleva una cierta dosis de seriedad. Así, incluso un personaje grotesco como Arlequín es a la vez y con intención muy serio, pues sus momentos melancólicos le ha costado ser un bufón soportable.19 El humor se convierte en una síntesis de lo trágico y lo cómico. Para Blanckenburg la comicidad surge de cualquier contraste de lo elevado, digno, excelente y significa- tivo con lo insignificante, despreciable y pequeño cuyas consecuencias no sean de carácter grave pues, de lo contrario, despertarían lágrimas y no risa.20 Esta concepción del humor basada en el contraste entre lo trágico y lo cómico se adelanta, por otra parte, a la visión romántica del mismo, que también se asienta en un contraste. Podemos denominarlo ya, por tanto, como ironía, caracterizada fundamentalmente, tal y como señala Strosetzki, por la convivencia entre lo serio y lo cómico: «el ingenio se convierte en principio de la ironía romántica en la que, según Friedrich Schlegel, confluyen los opuestos, los contrarios entre sí, como, por ejemplo, locura y cordura, lo serio y lo burlesco».21 El humor aplicado a la interpretación de la obra cervantina puede ser de tres tipos. En primer lugar, el humor realista, en el que la risa procede de lo ideal con- templado desde lo real. Desde la categoría de lo satírico burlesco contemplará el Quijote Gottsched, desde la satírico-cómica lo hará Wieland. En segundo lugar, el humor idealista, en el que la risa procede de lo real contemplado desde lo ideal. Desde esta perspectiva se acercarían a la obra cervantina, entre otros, Sterne o Steele. Por último, el humor romántico, en el que la risa procedería del contraste entre lo real y lo ideal, visión presente ya en Bodmer, también en Lessing, Möser o Flögel y posteriormente en Schlegel o Tieck. Lo cómico, por otra parte, se asocia con el carácter de las naciones. En lo cómico se aprecian los rasgos definitorios de la literatura y del carácter nacionales y, por ello, se refleja en este género la singularidad de los pueblos. Cervantes, en este sen- tido, señala Flögel, habría retratado con inimitable humor el modo de pensamiento fantástico típico del carácter español en las aventuras del caballero de la Mancha.22 Con ello se convierte en maestro del género cómico, en el que, según Flögel, los españoles se anteponen al resto de las naciones. 18. Abbt, T., «Möser, J., Harlekin, oder Vertheidigung des Groteske-Komischen», Briefe, die Neueste Litteratur betreffend, 12 (1761), pp. 327-364, p. 336. 19. Ibid., pp. 328-332. 20. Blanckenburg , op. cit., pp. 203-204 21. Strosetzki, C., «Ludwig Tieck und das Spanieninteresse der deutschen Romantik» en: Schmitz, W., Tieck, L., Literaturprogramm und Lebensinszenierung im Kontext seiner Zeit, Niemeyer, Tübingen, 1997, p. 245: «Der Witz wird zum Prinzip der romantischen Ironie, in der nach F. Schlegel das Entgegengesetzte, das einander Widersprechende, wie z.B. Narrheit und Weisheit, Ernst und Scherz, zusammenfällt. Wesensmerkmal des Don Quixote ist für F. Schlegel, dass Cervantes den gleichgültigen spielt und eine bewusste Distanz zu seinem Werk aufrechterhält». 22. Flögel, C. F., Geschichte der komischen Literatur, Georg Olms Verlag, Hildesheim-New York, 1976. Reimpresión de la edición original de 1784, p. 286. Ortodoxia4.indb 386 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 387 3.2. El genio Junto al humor, el genio será el criterio de configuración del nuevo canon que concederá a Cervantes un puesto entre los clásicos modernos. Ya en 1751, en el Universallexicon de Zedler, el genio distinguía la buena de la mala literatura.23 Flögel, por su parte, señalará en 1765 que no se le puede otorgar mayor honor a un escritor que concederle tan distinguido título.24 El proceso de asentamiento de la nueva estética recibe un fuerte impulso en la primera mitad del siglo XVIII con la filoso- fía de Baumgarten y su veritas aesthetica, basada en el sentimiento. Comienza una etapa de auténtico culto al genio que convierte a Shakespeare y a Cervantes, que responden a la caracterización del mismo, en los preferidos entre los modernos. La capacidad creadora de un alma superior, el don de captar la esencia de la naturaleza humana y la originalidad son, a partir de ahora, los rasgos que revelan al autor del Quijote como clásico universal. Así, Bodmer señalaba en 1741 que esta obra, cuyos personajes son símbolos de la naturaleza humana, no podría haber sido compuesta sino por el más superior maestro.25 Lessing habla en 1754 del inimitable Cervantes y de la originalidad de su obra, no contando esta con antecedente alguno. Gerstenberg designa al clásico del Siglo de Oro español en sus Briefe über Merkwürdigkeiten der Litteratur como ge- nio y al Quijote como primera novela moderna por su carácter de poesía en prosa. Wieland considera a Cervantes el mejor novelista entre los españoles por haberle proporcionado originales a su pueblo y por su mirada profunda en el corazón hu- mano.26 En términos similares se pronunciará Bouterwek en 1804 cuando señala que sólo un avezado y experimentado observador de la naturaleza humana con razón completamente sana y con la perspectiva del genio ante la que una de las más inte- resantes profundidades del ánimo humano se le presenta como nueva, podía tener la idea de una novela tal sin una preparación psicológica académica y componerla con enérgica decisión. […] La originalidad de la idea del Quijote está no sólo probada histó- ricamente, dado que no se escribió ninguna novela similar antes […] sino que también está probada psicológicamente, pues una mente creativa avanza para inventar donde otro se ha parado y con valentía, como Cervantes, mezcla lo aparentemente heterogé- neo para agotar plenamente el potencial de la idea que le conquistó.27 23. Zedler, J. H., Grosses vollständiges Universal-Lexicon, Halle und Leipzig, Johann Heinrich Zedler, 1732-1751, Tomo X, p. 871. 24. Flögel, C. F., Geschichte des menschlichen Verstandes, Breßlau, Johann Ernst Meyer, 1765, p. 10. 25. Bodmer, op. cit., p. 544 26. Wieland, C. M., «Moralische Novellen des Miguel de Cervantes Saavedra; zum erstenmale aus dem Originale übersetzt», Leipzig, Dodsley und Comp, 1779, p. 192. 27. Bouterwek, F., Geschichte der Spanischen Poesie und Beredsamkeit, Göttingen, Johann Friedrich Röwer, 1804, pp. 335-336: «Nur ein lange geübter Menschenbeobachter von kerngesundem Verstande und einem Blick des Genies, vor dem sich eine der interessantesten Tiefen des menschlichen Gemüths neu aufthat, konnte die erste Idee eines solchen Romans, ohne alle Vorbereitung durch schulgerechte Psychologie, mit energischer Bestimmtheit fassen [...] Die Originalität der Idee des Don Quixote ist nicht nur historisch erwiesen, weil kein ähnlicher Roman vorher geschrieben worden […], sondern auch psychologisch ist gewiss, dass ein erfinderischer Kopf, der nur fortfährt zu erfinden, wo ein anderer aufgehört hat, nicht mit Ortodoxia4.indb 387 23/07/11 20:07
388 Carmen Rivero Iglesias 4. El Quijote y la novela 4.1. La teoría de la novela El género de la novela experimenta un marcado auge en el siglo XVIII europeo que arrastra consigo al Quijote cervantino al estatus de clásico. A su vez, la obra adquiere una posición fundamental en la teoría de la novela y contribuye, de este modo, al asentamiento del género. Ya en el XVII, el ensayo sobre el origen de la novela de Huet, el primero que al- canza proyección europea, presentaba ya a Cervantes como uno de los más bellos espíritus producidos por España por la fina y juiciosa crítica llevada a cabo en su Quijote.28 La novela había de comportar deleite y aprovechamiento y, desde esta perspectiva, el Quijote se proponía como ejemplo de lectura en Alemania, desde Thomasius en el XVII hasta Gottsched en el XVIII. Si efectivamente la novela había de poseer una finalidad moral, la estructura del drama, propone Tröltsch en 1753, se ajustaría mucho mejor a sus necesidades. De este modo, para el novelista y traductor alemán, el drama busca la catarsis del espectador y a los mismos fines debe aspirar la novela. La novela se dividiría para Tröltsch en trágica y cómica. Mientras Banise se cita como ejemplo de la primera, el Quijote lo sería de la segunda.29 En cambio, para Johann Adolf Schlegel, padre de los famosos hermanos August Wilhelm y Friedrich, si el fin de la poesía era el deleite y el fin de la prosa el aprovechamiento, la novela no sería otra cosa que una síntesis de ambas pues, en ella, se juntarían ambos propósitos. Las novelas serían, así, «poesías en prosa».30 El género responde a un fenómeno de debilitación del interés por el ideal heroico del ser humano, al que sustituye la fascinación por el carácter del ser humano real, con lo que la novela centra su interés en el sujeto y su psicología. Las acciones y emociones del individuo pasarán a ser el principal interés de la temprana Ilustración alemana y, por ello, la teoría de la novela presta especial atención a la verosimilitud de los personajes.31 De ahí que el ensayo de Bodmer sobre el Quijote se dedique casi en exclusividad a este rasgo de sus personajes, señalándose que el caballero man- chego, en sus contradicciones, representa el carácter general del género humano. Por otro lado, la novela, según el autor del primer tratado sobre la novela en lengua alemana, Friedrich von Blanckenburg, debe presentarnos un héroe que experimenta un conflicto entre pasión y razón. El hecho de que este se entregue a los impulsos de su corazón no implica que no posea un carácter noble, como el que nos dice posee der Kühnheit, wie Cervantes, das heterogen Scheinende in der Ausführung zusammenmischen wird, um eben dadurch die ganze Fülle der Idee zu erschöpfen, von der er begeistert wurde.» 28. Huet, P. D., Traité de l’origine des romans, nebst der Happelschen Übersetzung, Stuttgart, Metzlersche Verlagsbuchhandlung, 1966, p. 75. 29. Tröltsch, K.F., Geschichte einiger Veränderungen des menschlichen Lebens, In dem Schicksalen der Herren Ma***, Leipzig, 1753, Frankfurt am Main, Minerva, 1971, pp. 9-16. 30. Schlegel, J. A. en su traducción comentada de Batteaux, C., Einschränkung der schönen Künste auf einen einzigen Grundsatz, Leipzig, Weidmann, 1751, pp. 272-275. 31. Wahrenburg, F., «Romantheorie 1620-1715» en: Eberhard Lämmert et. al. (eds.), Romantheorie 1620- 1880: Dokumentation ihrer Geschichte in Deutschland, Frankfurt am Main, Athenäum, 1988, p. 37. Ortodoxia4.indb 388 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 389 don Quijote.32 La perspectiva tragicómica desde la que Blanckenburg contempla la obra cervantina no diferirá en esencia de la interpretación posterior de Hegel, que alaba a Cervantes por haber dotado a su héroe de una multitud de buenas cualida- des de espíritu y de corazón, aun a pesar de la aberración de su empresa, sin dejar de ser la obra, por tanto, una perpetua burla de la caballería.33 La teoría de la novela, según señala el germanista Wilhelm Voßkamp, discurre indisolublemente unida a su praxis en el siglo XVIII.34 La obra maestra cervantina supone, en este sentido, un perfecto ejemplo de simbiosis entre teoría y praxis novelesca, de tal manera que, a la vez que su presencia se revela fundamental en los debates teóricos acerca del género, se instituye en modelo de representación del conflicto entre lo real y lo ideal en la novela cervantina alemana dieciochesca. 4.2. La novela cervantina en el XVIII alemán Entre las novelas cervantinas alemanas del XVIII destacaremos, en primer lugar, la del Teutsche[r] Don Quixote de Neugebauer, por ser la primera en la que se refleja la nueva concepción del humor y una nueva estética, en una fecha tan temprana como 1753. Así, Neugebauer describe a su protagonista como magnánimo, tierno y de buen corazón y digno de aprecio, a pesar de que su razón se supedite a las pasiones del corazón.35 La fantasía novelesca resulta, con todo, al final de la novela más defendida que atacada por lo que posee de enriquecedora para el protagonis- ta. Como señalan Kurth y Jantz, mediante su juego de temas y personajes, con la creación propia y la figura narrativa se adelanta Neugebauer a los medios artísticos del Romanticismo, de las obras de Jean Paul y Brentano y prefigura una postura artística que, más tarde, se designará como «ironía romántica».36 La influencia de Cervantes en la novela del XVIII alemán se dejará sentir, asimis- mo, en la producción novelística de Goethe. Si bien es cierto que los juicios del ale- mán sobre el clásico del Siglo de Oro español son más bien escasos, la influencia que este ejerce en su obra es mucho mayor de lo que a primera vista pudiera parecer. Un contemporáneo de Goethe, Johann Melchior Goetze (1775), veía en Werther un modernizado Quijote, no contemplado como el caballero de los leones sino como un bufón enamorado, siendo incluso don Quijote mucho más razonable que este.37 Pero, sobre todo, la influencia cervantina es especialmente significativa en el Wil- helm Meister, haciéndose más endeble en Las afinidades electivas. No en vano señalaba Schlegel que tanto el Wilhelm Meister como el Quijote habían sido sorprendidas por las posibilidades de su género, convirtiéndose en obras mucho más elevadas de lo que 32. Blanckenburg, op. cit., pp. 47, 198. 33. Hegel, G. W. F., Vorlesungen über die Ästhetik, Vol.II, Frankfurt am Main, Suhrkamp Verlag, 1999, pp. 217-218. 34. Voßkamp, W., «Romantheoretische Aspekte im 18. Jahrhundert» en: Hinck, Walter (ed.), Europäische Aufklärung, Frankfurt am Main, Akademische Verlagsgesellschaft Athenaion, 1974, p. 161. 35. Neugebauer, W. E. (ed. E. Weber) , Der Teutsche Don Quichotte, Faksimiledruck nach der Ausgabe von 1753, Stuttgart, Metzlersche Verlagsbuchhandlung, 1971, p. 2. 36. Kurth L. y Jantz, H. (eds.), Neugebauer, W. E., Der Teutsche Don Quichotte (Nachwort), Berlin- New York, Walter de Gruyter, 1972, p. 407. 37. Goetze, J. M., Kurze aber nothwendige Erinnerungen über die Leiden des jungen Werthers, Hamburg, bey C. S. Schröders Wittwe, 1775, p. 4. Ortodoxia4.indb 389 23/07/11 20:07
390 Carmen Rivero Iglesias había sido su primera intención, pudiendo detectarse una duplicidad a nivel tan des- tacado sólo en estas y en Hamlet, cumbres las tres del arte romántico (pp. 232-233).38 5. Ilustraciones Las traducciones son fiel reflejo de la evolución interpretativa de la obra cer- vantina causada por los factores históricos, filosóficos y literarios hasta ahora expuestos. Lo mostraremos a continuación a través del análisis de una serie de ilustraciones contenidas en las mismas y especialmente significativas al respecto.39 La primera pareja de ilustraciones (imágenes 1 y 2) pone de manifiesto el radical cambio interpretativo que se produce desde finales del siglo XVII hasta finales del siglo XVIII. La representación de don Quijote y el león en ambas imágenes es radicalmente distinta. Mientras en la primera imagen el caballero aparece en inferioridad de condiciones respecto al león, situado por encima de don Quijote y dispuesto a atacar, en la segunda es el caballero el que se presenta imponente frente al león que, asustado, no osa levantar la vista. De personaje ridículo pasa, por tanto, a ser retratado como héroe. Imagen 1 Imagen 2 El siguiente par de imágenes ilustra la evolución interpretativa que se produce desde la traducción de 1682 a la de 1734, que, frente a la primera, presenta al ca- ballero manchego desde los principios del humor benevolente. Mientras la imagen 3, correspondiente a 1682, se recrea en lo burlesco a través del manteamiento del escudero (en primer plano) y de los golpes que recibirá el caballero (en segundo) y don Quijote contempla impasible el manteamiento de Sancho, en la imagen 4, por 38. Schlegel, F. , Sämmtliche Werke, Vol. V, Wien, Ignaz Klang, 1846, pp. 232-233. 39. Las ilustraciones, a excepción de la imagen 4, han sido tomadas del Banco de Imágenes del Quijote, dirigido por José Manuel Lucía Megías, www.qbi2005.com. Ortodoxia4.indb 390 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 391 el contrario, don Quijote es presentado aún desde una perspectiva cómica pero en una actitud mucho más valerosa y digna que en la ilustración precedente: Imagen 3 Imagen 4 Si el cambio interpretativo que traen consigo la evolución del humor y la es- tética del genio se dejaba notar de forma significativa en las ilustraciones corres- pondientes a las traducciones de 1682 y 1734, las imágenes de esta última tan sólo representarían un primer paso hacia la concepción idealista del Quijote que se forjaría definitivamente en el segundo tercio de siglo y que puede verse a través de una sencilla comparación entre el siguiente par de ilustraciones. Imagen 5 Imagen 6 Ortodoxia4.indb 391 23/07/11 20:07
392 Carmen Rivero Iglesias Mientras en la primera Dulcinea se sitúa en una posición de superioridad con respecto a don Quijote, en la segunda, correspondiente a la traducción de Bertuch de 1775, es ella la que se halla tendida en el suelo en una posición un tanto apara- tosa mientras don Quijote, gentil, ofrece su noble brazo para brindarle ayuda. En la reedición de la traducción de 1780 se añaden nuevas ilustraciones de la obra cer- vantina que no olvidan la perspectiva cómica de la obra que convive con la trágica. 6. Conclusiones A través del análisis de los factores de cambio interpretativo del Quijote hemos reconstruido la recepción de la obra cervantina en el XVIII alemán, quedando so- bradamente demostrado que la visión romántica de la obra comienza ya en el segundo tercio de siglo. Además, la línea divisoria entre la interpretación germana del Quijote de la Ilustración tardía y la romántica queda anulada por los siguientes motivos: Tanto la interpretación ilustrada como la romántica ven en la obra cervantina el conflicto entre lo real y lo ideal. No cabe argüir que el conflicto es valorado de diferente forma, ensalzando el ilustrado lo real mientras el romántico lo desprecia a favor de lo ideal. Un ilustrado y antiidealista a ultranza como Wieland describirá a don Quijote como un hombre más magnánimo, devoto y virtuoso de lo que pueda probar cualquier historia verdadera. Para el ilustrado, el personaje reúne en su carácter todo lo noble, lo bueno y lo digno de alabanza. Así, don Quijote, siguiendo los impulsos de su corazón, se convierte en el hombre que deseaba ser, sin ser culpa suya, en realidad, que las circunstancias externas no se correspondan con su imaginación o que el final de sus aventuras sea vergonzoso.40 Blanckenburg, por su parte, también lo describe como digno de admiración.41 Por otro lado, al Romanticismo alemán tampoco se le escapa la faceta ridícula de don Quijote. Para Tieck, fantasía y realidad, lo serio y lo paródico, conviven de tal manera en la obra cervantina que lo mismo se admira al protagonista que se ríe uno de él. Ambas co- sas siempre confluyen de manera que en nuestra imaginación el protagonista es, a la vez, parodia y verdadero héroe.42 En la medida en que la interpretación ilustrada concede al Quijote una dimensión seria y la romántica una ridícula, se produce un acercamiento entre ambas hasta fundirse en una sola que ve la grandeza de la obra cervantina en sus contrastes. En segundo lugar, el conflicto entre lo real y lo ideal es concebido, para Ilustra- ción y Romanticismo, como un aprendizaje. Para la Ilustración alemana tardía, la enseñanza se extrae a partir de un complejo proceso en el que el hombre se ve enfrentado a un choque entre realidad e ideal.43 Así, para Blanckenburg, que toma la novela de formación Agathon como modelo para su tratado sobre la novela, la virtud del héroe resulta precisamente de la lucha de sus pasiones con la razón y es 40. Wieland, C. M., «Vorbericht zum Anti-Cato», Der Teutsche Merkur, III (1773), pp. 99-126. 41. Blanckenburg, op. cit., p. 192. 42. Tieck, L., Kritische Schriften, Leipzig, Brockhaus, 1974, p. 149. 43. Vid. Voßkamp, op. cit., p. 179. Ortodoxia4.indb 392 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 393 obligación del escritor representar esa lucha interna con el suficiente detenimiento para que de la novela se extraiga la enseñanza correspondiente. El héroe, por lo tanto, debe exteriorizar sus pasiones y el autor mostrar cómo éstas chocan con sus obligaciones presentando esta lucha de forma suficientemente clara y verosímil.44 Kant se lamentaba de que Cervantes se hubiera burlado de la pasión fantástica de don Quijote en lugar de haberla orientado mejor.45 Lenz, por su parte, representan- te del Sturm und Drang, veía el mérito principal de la novela en la instrucción de la parte pasional del hombre.46 Del mismo modo lo hace Meier.47 El aprendizaje no es sino la superación de contrarios en la síntesis. Para Schlegel, efectivamente, la formación es síntesis antitética y el interior de una persona que ha alcanzado una determinada altura y universalidad en su formación, una cadena continua de des- aforadas revoluciones.48 En términos similares se pronuncia Hegel en su Ästhetik, para quien los años de aprendizaje o de educación del individuo están asimismo marcados por estas luchas de contrarios. Para que el aprendizaje llegue a su fin es necesario que «el sujeto madure, que entre en la concatenación del mundo y encuentre en él un punto de vista adecuado adaptando sus deseos y opiniones a las relaciones ya existentes y a la racionalidad de las mismas».49 Tanto románti- cos como ilustrados contemplan el aprendizaje, en definitiva, como un proceso complejo, reflejado en un conflicto de oposición de contrarios, que culmina con su resolución armónica en la síntesis, como la clave de la convivencia armónica entre pasión y razón. En tercer lugar, tampoco puede considerarse que el Romanticismo contemple el conflicto desde una dimensión seria y la Ilustración lo haga desde la cómica. Don Quijote es, desde la perspectiva ilustrada, un personaje noble que representa un conflicto humano de carácter universal. Aunque la dimensión cómica no se ignora, esta convive, de forma inevitable, con la trágica, poseyendo la obra cervantina, por tanto, un carácter tragicómico. Exactamente desde esta misma perspectiva alaba la obra el Romanticismo alemán que admira los ideales de don Quijote que, en contacto con la realidad, se tornan irrealizables. No obstante, la admiración des- pertada por don Quijote y la dimensión trágica de la obra se cierra con el distan- ciamiento característico de la ironía romántica, en definitiva, una forma de humor. 44. Blanckenburg, op. cit., pp. 47-48. 45. Kant, I., «Fragmente aus seinem Nachlasse» en: Kant, I. (ed. K. Rosenkranz y F. W. Schubert), Im- manuel Kants Sämmtliche Werke, XI, Leipzig, Leopold Voss, 1842, p. 224. 46. Lenz, J. M. R., Briefe über die Moralität der Leiden des jungen Werthers en: Lenz, J. M. R. (ed. B.Titel y H. Haug), Werke und Schriften, Vol I, Stuttgart, Goverts, 1966, p. 393. 47. Meier, G. F, «Untersuchung, ob es erlaubt sey die so genanten Romainen zu lesen?» en: G. F. Meier y S. G. Lange (ed. W. Martens), Der gesellige, eine moralische Wochenschrift, Teil 5 und 6 (1750), Hildesheim- Zürich-New York, Georg Olm Verlag, 1987, p. 113. 48. Schlegel, F., op. cit., p. 82. 49. Hegel, op. cit., p. 220: «Diese Kämpfe nun aber sind in der modernen Welt die Lehrjahre, die Erziehung des Individuums an der vorhandenen Wirklichkeit, und erhalten dadurch ihren wahren Sinn. Denn das Ende solcher Lehrjahre besteht darin, daß sich das Subjekt die Hörner abläuft, mit seinem Wünschen und Meinen sich in die bestehenden Verhältnisse und die Vernünftigkeit derselben hineinbildet, in die Verkettung der Welt eintritt und in ihr sich einen angemessenen Standpunkt erwirbt.» Ortodoxia4.indb 393 23/07/11 20:07
394 Carmen Rivero Iglesias Así, don Quijote despertará en Tieck tanto admiración como risa.50 Tanto la Ilus- tración tardía como el Romanticismo alemán ven en el Quijote, en conclusión, una obra de carácter tragicómico. Al confluir una única interpretación bajo dos etiquetas contempladas como an- tagónicas se propone aquí, para evitar confusiones, la designación de «interpreta- ción idealista» del Quijote para ambas, en primer lugar, por englobar este término tanto Ilustración como Romanticismo; por reflejar este, además, la tendencia sin- tética característica del XVIII alemán que se proyecta en la interpretación de la obra cervantina y por condensar, asimismo, las características de una exégesis que el idealismo alemán lleva a su punto más álgido y que poseería las siguientes ca- racterísticas: a) La recuperación de la figura del autor, fomentada por la irrupción del indivi- dualismo en el pensamiento de la época. b) La consideración del Quijote como una obra de carácter dual resultante de su doble dimensión significativa (parodia de la novela de caballerías y obra simbólica, representación del conflicto entre lo real y lo ideal), de su carácter tragicómico y de la doble dimensión del protagonista principal, que es, a la vez, loco y cuerdo, noble y ridículo; ya no interesa el hombre tal y como debe ser sino tal y como es. c) La consideración del Quijote como novela nacional que representa el carácter genuino de la nación española. d) La fusión de Filosofía y Literatura en la interpretación del Quijote cervantino. Bibliografía Abbt, T., «Möser, J., Harlekin, oder Vertheidigung des Groteske-Komischen», Brie- fe, die Neueste Litteratur betreffend, 12 (1761), pp. 327-364. Batteaux, C. (trad. y comentarios de Johann Adolf Schlegel), Einschränkung der schönen Künste auf einen einzigen Grundsatz, Leipzig, 1751. Bertrand, J. A. A., «Primicias del hispanismo alemán. El iniciador J.A. Dieze», Cla- vileño, I (1950), pp. 9-13. Blanckenburg, F. von, Versuch über den Roman, Leipzig und Liegnitz, bey David Siegerts Wittwe, 1774. Bodmer, J. J., «Von dem Charakter von don Quixote und Sancho Pansa», Critische Betrachtungen über die Poetischen Gemählde der Dichter, Zürich/Leipzig, Verlegts bey Conrad Orell und Comp./ bey Joh. Friedr. Gleditsch, 1741, pp. 518-547. Bouterwek, F., Geschichte der Spanischen Poesie und Beredsamkeit, Göttingen, bey Jo- hann Friedrich Röwer, 1804. Cervantes, M. de, Don Quixote von Mancha, Abentheurliche Geschichte, Basel und Frankfurt, Verlegt von Johann Ludwig du Four, von Genff, 1682. ____, (trad. G.C. Wolf), Des berühmten Ritters, Don Quixote von Mancha, lustige und sinnreiche Geschichte, abgefasset von Miguel Cervantes Saavedra, Leipzig, Verlegts Caspar Fritsch, 1734. 50. Tieck, op. cit. , p. 149. Ortodoxia4.indb 394 23/07/11 20:07
La interpretación idealista del Quijote 395 Cervantes, M. de, (trad. G.C. Wolf), Des berühmten Ritters Don Quixote von Mancha, Lustige und sinnreiche Geschichte, abgefasset von Miguel de Cervantes Saavedra, Leipzig, Verlegts Caspar Fritsch, 1767. (Reedición mejorada de la primera edición de 1734, con grabados incorporados) ____, (trad. F.J. Bertuch), Leben und Thaten des weisen Junkers Don Quixote von Man- cha. Neue Ausgabe aus der Urschrifft des Cervantes, nebst der Fortseßung des Avellane- da, Carlsruhe, zu finden in der Schmiederischen Buschhandlung, 1776. Flögel, C. F., Geschichte des menschlichen Verstandes, Breßlau, verlegts Johann Ernst Meyer, 1765. ____, Geschichte der komischen Literatur, Georg Olms Verlag, Hildesheim- New York, 1976. Reimpresión de la edición original de 1784. Gerstenberg, H. W., Briefe über Merkwürdigkeiten der Literatur, Schleswig und Leipzig, Joachim Friedrich Hansen, 1767. Goeze, J. M., Kurze aber nothwendige Erinnerungen über die Leiden des jungen Werthers, über eine Recension derselben, und über verschiedene nachher erfolgte dazu gehörige Aufsätze. Aus den freyw. Beytr. zu dem Hamb. Nachr. aus dem Reiche der Gelehrsamkeit, um solche gemeinnütziger zu machen, besonders abgedruckt, Hamburg, bey C. S. Schröders Wittwe, 1775, pp. 1-17. Gottsched, J. C., Der Biedermann, LXIII (1728), pp. 49-52. ____, Beyträge Zur Critischen Historie Der Deutschen Sprache, Poesie und Beredsamkeit, herausgegeben von Einigen Mitgliedern der Deutschen Gesellschaft in Leipzig, vol. V, Leipzig, bey Bernhard Christoph Breitkopf, 1737. Gundling, N. H., Otia, Deren I. Auflage von vielen andern solle begleitet werden, Frankfurt und Leipzig, Zu finden in der Rengerischen Buchhandlung, 1706. Hegel, G. W. F., Vorlesungen über die Ästhetik, Vol.II, Frankfurt am Main, Suhrkamp Verlag, 1999. Herder, J. G., «Früchte aus den sogenannt: goldnen Zeiten des achtzenten Jahhunderts. Märchen und Romane» en: Herder, J. G., Adrastea, III, Leipzig, bei Johann Friedrich Hartknoch, 1801, pp. 132-176. Huet, P. D., Traité de l’origine des romans, nebst der Happelschen Übersetzung, Stuttgart, Metzlersche Verlagsbuchhandlung, 1966. Kant, I., «Fragmente aus seinem Nachlasse» en: Kant, I. (ed. K. Rosenkranz y F. W. Schubert), Immanuel Kants Sämmtliche Werke, XI, Leipzig, Leopold Voss, 1842. Kurth, L. y Jantz, H. (eds.), Neugebauer, Wilhelm Ehrenfried, Der Teutsche Don Quichotte oder die Begebenheiten des Marggraf von Bellamonte. Komisch und satyrisch beschrieben, Berlin- New York, Walter de Gruyter, 1972. Leibniz, G. W., Philosophische Schriften, III, Georg Olms Verlag, Hildesheim, New York, 1978. Lenz, J. M. R., Briefe über die Moralität der Leiden des jungen Werthers en: Lenz, J. M. R. (ed. B. Titel y H. Haug), Werke und Schriften, Vol I, Stuttgart, Goverts, 1966. Lucía Megías, J. M. (dir.), Banco de imágenes del Quijote: 1605-1905, www.qbi2005. com. Meier, G. F, «Untersuchung, ob es erlaubt sey die so genanten Romainen zu lesen?» en: G. F. Meier y S. G. Lange (ed. W. Martens), Der gesellige, eine moralische Ortodoxia4.indb 395 23/07/11 20:07
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